Los primeros meses del nuevo año cogieron el relevo a las tendencias de 2017 en renta fija. El dólar bajo, los mercados emergentes fuertes, los buenos resultados en la zona euro y la falta de signos de inflación, en términos generales, siguen presentes en el mercado y marcan el comportamiento de los activos de renta fija. Ante esta continuidad en las tendencias de mercado, para Legg Mason, las grandes preguntas son hasta cuándo se mantendrán y en qué se debe de fijar el inversor este año.
La primera incógnita a la que se enfrenta 2018 es si Europa superará o no a Estados Unidos. Según los datos disponibles, los mercados de crédito norteamericanos superaron a sus homólogos europeos el año pasado, y en el high yield el mercado estadounidense arrojó un 7,5% de rendimiento frente al 6,2% que logro el europeo. En su opinión, estos datos contrastan con la fuerte tendencia que se observa de señalar a Europa como una prioridad para 2018.
“¿Va a revertir esta tendencia? Algunos inversores especulan con que el ciclo económico está más avanzado en Estados Unidos, mientras que el impulso de Europa parece estar comenzando. Como se ve en el gráfico –consultar gráfico inferior–, la brecha cada vez mayor entre las dos regiones se refleja en el tipo de cambio. Después de una década llena de recesiones, crisis de deuda soberana e incertidumbre política, ¿2018 finalmente será el año de Europa?”, se cuestiona la gestora.
La segunda incógnita que plantea Legg Mason es si los mercados emergentes podrán mantener el impulso que muestran ahora. Según la gestora hay que tener en cuenta que parte de las altas rentabilidades que ofrecido este mercado en 2017 ha sido gracias a la caída del dólar estadounidense. “Algunos dicen que el dólar puede continuar en los mismo valores ya que los recortes de impuestos propuestos por el presidente Trump tienen un precio mayor y pueden tener un impacto económico menor al anticipado. Independientemente de los movimientos de divisas, los mercados emergentes también pueden continuar mejorando su realidad política y la lucha con la inflación y con todo ello favorecer a su desempeño en el mercado”, advierte en su último análisis.
El tercer elemento a nivel macro que la gestora si cuestiona es el efecto que tendrán las políticas monetarias, en particular la del Banco Central Europeo (BCE). Según su valoración, nada está claro. “Aunque el presidente del BCE, Mario Draghi, ha reiterado sus esfuerzos para garantizar la estabilidad del estímulo monetario del banco, ha aumentado la especulación de que el programa podría finalizar antes de lo esperado”, advierte.
En este contexto, la gestora se plantea si aún queda algo de valor en el high yield, después de haber logrado importante ganancias durante los últimos diez años. En su opinión, no es de extrañar que algunos inversores teman que el ritmo no se mantenga. Según explica en su último informe, “los fundamentos, sin embargo, siguen respaldando esta clase de activos, aunque lentamente la economía de Estados Unidos está creciendo y la desregulación y la reforma impositiva aprobada pueden elevar las ganancias corporativas”.