Azvalor ha reflejado en su carta trimestral su preocupación por la similitud del comportamiento de los inversores y el mercado de este año con el del año 2000. Se trata, según explican los expertos de Azvalor, de un mercado en el que lo popular sube incluso con malas noticias y lo impopular se ve crucificado con cualquier excusa: «Es un mercado que está dejando de calcular”, apunta Fernardo Bernard, socio fundador y codirector de Inversiones de Azvalor.
Estos indicios de especulación y mercado irracional los ven en acontecimientos como “la fiebre” de la gestión pasiva, que el 25% de la renta fija mundial cotice a rentabilidades nominales negativas o el efecto de la inversión con criterios ESG: “Este fenómeno está llevando a un creciente número de instituciones a descartar por completo sectores absolutamente indispensables para mantener el nivel de renta y bienestar global”, apuntan desde la gestora.
Asimismo, a través de su carta trimestral, la entidad destaca otros eventos que intensifican la similitud con la crisis del año 2000, como que en 2018 haya habido un récord de salidas a bolsa de compañías en pérdidas, algo que no se veía desde la burbuja puntocom, que el bitcoin y el resto de criptomonedas principales vuelvan a acercarse a sus máximos históricos y estén marcando récords de volumen de negociación diarios o que desde los mínimos de 2016 el precio del crudo haya subido un 110% mientras que el sector de servicios para la industria petrolera acumula una caída del 40%.
Pero desde Azvalor recuerdan cómo el “pinchazo” de las puntocom se saldó entonces con una caída del índice Nasdaq americano del 80% y una importante revalorización de lo que había quedado atrás. “A posteriori todo lo ocurrido parecía obvio y de puro sentido común. Pero mientras la burbuja estuvo a pleno rendimiento resultó durísimo ir contracorriente, evitar la tentación de participar de la fantasía del crecimiento ilimitado y de la “fiesta” de rentabilidad y mantener la convicción a pesar de las pérdidas de lo que estaba bajo sospecha de obsoleto o acabado”, apunta Bernard.
Caídas cuando mejoran los fundamentales
Para los expertos de la entidad, el reciente comportamiento en bolsa de muchas de sus inversiones -que han caído- les ofrecen “pistas” de la falta de ejercicio de cálculo que se está manifestando ahora en el mercado. ”Y es que las últimas caídas se han producido, paradójicamente, cuando sus fundamentales están mejorando”, explican.
Como ejemplos de ello está su inversión en Compañías de Minas Buenaventura, cuya acción, tras alcanzar un máximo reciente -aupada por la recuperación en los precios del oro y la plata- ha caído más de un 10% con motivo de la publicación de los últimos resultados trimestrales. “La decepción vino del menor volumen de producción y leyes más bajas en su mina de cobre Cerro Verde, que sin embargo se debe a trabajos especiales y no repetibles de stripping o desbroce, ya finalizados. La compañía aclaró que proyecta una mejora significativa en los volúmenes de producción y de costes a corto plazo. Es interesante comprobar que este hecho pasó casi desapercibido por los muy pocos analistas que la cubren” explican. De hecho, en Buenaventura acumulan una rentabilidad positiva de casi el 30%, y consideran que el precio de la acción no sólo está muy por debajo de su valor, sino que además no ha recogido en absoluto el reciente rebote en los precios del oro y la plata.
Por otro lado, las acciones de Consol Energy han caído un 44% en lo que llevamos de año y están en mínimos. El motivo principal que señalan los expertos de la gestora es el precio del gas en EE.UU., que de nuevo ha caído acercándose a los deprimidísimos mínimos de 2016. “Sin embargo, estos precios son insostenibles a largo plazo, puesto que el 100% de los productores perdería dinero. Al mismo tiempo, los productores americanos de gas están sufriendo un castigo bursátil tan duro o superior al de Consol. Es decir, el mercado parece estar cotizando al mismo tiempo unos precios del gas tan malos para el carbón que pondrían en riesgo la mayor parte de las minas del país y que las productoras de gas deberían recortar una gran parte de la producción. Ambas cosas nos parecen incompatibles”, explica Bernard.
Sin embargo, consideran que Consol es la mejor minera de carbón térmico de EE.UU., la más eficiente y con abundantes reservas, un gran balance y un fantástico equipo directivo. “A pesar de ello cotiza a 3 veces beneficios normalizados y a 2 veces beneficios de 2019. Acaba de publicar unos sólidos resultados, en los que ha anunciado que va a aumentar la recompra de acciones, lo que nos parece que generará un gran valor para los accionistas”.
Dentro de este contexto la gestora admite que ha aprovechado la desproporcionada caída en algunas de sus inversiones para comprar más. “Nuestro valor estimado de la cartera ibérica ha permanecido estable y también ofrece un gran potencial cotizando a un FCF yield del 11%. En efecto, muchas de nuestras compañías cotizan a valoraciones que, tras más de 20 años de experiencia, antes solo hemos visto una o dos veces (año 2000 y 2009), y percibimos una clara desconexión con la evolución de sus fundamentales. Por ello, estamos convencidos de que estamos frente a una oportunidad de inversión histórica”, concluye el fundador y codirector de inversiones de la compañía.