La necesidad de estrategias flexibles y sin restricciones en renta fija, el buen momento que atraviesan el high yield europeo o los bonos convertibles y el atractivo de las estrategias multiactivos fueron las temáticas que se trataron en el Investment Europe Fund Selector Forum Spain 2015, celebrado ayer en Madrid y organizado por la publicación británica, para lidiar con un entorno de bajo crecimiento y, sobre todo, bajas rentabilidades en los activos de deuda.
Las estrategias flexibles de renta fija tuvieron un papel destacado. Mike Zelouf, client portfolio manager de Legg Mason Western Macro Opportunities Bond Fund y responsable del negocio europeo de Western Asset, defendió la necesidad de contar con este tipo de productos en entornos inciertos y volátiles como el actual, que en su opinión durará aún varios años. “En este escenario necesitamos estrategias sin restricciones: si los tipos siguen bajos, el nivel de income será bajo por mucho tiempo; y si el crecimiento y la inflación se disparan, el riesgo de las estrategias long-only es perder parte del principal”, advierte. Por eso defiende que la flexibilidad es más necesaria que cualquier otra cosa y en su estrategia la aplican de tres modos: invirtiendo solo donde los gestores ven valor, sin seguir a un índice; con posiciones concentradas donde ven oportunidades; y con la opción de tener posiciones cortas para beneficiarse de los mercados bajistas, algo que aplican a su fondo de deuda long-short con perspectiva de retorno absoluto, pues la idea es que tenga una baja correlación con los mercados.
Para ello, la estrategia se divide en dos grandes partes: tomar riesgo en segmentos que ofrecen más retornos, como el high yield o los mercados emergentes, pero adoptar también una estrategia macro, que ocupa la mitad del presupuesto de riesgo del fondo y que actúa en la duración, curva de rentabilidad y volatilidad, con el objetivo de equilibrar y proporcionar estabilidad si el escenario se complica. Así pueden mantener la liquidez y cumplir los objetivos de preservación de capital. El escenario base para el experto se basa en una lenta recuperación económica, con baja inflación que hará que los tipos sigan bajos –cuando el riesgo es más de deflación-, por lo que descartan un mercado bajista en bonos. Las implicaciones para la inversión es que los inversores lo seguirán teniendo difícil para obtener retornos, y favorecerán productos de spread frente a la deuda pública, con un protagonismo creciente de los mercados emergentes y las estrategias sin restricciones en sus carteras.
También Janus Capital presentó una estrategia sin restricciones gestionada por Bill Gross, pero más conservadora que la de Legg Mason. Ivan Fong, client portfolio manager de Janus Global Unconstrained Bond Fund, explicó que, con las rentabilidades en renta fija en niveles históricamente bajos, solo se pueden esperar bajos retornos en las carteras tradicionales y pérdidas incluso si suben los tipos. De hecho, Gross cree que las rentabilidades de la renta fija estarán en línea del 2%-3% y las de las bolsas en el 4%-5%, muy lejos de los dos dígitos del pasado, debido a la situación de la economía global y a dinámicas como el envejecimiento de la población, la globalización, la tecnología, o los altos niveles de deuda existentes.
Por eso, al no poder depender de las ganancias sobre el capital en este entorno, se centra en buscar el income más seguro, con una cartera con bajo riesgo de tipos y una volatilidad de entre el 4% y el 8%. La estrategia busca retornos absolutos y positivos, la preservacion de capital, la mitigación del riesgo de tipos, una baja correlación con los mercados (de bolsa y core de renta fija). “A diferencia de otros fondos que asumen un mayor riesgo de crédito con activos como el high yield o la deuda emergente, pensando que las mayores yields podrán cubrir en caso de que haya un revés en los tipos, nosotros buscamos estrategias seguras”, comenta el gestor.
La cartera tiene dos partes: una core, que ocupa el 75% (con posiciones en deuda corporativa de vencimiento corto, de entre uno y tres años, y posibilidad de invertir en activos como high yield, en la estructura de capital de una empresa, tomar posiciones en la curva, o en diferentes países y sectores…) y otra de “alfa estructural”, con posibilidad de invertir en CDS, volatilidad, posiciones de valor relativo o divisas, entre otras. Por ejemplo, Gross actualmente está vendiendo seguros sobre deuda soberana como Rusia o México, que no cree que caiga, o sobre deuda empresarial de empresas que no harán default, para captar esa prima. Además, la volatilidad tiende a ser sobreestimada y también está vendiendo volatilidad, tanto en mercados de deuda como acciones, explica Fong.
También dentro de la renta fija, Andreas Riegles, responsable de Renta Fija Global de Raiffeisen Capital Management, destacó el buen momento que vive el high yield: “Los fundamentales son positivos, las ratios de default muy bajas para Europa –y algo más altas para EE.UU.- y la prima de riesgo de crédito es más atractiva por el reciente ensanchamiento”, explica. Así, los segmentos BB y B ofrecen una prima de en torno al 2%, más que la media, y si los defaults se reducen, es incluso mayor. Y explicó que solo un 7% de emisores tienen debilidades de liquidez, aunque reconoció que ese riesgo es algo que todo gestor de high yield asume. El experto también recordó que el activo es resistente a un posible escenario de subida de tipos.
Su estrategia, que invierte en valores europeos denominados en euros, sobrepondera sectores como el automovilístico e infrapondera el financiero; mientras apuesta por países como Alemania o Austria mientras infrapondera la periferia europea o Italia. Por segmentos de calidad, la media del fondo es BB-, más conservador que el índice de referencia: sobrepondera BBB e infrapondera segmentos como el BB, B, o CC. Los principales inversores del fondo son institucionales.
Híbridos y multiactivos
Las estrategias multiactivos también están teniendo una gran acogida en los mercados. Ewout van Schaick, responsable de Estrategias Multiactivo en NN IP, destacó que, en un entorno de crecimiento más bajo (del 4% al 2% en términos globales) y más escasas rentabilidades en la renta fija (hasta niveles mínimos en la historia), hay un fuerte reto para los inversores tradicionales de bajo perfil de riesgo. Y ahí las estrategias multiactivos pueden suponer una atractiva oportunidad.
Además de esta demanda, un buen catalizador para la estrategia es la divergencia entre activos de un año a otro, entre países y sectores: “Son enormes y las diferencias seguirán en los próximos años, al menos en los próximos cinco años”. En este entorno, se hace clave la diversificación, “más importante que nunca”, y surgen mejores oportundidades para moverse de un activo a otro. Actualmente, en su asignación de activos táctica, la gestora es neutral en renta variable y real estate, positiva en treasuries y negativa en materias primas y spreads.
Para finalizar, Cédric Daras y Olivier Mulin, gestores de bonos convertibles en RAM Active Investments, destacaron las oportunidades en el activo, de la mano de una gestora que ha invertido en este espacio desde 2008. El fondo insignia, European Convertibles Bond Fund, lanzado en 2014, combina tres componentes clave que explican su rentabilidad: un equipo de especialistas, una perspectiva disciplinada pero flexible basada en el análisis fundamental sobre una variedad de criterios técnicos y un proceso centrado en maximizar la convexidad.