La política monetaria de la Fed ha sido uno de los catalizadores de los movimientos en los mercados globales a lo largo de los últimos años: las sucesivas fases del quantitative easing y los programas de recompra de deuda pública alimentaron subidas en la mayoría de los activos, mientras la amenaza de retirar esos estímulos provocó una fuerte corrección, especialmente en algunos mercados. Para Kenneth J. Taubes, director de inversiones de Pioneer Investments en Estados Unidos, la Reserva Federal debería ir adoptando una política más conservadora, en la medida en que la disponibilidad de crédito y su precio no es un problema en el país -se encuentra en niveles más razonables que al comienzo de la crisis, en 2007-, dice, pues obtener financiación es posible. “No creo que relajar las condiciones monetarias sea ya una solución a los problemas, sino que las dificultades están más ligadas ahora a la política fiscal y la incertidumbre regulatoria”.
Por eso, Taubes considera que el mercado ya ha puesto en precio el tapering y que es una buena ocasión para empezar. Pero no cree que Bernanke tome ninguna decisión a lo largo de 2013. “Este año no habrá tapering. No está claro cuándo empezará, porque habrá que estar muy atentos a los datos, pero podría esperar a la primavera de 2014”, pronostica, y ve los bonos del Tesoro estadounidense en un nivel de entre el 3% y el 3,5% en los próximos 12 meses. “Habrá subida de tipos si el mercado piensa que la Fed está siendo demasiado lenta al normalizar sus políticas, o si la inflación se descontrola”, dice. Y da el beneficio de la duda a Yellen, que a pesar de su fama de “paloma”, ha sido capaz de predecir los datos y la situación económica.
Alguien se equivoca
Taubes cree que la Fed debería restringir su política económica, a la vez que el BCE debería hacer todo lo contrario. “Hay una interesante disparidad entre las políticas de la Reserva Federaly el Banco Central Europeo. Alguno se está equivocando”, dice. En su opinión, la primera es demasiado acomodaticia y el segundo demasiado restrictivo pues, en un clima económico complicado, está reduciendo su balance en la medida en que los bancos devuelven los préstamos fruto del LTRO. “No tiene sentido, y tampoco que el euro se aprecie frente al dólar en ese entorno económico, algo que no ayuda a las exportadoras”. Por eso cree que el euro debería depreciarse y que Mario Draghi tomará alguna medida, aunque si lo hace de nuevo en forma de LTRO la clave estará en cómo utilizarán los bancos esos préstamos.
Escenario de optimismo
En general, Taubes se muestra bastante optimista con el escenario económico y de inversión que se presenta de cara a 2014. “No habrá un crecimiento fuerte pero sí una mejoría”. Además del crecimiento del PIB en Estados Unidos, que sitúa entre el 2,5% y el 3%, cree que Europa se estabilizará y no tendrá mayores problemas -a menos que el BCE cometa importantes errores-; y se verá beneficiada por el impulso del comercio mundial. También vislumbra una recuperación en el mundo emergente, que se beneficiará de la mejor situación del mundo desarrollado, con la consiguiente estabilización de sus mercados y divisas. México será un ejemplo de ello. Por eso, en definitiva, ese escenario de crecimiento sincronizado dará paso “a un buen entorno de inversión”.
Un buen entorno porque lo es para las compañías, que mantendrán sus márgenes y han gestionado sus balances de forma conservadora. Por eso aún hay atractivo en renta fija corporativa, activo en el que las rentabilidades están justamente valoradas y que sobrepondera tanto en su versión de grado de inversión como de alta rentabilidad, frente a la infraponderación en deuda pública. En la entidad han corregido las posiciones de infravaloración en duraciones cortas de principios de año y van hacia unan posición más neutral.
Pero, en general, Taubes cree que la bolsa está más barata que la deuda, incluso tras el último rally experimentado en la renta variable. “Es más volátil pero con un horizonte de inversión adecuado, tendrá mayores rentabilidades que la renta fija”, dice. Y dentro del activo, se muestra positivo con la bolsa europea, donde puede encontrar compañías con atractivas rentabilidades por dividendo muy aptas para sus fondos que ofrecen rentas, por lo que ha aumentado la exposición al contintente. “Posiblemente el mercado de bolsa europea es el que ofrece las mejores oportunidades para invertir”, dice. Le gustan compañías multinacionales (en España del perfil de BBVA o con ese carácter internacional), que cree que pueden beneficiarse en mayor medida que las estadounidenses del crecimiento en Asia.
En Estados Unidos, es optimista porque vislumbra un crecimiento modesto tras la recesión, catalizado por sectores sensibles a los tipos de interés, como el inmobiliario el automovilítisco –razón por la que la Fed no ha empezado aún el tapering- y a pesar del escaso empuje aún del consumo, por ejemplo, de bienes duraderos. “Los ciudadanos son selectivos con sus gastos”, dice Taubes. El experto minimiza el efecto del cierre parcial de la Administración y, con respecto al precipicio fiscal, cree que cada vez los mercados son menos sensibles al problema, que cree se resolverá. Con todo, es ahí y en torno a la regulación del sistema sanitario donde vislumbra los mayores focos de incertidumbre.