Las empresas de propiedad familiar no son sólo clave en el crecimiento económico, sino también en el panorama laboral de un país, dado el empleo que generan. Son una tendencia imparable, sin embargo, surgen varias preguntas en torno a ellas: ¿Qué beneficios obtienen? ¿Son comparables? ¿Qué tipo de riesgos específicos plantean para los accionistas externos?
El Instituto de Investigación de Credit Suisse analiza esas cuestiones en un reciente informe para averiguar si las empresas familiares generan rendimientos comparables a sus homologas en tamaño pero de propiedad no familiar con los datos del CS Global Family 900 universe, un índice compuesto por 920 empresas familiares ubicadas alrededor mundo, que además suponen el 25% de la capitalización del mercado del MSCI World.
Desde el punto de vista de inversión, las rentabilidades del sector ajustadas al precio de las acciones demuestran que desde 2006 las empresas familiares han obtenido una rentabilidad superior al índice de referencia: el universo del CS Global Family 900 ha generado una rentabilidad del 47% frente al índice MSCI ACWI (mid y large caps). Esto equivale una rentabilidad anual superior del 4,5% durante un período de nueve años, según un estudio del Instituto de Investigación de Credit Suisse titulado «El modelo de negocio familiar”.
Teniendo en cuenta la rentabilidad en términos ROE, las empresas familiares, tanto en Asia como en la región de EMEA (Europa, Oriente Medio y África) obtuvieron mejores cifras, mientras que las empresas familiares basadas en Europa y Estados Unidos publicaron menores rentabilidades sobre recursos propios. «ROEs bajos en los mercados más desarrollados indican estrategias más conservadoras y la tenencia de prioridades que van más allá de los meros retornos financieros», explica Richard Kersley, responsable de Global Equity Research Product de la división de banca de inversión de Credit Suisse.
Pero más allá de un simple análisis de la rentabilidades sobre recursos propios, los datos revelaron que las empresas familiares del universo CS Global Family 900, con excepción de los bancos y las empresas de servicios públicos regulados, generan liquidez sobre las inversiones que es de media 130 puntos básicos por encima de empresas en MSCI ACWI. A largo plazo, las empresas familiares producen dos veces el beneficio económico que el índice de referencia, explica el informe.
Más estables en los ciclos económicos
Las empresas familiares de Europa y Estados Unidos utilizan menos deuda que sus homólogas de propiedad no familiar y mostraron un desapalancamiento más rápido después de la reciente crisis financiera en comparación con las compañías incluidas en los índices de referencia. Las empresas familiares asiáticos, sin embargo, operan con mayor deuda que el índice.
A nivel mundial, las empresas familiares tuvieron ciclos económicos más suaves y más estables que las compañías del índice de referencia. «El crecimiento de las ventas es menos volátil durante los ciclo, con picos más bajos y valles menos pronunciados», afirma Julia Dawson, analista de renta variable de la división de banca de inversión del banco. El crecimiento anual de las ventas también ha sido mayor en las empresas familiares -10% frente al 7,3% de las empresas del MSCI ACWI desde 1995- y menos volátil durante la burbuja de Internet y la crisis financiera.
Visto el repaso a los datos, la pregunta que surge es: ¿cuándo es más interesante invertir en empresas familiares?
Durante los últimos nueveaños, las empresas de primera generación han generado un precio por acción con una tasa de crecimiento anual compuesto (CAGR) del 9%. Es verdad, que estas cifras decaen conforme la propiedad de la compañía pasa por sucesivas generaciones y también cuando se convierte en una empresa madura. «Vale la pena invertir junto con el fundador de la empresa, en los primeros años de la existencia de una compañía, porque es probable que ese momento corresponda a un período de alto crecimiento”, concluye Dawson.