Sol Hurtado de Mendoza, directora de BNP Paribas AM para Iberia, señala que a pesar de las divergencias en lo que a las políticas monetarias se refiere, la continuada recuperación de los mercados desarrollados (apoyada por la Unión Europea y Estados Unidos) debería ayudar a una mejoría del crecimiento en los mercados emergentes.
En el último año, la combinación de una recuperación, que muestra un potencial de crecimiento todavía por debajo de su media histórica, junto con una menor inflación permitió a los bancos centrales de muchos mercados emergentes continuar relajando su política monetaria, incluso conforme los bancos centrales de los mercados desarrollados, liderados por la Reserva Federal de Estados Unidos (la Fed), comenzaron a girar hacia políticas restrictivas (ver gráfico).
Los recortes más fuertes fueron realizados en economías con gobiernos con unas altas tasas de rendimiento, como Brasil, Colombia, Rusia, Chile, Perú e Indonesia. Los bancos centrales de India y Sudáfrica también recortaron sus tasas de interés.
2018: los posibles desarrollos en mercados emergentes
La expectativa es que la Reserva Federal realice un giro a mediados de 2018 para proyectar un total de cuatro subidas en la tasa de fondos federales en el año. Mientras que, muy por detrás de la Fed en el ciclo monetario, el Banco Central Europeo parece estar en el camino de reducir su expansión cuantitativa en el cuarto trimestre de 2018, y realizar la primera subida de tasas del ciclo a comienzos de 2019.
Al mismo tiempo, el líder chino, Xi Jinping, se encuentra en una posición más fuerte políticamente, permitiéndole abordar con más fuerza el crédito interno del país y los desequilibrios relacionados con la deuda.
La combinación de estos factores parece dejar la deuda de mercados emergentes denominada en moneda local y sus divisas más vulnerables en comparación con el año anterior. Cabe añadir que el elevado grado de proteccionismo se relaciona con el aumento de la volatilidad en el mercado y la incertidumbre política en las economías desarrolladas -por ejemplo, las continúas negociaciones del Brexit, la dificultad de Italia para formar gobierno y las elecciones de mitad de mandato de Estados Unidos que tendrán lugar más adelante en el año, así como el denso calendario de elecciones de los mercados emergentes, podrían hacer que el caso para posicionarse en deuda y tipos de cambio de mercados emergentes sea discutiblemente menos brillante. Dicho esto, desde una perspectiva macroeconómica, los mercados emergentes siguen en su momento más dulce, con una baja y contenida inflación a nivel histórico y una recuperación del crecimiento que sigue alcanzando un ciclo de crecimiento más maduro en los mercados desarrollados.
La política monetaria diverge entre mercados desarrollados y emergentes
Sin duda, con la mayor parte del ciclo de relajamiento monetario ya realizado en los mercados emergentes, la divergencia en política monetaria entre mercados emergentes y desarrollados de este año debería limitarse a los mercados emergentes de alto rendimiento.
Por ejemplo, este año, se ha visto como Brasil, Colombia Perú, Rusia y Sudáfrica recortaron aún más su política de tasas. Sorpresas a la baja en la inflación, con los principales y más volátiles componentes de la cesta del índice de precios al consumidor, tales como la comida y la energía, siendo much más estables. Esto podría significar que los bancos centrales de los mercados emergentes podrán de forma eventual disminuir sus estimaciones en su tasa de política neutral. Esto representa que los rendimientos de los mercados emergentes podrían seguir reduciéndose según las expectativas de giro de política
En el lado positivo, los países con un menor rendimiento como México, República Checa, Rumania, Corea del Sur y Malasia han comenzado una política restrictiva suave y gradual, estrechando el diferencial en tasas. En India, Tailandia e Israel, los respectivos comités de política monetaria, a la vez que se encuentran en un modo de espera, han mostrado señales incipientes de una disidencia más restrictiva.
¿Qué factores podrían prolongar o interrumpir esta divergencia en política monetaria?
