Como resultado de las políticas de los bancos centrales, José Luis Jiménez, director de March Gestión, cree que seguiremos en un entorno de bajos tipos de interés de referencia que influirán en los tipos del mercado monetario. Por eso, “a diferencia del año pasado, habrá menos alternativas atractivas a los activos referenciados al Euribor”. Así, explica que los depósitos bancarios ofrecen menores rentabilidades (como promedio, se sitúan en 1,5%) y la rentabilidad de las letras españolas está por debajo del 1%. Por eso, considera que se pueden encontrar posiciones en pagarés a corto plazo de empresas de la Europa periférica que pueden ofrecer una rentabilidad de alrededor del 2,5%. Los fondos de retorno absoluto también son una alternativa con mejor expectativa de rentabilidad.
En cuanto a la deuda pública, descarta la inversión en países como Alemania (“por su baja rentabilidad y el riesgo de subida de tipos de interés”) y, en España, señala que aunque no ven fuertes aumentos de la prima de riesgo, tampoco creen en un descenso sustancial. En ese contexto, la deuda española mantiene atractivo por rentabilidad pero tiene menor recorrido potencial de revalorización y podría en algunos momentos volver a tensionarse. “Recomendamos aprovechar los momentos de tensión en el mercado para comprar bonos españoles”, dice. En cuanto a los bonos de otros países periféricos, presentan mayor rentabilidad “aunque suponen un mayor riesgo”.
En cuanto a la deuda privada, Jiménez recuerda que las primas de crédito se sitúan en niveles cercanos a sus promedios históricos y que el crédito no ofrece atractivo por el bajo nivel de los cupones. Además, los bonos de alta calidad crediticia son vulnerables a las subidas de tipos, ya que el recorrido a la baja de los diferenciales es limitado y no compensaría esa subida. Los bonos high yield tienen mayor margen para contrarrestar la subida de tipos base, “pero están más expuestos a ventas indiscriminadas si, ante la retirada de estímulos, la aversión al riesgo aumenta”. Recuerda que los bonos emergentes “han recibido un duro castigo y podrían revalorizarse, especialmente la deuda corporativa emergente en dólares, aunque también son vulnerables a los accesos de aversión al riesgo”. Los bonos convertibles siguen siendo interesantes por su carácter híbrido, con su exposición a la renta variable como factor de apoyo.
Bolsa: potencial de crecimiento de beneficios
La bolsa sigue teniendo potencial de revalorización en un entorno en el que el crecimiento de beneficios globales en 2014 se estima sea del 11% y la revisión a la baja de beneficios está disminuyendo. En su repaso, Jiménez también destaca que “las rentabilidades por dividendo continúan en niveles atractivos sobre todo en Europa. No prevemos que las empresas reduzcan sus dividendos. Las bolsas seguirán soportadas por la liquidez provista por los bancos centrales y la falta de alternativas rentables para los inversores”.
Por zonas geográficas, Banca March sigue confiando en la recuperación de los mercados europeos y en el carácter defensivo de la bolsa de Estados Unidos y apuesta por una gestión dinámica y activa: las correlaciones entre los activos han disminuido considerablemente por lo que los productos que intentan crear valor independiente de la evolución de los índices tienen más margen de acción, según el análisis de Banca March.
Estabilización de materias primas
En un contexto de tipos de interés reales al alza y mayor crecimiento, el oro puede seguir subiendo por demanda pero no como activo refugio. “Se espera que el precio se mantenga alrededor de los niveles actuales”, explicó el director de March Gestión quién también dijo esperar una “estabilización en los metales industriales, ya que aumentará la demanda como resultado del mayor crecimiento pero también ha aumentado la producción, por lo que será un juego entre estas dos fuerzas opuestas lo que mantendrá el precio de la mayoría de los metales en niveles parecidos a los actuales”.
Tipos en mínimos
Toda esta visión se sustenta en un escenario de tipos en mínimos y el apoyo de los bancos centrales. “Si la normalización del crédito no avanza, el BCE volvería a realizar inyecciones de liquidez a largo plazo y/o se plantearían nuevas medidas (tipo de depósitos en negativo, compras de activos o incentivos directos a préstamos a las pymes)», explica Miguel Ángel García, director de Estrategias de Mercados de Banca March.
En cuanto a la Fed, se espera que comience a reducir gradualmente su programa de compra de activos, ante la mejora de la actividad y del empleo, como ya ha comenzado a hacer. Sin embargo, los tipos oficiales permanecerán invariados hasta al menos 2015: “La moderada inflación y los riesgos para el sector inmobiliario de un aumento demasiado rápido de los tipos de interés motivarán el mantenimiento de una política monetaria expansiva por parte de la autoridad”.
El riesgo en emergentes
En este contexto, las economías emergentes afrontarán dos riesgos, según Banca March: el primero, la retirada de los estímulos de la Fed y sus efectos en los flujos de capitales. Las economías más vulnerables a riesgos externos son aquellas con un déficit por cuenta corriente más elevado al depender en mayor medida de los flujos de capital externos. Por ejemplo, Brasil. Además, la agenda política será intensa entre algunas de las grandes economías que tienen una mayor vulnerabilidad externa: India, Turquía, Sudáfrica y Brasil celebrarán elecciones en 2014.
En segundo lugar, afrontarán el riesgo de desaceleración, que se prevé que toque fondo en la primera mitad de 2014 debido a la mejora de la demanda externa y la estabilización de las tensiones financieras. Asimismo, la mayoría de bancos centrales de estas economías han implementado políticas de estímulo en la segunda mitad de 2013.