El pasado jueves UCLA Anderson School of Management volvió a unir una vez más a dos de sus brillantes antiguos alumnos, Larry Fink, presidente y CEO de BlackRock, y Bill Gross, fundador y copresidente de PIMCO, dos titanes de la industria financiera que a pesar de todas la voces contrarias se mostraron convencidos de que Estados Unidos no incumplirá sus obligaciones de deuda.
El secretario del Tesoro estadounidense, Jacob Lew, subrayaba el pasado martes que el Congreso no tendrá “tiempo suplementario” para aumentar el techo de la deuda más allá del 17 de octubre, cuando se quedará sin fondos y entrará en cese de pagos. Aunque parece difícil, no es imposible que la primera economía del mundo se encuentre con que en noviembre no puede pagar sus facturas porque el Congreso no se ha puesto de acuerdo para ampliar el techo de deuda por encima de los 16,7 billones de dólares.
Este tema fue abordado por los dos ex alumnos de UCLA, que se reunieron el pasado jueves para conversar sobre distintos asuntos de actualidad nacional e internacional en el Beverly Hilton Hotel de Beverly Hills (California). El encuentro que llevó por título: “Una reunión de mentes extraordinarias” estuvo moderado por Brian Sullivan de la CNBC.
Además de compartir sus puntos de vista sobre los mercados económicos y financieros mundiales, los dos ex alumnos de UCLA centraron su conversación en una nueva preocupación, una nueva fuerza de trabajo mal preparada para responder a las necesidades tecnológicas y económicas del futuro.
«EstadosUnidos es el abanderado del mundo», dijo Fink. «La gente ve a Estados Unidos como un país de principios, y sólo la idea y simplemente la conversación de una eventual quiebra es simplemente inaceptable».
“Esta conversación no debe formar parte de nuestra conciencia. Todos los países del mundo miran a este país, y debido a la posición en la que estábamos, se nos permitió tomar prestado. Todo el mundo pensó que nuestro trabajo era nuestra responsabilidad. La conversación – sobre la posibilidad de un default en Estados Unidos- tendrá un impacto psicológico en cómo –otros países- miran a Estados Unidos. Cuando viajo y me encuentro con líderes de otros países, escucho una profunda tristeza”, subrayó Fink.
Por su parte, Gross subrayó que no existe ninguna posibilidad de que se produzca un impago de la deuda. “La conversación es política. No es un mensaje realista y –default- no tiene posibilidad alguna”.
Los dos titanes de la industria financiera, que abordaron una amplia gama de temas durante su encuentro en Los Ángeles, coincidieron en mostrar un elevado optimismo por invertir en México y mostraron su preocupación por la crisis educativa en Estados Unidos. Fink abordó el tema de la “muerte del plazo largo”, algo en lo que Gross coincidió, comentando también el impacto de los bajos tipos de interés.
«Vivimos en un mundo con tasas de interés artificialmente bajas que conducen a rendimientos artificialmente deprimidos –en la inversión -. Los CEOs no quieren invertir en el largo plazo», dijo Gross.
Si quiere ver un vídeo del debate protagonizado por Gross y Fink siga este link.