Richard Turnill es el estratega jefe global de BlackRock y dirige además, el equipo de inversión de renta variable global. En su comentario semanal de los mercados recuerda que, en lo que va de año, los bancos estadounidenses se han quedado rezagados respecto del mercado en su conjunto y de sus homólogos europeos.
Sin embargo, el equipo que lidera Turnill cree que esta tendencia ha cambiado y que las acciones de los bancos estadounidenses van a repuntar respaldadas por un crecimiento económico sostenido, la normalización de la política monetaria de la Fed y por las perspectivas de flexibilización normativa y el incremento de los pagos de dividendos.
“Los tipos altos tienden a ayudar a la rentabilidad de los bancos y están relacionados con un mejor comportamiento de los precios de las acciones. Pero las acciones de los bancos estadounidenses (línea verde) se dispararon a finales de junio, incluso pese a que el cambio esperado en la tasa de fondos federales (línea azul) se desplomó, como se muestra en el gráfico. ¿Por qué?”, se pregunta el estratega jefe de BlackRock.
El resultado de los test de estés anuales reveló que los bancos más grandes de Estados Unidos han limpiado su balance, lo que ha aumentado las esperanzas de los inversores de que se produzcan recompras de acciones y pagos de dividendos, estima el gestor.
“Es probable que los esfuerzos de la Fed para reducir su balance y normalizar las tasas causen que la curva de rendimientos se intensifique. Creemos que los inversores siguen subestimando, por un lado, el potencial de subida de los tipos y por otro, la posible subida de la curva de rendimientos, dos factores clave para la rentabilidad de los bancos”, afirma.
Otros posibles apoyos
El BlackRock Inflation GPS apoya este punto de vista, señalando un crecimiento sostenido por encima de la tendencia y sugiriendo que la reciente debilidad de la inflación será transitoria. Los bancos regionales estadounidenses destacan para la gestora como beneficiarios potenciales, ya que tienden a tener una mayor participación de sus negocios en servicios bancarios tradicionales como préstamos y depósitos que los competidores más grandes.
Otra posible ayuda podría llegar del entorno regulatorio, apunta Turnill.“La clave para que la desregulación financiera avance en Washington es la confirmación del principal regulador bancario de la Fed y su agenda de prioridades. Llenar las vacantes en agencias gubernamentales relacionadas con el sector financiero también será clave para que la desregulación gane tracción”, añade.
“Los analistas esperan que los beneficios de los bancos estadounidenses crezcan un 12,8% en 2018, pero nosotros creemos que ese número podría ser aún mejor. Los bancos globales en conjunto cotizan con un mayor descuento en el mercado que su promedio de 10 años. Los bancos de Estados Unidos cotizan con un descuento del 24%, en comparación con el 5% de los bancos europeos. Los bancos de la zona euro luchan con tipos de interés negativos, haciéndolos menos atractivos que sus pares estadounidenses”, concluye el gestor de BlackRock.