Óscar Esteban, director de Ventas de Fidelity Worldwide Investment, explicaba en una reciente conferencia organizada por Aseafi que la búsqueda de rentas era un aspecto esencial del comportamiento de los inversores en la actualidad y que la gestora está apostando por tres formas de conseguir esas rentas: fondos de deuda de alta rentabilidad, fondos de acciones y fondos multiactivo. Esteban indicó además que están comercializando en Europa productos con rentas mensuales, algo que ya venían haciendo en Asia en Japón, para atender a las necesidades y demandas de liquidez más frecuentes.
Con todo, y a la vista de la prima asociada con los activos seguros en los últimos tiempos y la diversidad de los riesgos económicos, políticos y financieros, invertir en una única clase de activo para obtener rentas podría ser «un enfoque proclive a la incertidumbre». Por eso, una buena solución es adoptar un enfoque multiactivo que invierta en un conjunto de assets con diferentes rasgos de rendimiento, liquidez, volatilidad y protección contra la inflación para conseguir un flujo de rentas competitivo y constante. “Un enfoque multiactivo dinámico que combine diferentes clases de activos puede ofrecer buenos rendimientos diversificando las fuentes de riesgo y reduciendo así la volatilidad del capital”, explica Eugene Philalithis, gestor principal de los fondos multiactivos de reparto de Fidelity.
Un enfoque con sentido
“Invertir con la vista puesta en la búsqueda de rentas se ha convertido en una tendencia muy consolidada. Sin embargo, ahora que los tipos de interés de los depósitos están por debajo de la inflación y que los rendimientos de la deuda pública de calidad siguen siendo bajos, las opciones tradicionales para conseguir rentas han perdido atractivo. Aunque existe una amplia gama de alternativas con mayores rendimientos para los inversores que buscan rentas, todas tienen sus desventajas propias”, explica Philalithis.
En su opinión, las clases de activos con mayores rendimientos requieren inevitablemente asumir más riesgo. Y además, invertir buscando rentas en una única clase de activo es un enfoque proclive a la incertidumbre y a las crisis de mercado. Entonces, ¿cuál es la mejor solución? “En mi opinión, los inversores deben considerar un enfoque multiactivo para conseguir rentas duraderas y predecibles con escasas variaciones en el capital y fuentes de rentabilidad más diversificadas”, explica, defendiendo un enfoque multiactivos internacional.
En este sentido, se pregunta cuál es la asignación estratégica de activos correcta para una cartera multiactivos orientada a la percepción de rentas que pretenda ofrecer un rendimiento predecible y estable y que, además, ayude a preservar el capital. “El peligro de centrarse en un objetivo concreto de rentabilidad es que acabamos teniendo grandes exposiciones a los bonos de alto rendimiento y las acciones, que introducen un mayor grado de volatilidad. Del mismo modo, el peligro de buscar una volatilidad baja es que terminamos con una gran exposición a los bonos corporativos de alta calidad crediticia y sacrificamos parte del rendimiento. Resulta interesante constatar que en una cartera equiponderada que invierta en bonos de alta calidad crediticia, bonos de alto rendimiento y acciones, alrededor del 60% de la varianza total de la cartera sería atribuible al componente de renta variable”.
Así pues, dice que aunque existe una amplia gama de activos que generan rentas, cada uno de ellos tiene desventajas particulares y éstas pueden variar dependiendo del punto del ciclo económico en el que nos encontremos. Cuando se diseñan carteras multiactivos de reparto, el objetivo clave es equilibrar la generación de rentas con los diferentes factores de riesgo, sin dejar de prestar atención a los costes y la liquidez.
Invirtiendo en un amplio conjunto de activos internacionales se puede utilizar la diversificación para conseguir flujos de renta estables y duraderos que podrían superar ampliamente las rentabilidades de algunas inversiones orientadas a la percepción de rentas que se centran en una única fuente. Su receta es, por tanto, “incorporar clases de activos con bajas correlaciones entre ellas ofrecer mayor margen para generar rentabilidades más constantes con menor volatilidad”.
Protección frente a la inflación
La inflación erosiona el valor real de los activos y siempre se debería tener en cuenta a la hora de invertir pensando en rentas, incluidos los enfoques multiactivo, explica. El objetivo primordial a la hora de compensar los efectos de la inflación es encontrar activos que puedan incrementar de forma fiable los pagos que ofrecen o abonar rentas que de alguna forma estén expresamente ligadas a la inflación. Por ejemplo, está ampliamente contrastado que los inmuebles, los alquileres de edificios terciarios, los fondos inmobiliarios cotizados y los proyectos de infraestructuras encierran un elemento de protección contra la inflación en sus flujos de renta. Estos activos tienen la ventaja añadida de presentar correlaciones bajas con las acciones y los bonos, con lo que podrían mejorar la diversificación de las carteras multiactivo.
En el mundo actual de crecimiento económico reducido, bajos rendimientos en los bonos y tipos de interés exiguos en los depósitos, «los inversores deben buscar formas alternativas de satisfacer sus necesidades de renta y, al mismo tiempo, reducir los riesgos de concentración indeseados y los riesgos relacionados con la inflación. Considero que la diversificación es clave para ello y que un enfoque multiactivo flexible e internacional ofrece las mejores perspectivas para conseguir flujos de renta duraderos”.