Uno de los mensajes clave del foro sobre Asia celebrado por Allianz Global Investors recientemente en Berlín es que invertir en el continente es ir mucho más allá de China. Aunque el gigante asiático ofrece oportunidades de inversión que no se pueden ignorar y ha subido con fuerza en los últimos meses, en sintonía con otros mercados como India –mercado del que habló el gestor Siddharth Johri– o Corea, revalorizados todos ellos cerca de un 30% en los últimos doce meses, también hay otros que ofrecen gran potencial.
Así, más allá del Asia más desarrollada, están los países emergentes dentro del continente, emergentes dentro de los emergentes, o mercados frontera. Dennis Lai, gestor senior de Allianz GI, habló de las oportunidades en mercados frontera en Asia, mercados en crecimiento con características muy favorables de demografía, oportunidades de consumo, infraestructuras y crecimiento del PIB.
Sin contar con los beneficiosos efectos que genera China (y otros países más desarrollados de Asia) en algunos de estos mercados, el auge de las políticas de desarrollo e investigación y la mejora en sus fundamentales y calidad crediticia desde un punto de vista de la inversión (que hace mejorar la percepción del riesgo).
La estrategia de Allianz GI que invierte en el asia emergente y de mercados frontera aprovecha el potencial de estos mercados y se centra en segmentos de crecimiento (como consumo, servicios, tecnología e infraestructuras, menos presentes en los índices pero que irán ganando tracción) y evita los tradicionales (utilities, financieras, salud…), en una estrategia con convicción que selecciona entre 60 y 80 nombres.
Y también se basa en temáticas: por ejemplo, al gestor le gusta el tema de la inversión en automatización y el hecho de que Asia sea parte fundamental en la cadena de suministro para las firmas de robótica occidentales; también, el tema de la venta de componentes para automóviles a la industria de la OCDE; o el tema aeroespacial, pues el continente también proporciona componentes a grandes firmas occidentales.
Pakistán, Vietnam o Sri Lanka son algunas de las próximas economías que, según el gestor, estarán entre las que más crecerán.
La estrategia de Allianz GI invierte en nombres que también aportan una gran diversificación a las carteras por su descorrelación con otros mercados asiáticos, pues sus fundamentales y su ciclo están en un momento diferente, más temprano, que el de otros mercados más desarrollados de Asia.
Además, son mercados poco conocidos y los flujos de salidas de emergentes afectan mucho menos: “Somos positivos en Asia y en los mercados más pequeños, donde vemos oportunidades muy interesantes”, apostilla el gestor.
El potencial de Asia
Stefan Scheurer, economista de Asia Pacífico de la gestora, también recordaba en el evento que Asia no es solo China, sino un vasto continente que se extiende desde Japón hasta Australia y que incluye muchos mercados y variados. Entre todos, la población es mayor a la de Europa más América juntas, con 4.000 millones de personas, un 60% de la población mundial, y que supone más de un 35% del PIB del mundo… una tendencia que está al alza, pues en 2020 podría suponer un 42%.
En este contexto, China se ha convertido en uno de los mayores estandartes y defensores de la globalización, y a pesar de Trump y sus intentonas proteccionistas, los expertos estiman que el comercio internacional (intra regional e inter regional) seguirá creciendo, impulsado por el TPP (del que EE.UU. no forma parte).
Según el experto, el continente seguirá creciendo, impulsado por la productividad y la innovación en el caso de China o India, con grandes cantidades de patentes; en cuanto al problema de deuda, señala que hay potencial para aumentar el apalancamiento, puesto que es un problema en China pero no en otras economías del continente. Además, el perfil de población y demografía es más favorable en países como India, Indonesia o Filipinas que en China, lo que deja mayor potencial de crecimiento en esas economías. Con todos estos factores, el experto augura una continuidad del crecimiento en Asia, por encima de los mercados desarrollados, y también impulsado por la condición del continente de “relativo ganador de la desglobalización”.