Hablar con Ann Steele, gestora de renta variable europea de Threadneedle Invesstments, supone escuchar a la voz de la experiencia. Aunque asumió las riendas del fondo de bolsa paneuropea de la gestora británica en el año 2010, Steele lleva en el mundo de la gestión desde los años 80 y sabe bien la importancia de la formación y el aprendizaje continuo. “Nunca se deja de aprender y cada año es distinto… pero siempre hay que cuestionar las cosas y hacer tu propia interpretación de las mismas. Cuanto más puedas leer, mucho mejor porque la historia se repite a sí misma”, comenta en una entrevista a Funds Society en Londres.
Esa labor de aprendizaje continuo y cuestionamiento de las realidades que la rodean es lo que resume su labor a la hora de seleccionar las mejores ideas o compañías para el fondo que gestiona, e interpretar los datos que le proporcionan desde las propias empresas o desde las entidades de análisis. “Nuestra búsqueda continua es la de compañías con buenas historias de crecimiento y de gestión, que utilicen la liquidez para reinvertirla y generar más retornos”, explica.
Aunque está convencida de que es un buen momento para los selectores de valores y el análisis fundamental, en la medida en que la macroeconomía pesa menos que en los últimos meses, su proceso de inversión incluye también un análisis del entorno. En general en la gestora británica utilizan un sistema que mezcla ambos sistemas, pues consideran que es clave tener una imagen general del contexto macroeconómico como marco desde el que tomar mejores decisiones de inversión a nivel individual.
Ese análisis macroeconómico ha hecho que Threadneedle haya cambiado su postura con respecto a la renta variable europea, desde infraponderar hasta una posición neutral, tanto por el incipiente crecimiento como por las atractivas valoraciones. “El crecimiento aún podría ser negativo este año pero en 2014 empezará a repuntar”, dice Steele, considerando algo de por sí positivo la salida de la recesión, aunque el crecimiento sea aún muy moderado. También considera que la situación en la Europa periférica está mejorando y camina hacia la normalización. “Ya se ha cambiado de dirección y ahora se camina hacia una situación más estable, tras la cual es cuestión de tiempo empezar a ver un crecimiento al alza”, dice con respecto a España.
Un entorno que favorecerá el gasto de las compañías, que empezarán a invertir de nuevo en capital y a generar crecimiento. “Intentamos no dejarnos llevar por el pánico de los mercados y estar siempre atentos a las expectativas de beneficios y al incremento del capex”, afirma. En este contexto de mayor crecimiento y saneamiento de los balances financieros, cree que la mejora apuesta en Europa son las compañías más cíclicas, que serán más rentables que las más defensivas. Y así ha movido su cartera: le gustan sectores como el financiero –por ejemplo, gestoras de activos británicas-, compañías industriales –por ejemplo, de la industria aeronáutica-, tecnológicas o de consumo discrecional (compañías automovilísticas como BMW, Volkswagen o Continental, o firmas de bienes electrónicos) e infrapondera las firmas de consumo básico o relacionadas con la salud. Entre las españolas, menciona la poderosa historia de Inditex, con un ritmo de crecimiento del 10%, así como algunos bancos (BBVA, Popular…) o Amadeus.
En general, cree que hay historias muy potentes que no cambian, como la de los bienes de lujo, razón por la que tiene en cartera a grandes jugadores globales en este segmento. Y no le preocupa la desaceleración emergente. “A pesar de la ralentización económica en China, el crecimiento seguirá fuerte y la demanda por bienes de lujo seguirá en el futuro, es una demanda atemporal”, dice.
Valoraciones atractivas
En cuanto a las valoraciones, considera que las acciones europeas aún están a buen precio y cuentan con atractivas rentabilidades por dividendo (“siempre habrá demanda hacia la rentabilidad”, dice). Además, los inversores tienen una baja exposición al activo, sobre todo los inversores americanos, que podrían incrementarla en el futuro en su búsqueda de calidad y liquidez. “La bolsa europea está barata y poco presente en las carteras, porque los asignadores de activos se han mantenido alejados de un mercado dominado por los políticos y la amenaza de ruptura del euro; pero ese riesgo ha quedado atrás”, añade.
El mejor escenario para las bolsas
Además de la situación de Europa, Steele considera que, en general, “el existente es el mejor escenario para la renta variable”. ¿Las razones? La recuperación del crecimiento y la reparación de los balances en las empresas del mundo desarrollado, la normalización del crédito y las políticas monetarias acomodaticias en un entorno de muy baja inflación. En su opinión, y aunque el proceso de tapering en Estados Unidos creará algo de volatilidad a corto plazo, el escenario es positivo para las bolsas. “Bernanke no tenía razones para retirar los estímulos cuando lo anunció, porque la inflación era muy baja, pero estaba poniendo a prueba a los mercados”, afirma, convencida de que su sucesión quedará en manos de Janet Yellen, que apuesta por políticas de relajación monetaria, lo que le hace prever un entorno de bajos tipos de interés durante más tiempo.