Al igual que los seres humanos, las empresas experimentan cambios en su ciclo de vida. En el caso de las personas, éstas deben vivir la infancia, ir a la universidad, criar a sus hijos y tener una carrera profesional. Para las compañías, el proceso es algo similar: pasan por períodos de rápido crecimiento, maduración, cambios en el panorama competitivo y, a veces, estancamiento.
“La venta minorista es un sector muy idiosincrásico. Lo que aprendí al cubrir las ventas minoristas es que la gente importa mucho, y el crecimiento puede darse de diversas formas”, explica Anne-Marie Peterson, gestora de Capital Group. Por ello, la experta utiliza un esquema de inversión subyacente que se rige por tres principios clave.
El primero, “el crecimiento de los ingresos impulsa los beneficios, lo que a su vez repercute en los precios de las acciones”. En este sentido, Peterson aboga por buscar buscar un crecimiento de los ingresos superior a la media para obtener un potencial de crecimiento de los beneficios a largo plazo. Por otro lado, “las personas importan”, defiende la gestora como segundo principio: “cuando compro una acción, me inclino a considerar que es una suscripción basada en un equipo de gestión o en una cultura, por lo que me parece importante sentirme cómoda con los directivos de la compañía”. Por último, el tercer principio define el cambio como catalizador clave para el crecimiento. “A veces el cambio de un director general puede ser un gran catalizador, como fue el caso de Frank Blake en Home Depot o Satya Nadella en Microsoft”, recuerda Peterson.
Durante los periodos de cambios significativos, las estructuras de la industria pueden cambiar, llevando a algunas compañías a consolidarse y a otras, a fracasar. “Existen incertidumbres, pero también oportunidades para identificar lo que el mercado podría estar pasando por alto en relación con las perspectivas de una compañía”, añade la experta.
El peso del entorno
Ahora bien, ¿están los cambios de comportamiento relacionados con el coronavirus creando un entorno fértil para la inversión en crecimiento? Según Peterson, las oportunidades de encontrar grandes inversiones a largo plazo existen en cualquier entorno, sin exceptuar el escenario actual.
“Un aspecto interesante del periodo actual es que las compañías de consumo y tecnologías disruptivas que estuvieron a la cabeza durante la expansión se han mantenido al frente. Normalmente, los líderes del mercado que entran en una crisis no han sido líderes durante o al salir de la crisis, aunque pienso que estamos observando un cambio fundamental”, añade la gestora.
A 30 de junio, el índice S&P 500 Composite había retrocedido un 3,1% en el año en curso, pero este dato representa el conjunto de varias compañías individuales. Al observar detenidamente las cifras, se puede constatar una divergencia de rendimientos. Por un lado, están aquellas que se han beneficiado de la demanda relacionada con el coronavirus, como las plataformas de comercio electrónico Amazon (+49%) y Shopify (+138%), y los servicios de streaming como Netflix (+41%). Por otra parte, varias compañías han tenido dificultades, como United Airlines (-61%), Royal Caribbean (-62%) y Boeing (-43%).
Tentaciones del futuro: digitalización a nivel global
El COVID-19 ha acelerado el cambio secular hacia la digitalización. “A mi juicio, se trata de la aceleración de un cambio estructural que perdurará en el tiempo. El modelo publicitario y de programación de la televisión tradicional está sometido a más retos que nunca”, asegura Peterson. Además, las quiebras entre los minoristas se han incrementado, superando con creces los efectos de la crisis financiera mundial.
Aunque estos cambios se han venido produciendo desde hace mucho tiempo, lo interesante, según la experta, es que todavía están en su primera fase. En Estados Unidos, el comercio electrónico está creciendo a gran velocidad, pero sigue representando una mínima parte del total de las ventas minoristas estadounidenses, y sigue a la zaga de la penetración en China y otros mercados.
Incluso con respecto al sector público, el cambio hacia la digitalización está cobrando impulso. En Estados Unidos, muchas oficinas gubernamentales a nivel local se han quedado rezagadas con respecto a la curva de digitalización. Pero compañías como Tyler Technologies, una programadora de software fundada en la década de 1960, han estado ayudando a los organismos gubernamentales a trasladar sus sistemas a la nube, digitalizando procesos como la emisión de multas de aparcamiento e incluso gestionando juicios de forma virtual.
Por otro lado, en el ámbito de la atención sanitaria, la adopción de la telemedicina o las consultas médicas en línea se dispararon en marzo, una tendencia que Peterson considera se mantendrá en el tiempo. “Los pacientes han tenido acceso a estos servicios desde hace bastante tiempo, pero la tasa de adopción ha sido baja. Como consecuencia de la COVID-19, los reguladores y los proveedores de servicios sanitarios han flexibilizado sus normas para permitir una mayor digitalización. Al mismo tiempo, los pacientes y los doctores, en parte por necesidad, se sienten más satisfechos con las consultas a distancia”, explica.
Buscar el crecimiento en las empresas
Según la gestora de Capital Group, a la hora de buscar crecimiento, intenta buscar compañías cuyos productos o servicios puedan mejorar el mundo ya que gran parte del cambio transformador actual ofrece ese potencial. “Mi definición de growth es más amplia que la definición tradicional. Busco crecimiento en tres amplias etapas, dependiendo del punto en que se encuentre una compañía en su ciclo de vida”, destaca.
De este modo, el primer grupo corresponde a compañías innovadoras cuyas ofertas pueden perturbar los modelos de negocio existentes, como Shopify, que proporciona a los pequeños comerciantes recursos en materia de pagos. Por otro lado, el segundo tipo de compañía incluye a aquellas empresas con un gran potencial de crecimiento a largo plazo como, por ejemplo, las plataformas de comercio electrónico. Por último, Peterson señala un tercer grupo compuesto por aquellos negocios consolidados capaces de sacar más provecho de los activos disponibles, ya sea a través de un cambio de rumbo o de un enfoque existente.
Horizonte 2030
“En mi opinión, una de las cosas más interesantes que podríamos presenciar en 2030 es una versión de David y Goliat: el auge de la pequeña empresa y el poder de las personas sobre las grandes empresas”, asegura Peterson. En este sentido, se está produciendo una nueva ola de proveedores de software en línea y empresas de comercio electrónico que están desarrollando herramientas de infraestructuras secundarias que tienen potencial para impulsar a las pequeñas y medianas empresas.
Las herramientas que se están desarrollando hoy en día reducen las barreras a la hora de llegar a los clientes y gestionar los inventarios. Por ejemplo, una persona podría poner en marcha un negocio de venta de camisetas a nivel mundial en apenas 15 minutos. “Si bien los beneficios de la primera ola de servicios en línea desarrollados por Google y Facebook correspondieron a un número reducido de grandes compañías, creo que la próxima ola de avances puede conducir a la dispersión del poder económico y de las oportunidades hacia compañías más pequeñas”, asegura la gestora de Capital Group.
Del mismo modo, en el sector sanitario, la experta apunta a que asistiremos a la democratización de la atención sanitaria. “Hoy en día, la mayoría no tenemos acceso inmediato a las variaciones de nuestro colesterol o ritmo cardíaco. A partir de ahora, creo que asistiremos a un mayor control remoto que se podrá conectar a sistemas inteligentes de administración de medicamentos y otras terapias”, añade.
“La conclusión es que estamos viviendo una época de cambios increíbles. El cambio brinda oportunidades a los inversores activos como nosotros”, concluye Peterson.