Para aquellas economías con un superávit comercial y un nivel de rédito menor como Corea del Sur, Taiwán y Tailandia, incrementaron el ruido de la guerra comercial y de divisas por parte de la administración del presidente Trump, pudiendo afectar la confianza del inversor y causar una mayor volatilidad en el mercado. Esto podría mellar su impulso de crecimiento y por lo tanto retrasar el ritmo de un ajuste restrictivo en sus políticas monetarias.
Para aquellas economías con un menor nivel de rédito y una alta beta ligada al crecimiento de la eurozona (Polonia, la República Checa, Hungría y Rumanía), donde el crecimiento salarial y los mercados de trabajo parecen encontrarse en su momento más restrictivo en años y su brecha del producto parece estar ahora cerrada, la tolerancia de los bancos centrales a una creciente inflación probablemente significa un potencial repunte desordenado seguido de una agresiva política de ajuste.
Política doméstica
Brasil y Sudáfrica son los ejemplos más recientes donde los escándalos de corrupción han sido el principal impulsor del cambio, permitiendo a los bancos centrales relajar sus políticas monetarias gracias a unas reformas fiscales restrictivas y una postura de reforma pro-estructural. En Rusia, por otro lado, una postura fiscal más restrictiva ha sido uno de los mayores impulsores desinflacionarios, permitiendo que los bancos centrales recortaran sus tasas de política monetaria. En BNP Paribas creen que existen riesgos de que se incurra en unas políticas fiscales más laxas, limitando el alcance para una mayor relajación monetaria.
Para aquellas economías con un mayor nivel de rédito y actividad exportadora en América Latina hay una amplia holgura en las economías regionales, pero muestran unos efectos de base con un menor apoyo después del primer trimestre de este año, lo que puede significar que la inflación podría aumentar, aunque sólo de forma gradual. Esto podría permitir a los bancos centrales o bien recortar sus tasas algo más, o dejar su política en espera por más tiempo.
Desde una perspectiva externa, una normalización somera en materia de política monetaria en los mercados desarrollados -siempre que esto vaya acompañado de un mayor crecimiento que se extienda al crecimiento de los mercados emergentes, no debería ser demasiado disruptivo para los activos de los mercados emergentes.
Un crecimiento mayor en este año en comparación con 2017
Aunque se haya visto otra desaceleración en el conjunto del crecimiento del PIB del cuarto trimestre de 2017, con respecto al trimestre anterior, los niveles de crecimiento en el primer semestre de 2017 fueron revisados al alza.
También se deben tener en cuenta factores domésticos que afectaron de forma aislada al crecimiento de los mercados emergentes en 2017
- En India, el crecimiento fue interrumpido por la introducción de la reforma fiscal sobre bienes y servicios, que debería ser positiva para el crecimiento en el medio plazo.
- En Rusia, hubo grandes oscilaciones en las exportaciones de gas, que fueron fuertes en el primer trimestre, pero débiles en el segundo -una bajada en la producción del combustible nuclear en el cuarto trimestre de 2017 y una menor consecución de armas.
- En Sudáfrica, donde la lucha por el liderazgo pesó sobre la confianza y el crecimiento empresarial, aunque un nuevo liderazgo es siempre visto como un resultado estructural positivo para el crecimiento a medio plazo.
- México se vio afectado por un fuerte terremoto.
- En Chile, la incertidumbre de las elecciones detuvo la inversión.
- Y, el cierre de refinerías en Uruguay afectó a la producción de crudo.
Expresado de otro modo, si estos factores no hubieran existido, el crecimiento de los mercados emergentes habría sido probablemente más fuerte en 2017. Una vez desaparecidas estas disrupciones aisladas, la continuación de la tendencia de recuperación en los mercados desarrollados, liderada por Europa y Estados Unidos, debería servir de apoyo para los mercados emergentes y por lo tanto en determinados mercados de divisa local.