¿Qué se puede esperar para el corto y mediano plazo en términos de inversiones?, se pregunta Diego Figueroa, gerente de estrategia de LarrainVial Asset Management, quien analiza los meses a venir y formula algunas recomendaciones a los inversores en el blog de la entidad chilena.
“Al cumplirse ya diez años de la crisis subprime, podemos revisar lo que ha pasado en la última década y proyectar lo que esperamos para los próximos años y en particular para 2018. La última década ha sido una montaña rusa para los mercados. Luego del famoso 666 al que llegó a transar el S&P500 en marzo de 2009, el principal indicador accionario de Estados Unidos ha acumulado casi un 300% de rentabilidad, incluyendo los dividendos. Este ha sido uno de los períodos de mayor crecimiento para las acciones norteamericanas en la historia”, escribe Figueroa.
Pero no todas las regiones han disfrutado de la misma bonanza, destaca el analista: “ En Europa, tuvimos que superar una crisis a mediados de 2011, amenazas del término de la Zona Euro, del fin de la moneda común y una situación precaria para el sector bancario, lo que nos tuvo en vilo durante varios meses”.
El gerente de estrategia de LarrainVial Asset Management considera que lo que ocurre en los mercados emergentes ha sido aún más interesante: “Durante años, la situación de esta región estuvo en tela de juicio: los cinco frágiles, la situación en Rusia, que incluyó un castigo por parte de las agencias clasificadoras de riesgo, la política y corrupción de Brasil, y el fin del mega-ciclo de los commodities, pusieron su cuota de nerviosismo en los inversionistas de esta clase de activo.
Incluso el alza que vimos en Estados Unidos no ha estado exenta de baches. No debemos olvidar el famoso “Tapper Tantrum”, el “shutdown” del gobierno y el “crunch” de crédito de fines de 2015”.
“No obstante,el año pasado la situación cambió. Comenzamos a experimentar unperíodo consistente y sincronizado de crecimiento, con inflación controlada, política monetaria acomodaticia, reducción de percepción de riesgo y crecimiento de utilidades a nivel global. Este fue conocido como el escenario de “ricitos de oro”, que fue coronado con un 2017 de fuerte crecimiento y altas utilidades en los mercados de riesgo. Ya no vemos este escenario de “ricitos de oro”. No obstante, estamos lejos de que vuelvan los osos. La principal amenaza que existe sobre la economía es la política monetaria. Con años de política acomodaticia, los analistas se preguntan qué sucederá una vez que los estímulos comiencen a disminuir”, explica Figueroa.
Las valorizaciones no están particularmente atractivas, en especial en algunos mercados desarrollados. Sin embargo, las expectativas de crecimiento de utilidades siguen fuertes y esto debería contrastar, en parte, las altas valorizaciones. Esto se traduce en expectativas de retorno por debajo de lo que hemos venido viendo en los últimos años, aunque hay buenos datos igual.
“Si bien es cierto que el “rally” acumula varios años, superando el promedio histórico de meses sin una corrección de 5%, lo cierto es que los mercados al alza no mueren por vejez, sino que necesitan de un catalizador que gatille una corrección severa. Es más, salir antes de tiempo de los activos de riesgo puede ser una decisión difícil. Un estudio demostró que salir de acciones tres meses antes del máximo implica una pérdida de 7% en la rentabilidad de una cartera. El mismo porcentaje que en promedio pierde una cartera tres meses después de haber alcanzado el monto máximo”.
Hoy, más que nunca, ser activo y monitorear los riesgos se convierte en un imperativo, considera LarrainVial. La cartera con la que comenzaremos 2018 no necesariamente será la cartera con la que terminaremos el año: nuevos riesgos, incertidumbres o catalizadores positivos se pueden apoderar del mercado.
“El riesgo no solo es la política monetaria y las valorizaciones. También existen temores geopolíticos, desaceleración por parte de algunos países emergentes (muy notablemente China) y bajo nivel de tasas. Por otro lado, la probabilidad de avances en la reforma impositiva de Estados Unidos, elecciones favorables en ese país (las denominadas de “medio tiempo”), Italia, Brasil, Colombia y México pueden dar un nuevo impulso a los mercados globales”.
Figueroa concluye que: “Tal como ha sido la tónica en la última década, los próximos diez años asoman como desafiantes para el mundo de las inversiones. La montaña rusa que vivimos en los mercados globales es probable que se vuelva a repetir. Inicialmente no esperamos que 2018 sea el año de la primera caída, aunque las expectativas son algo más moderadas. Esto nos hace estar más cautelosos, monitoreando los riesgos y recomendando un enfoque “multi-activo” para las inversiones, con el nivel de riesgo adecuado para cada inversionista. Es fundamental que las personas conozcan su tolerancia al riesgo y que la tomen en cuenta a la hora de seleccionar el vehículo idóneo para acceder a sus inversiones”.