De acuerdo con Daniel Wood, senior portfolio manager de deuda emergente en moneda local de NN Investment Partners, después de un comienzo de año lleno de acontecimientos, que en su opinión se puede dividir en dos sentimientos, ahora es un buen momento para revisar cómo ha evolucionado la deuda emergente en moneda local de manera independiente y frente a las otras clases de subactivos en los mercados emergentes.
Del 31 de diciembre al 25 de enero: «un comienzo optimista del año»
Los flujos hacia la deuda de los mercados emergentes fueron fuertes en este período. «El optimismo fue alto, impulsado por el crecimiento global sincronizado y el elevado apetito de los inversores por la exposición a mercados emergentes», menciona Wood. Durante este período, los bonos locales obtuvieron un 5,1% en dólares sin cobertura, en comparación con un 3,3% para la moneda local y un 0,25% para monedas desarrolladas. Wood destaca dos cosas durante este período:
- Los rendimientos de los bonos locales fueron notablemente resistentes incluso cuando el rendimiento de los bonos del Tesoro de EE.UU. aumentó sustancialmente.
- Los diferenciales compensaron el aumento en los rendimientos de los bonos del Tesoro.
En un entorno de riesgo, la moneda local disfrutó de fuertes rendimientos positivos durante el período, con el componente de tipo de cambio de la rentabilidad solo por debajo del de los bonos locales. «En esta etapa, los inversores en bonos locales y divisas desarrolladas no fueron castigados en exceso por mantener una mayor duración, a pesar del aumento las tasas del Tesoro en toda la curva», menciona Wood.
26 de enero – 31 de mayo: los mercados se vuelven amargos
«A medida que los temores del mercado comenzaron a crecer debido a los auntos sobre el comercio y los riesgos geopolíticos, y cuando los índices de sorpresas económicas en Europa y los mercados emergentes siguieron un rastro menor, los precios de los activos comenzaron a caer», comenta. Durante este período, los márgenes de las monedas desarrolladas se ampliaron de 263 a 344 puntos básicos, lo que contribuyó a las pérdidas totales del año de hasta un 4,06% para la clase de activo.
Después de haber demostrado una fuerte capacidad de recuperación, los rendimientos en bonos locales también registraron un mayor aumento, subiendo en más de 35 puntos básicos, hasta el 6,41% a fines de mayo. Desde su máximo del 25 de enero, los bonos locales cayeron más del 9%, con lo que las pérdidas totales del año a cierre de mayo llegaron al 4,55%.
Las acciones de los mercados emergentes también registraron fuertes pérdidas, cayendo más del 10% desde su máximo de enero. Por el contrario, las monedas locales cerraron mayo solo un 1,81% abajo, demostrando una vez más su resistencia a un entorno de mercado global más volátil.
¿Por qué las divisas locales han sido tan resistente a las recientes dislocaciones del mercado?
De acuerdo con Wood, la baja duración del índice de referencia en moneda local aislaría a la clase de activo del creciente riesgo de rendimientos crecientes de los bonos del mercado desarrollado, además de que la composición más favorable y de mayor calidad del índice de referencia arrojaría buenos retornos en condiciones de mercado favorables, al tiempo que ofrecería cierta protección a los inversores si el sentimiento de riesgo se deteriorara, por razones como que el índice de moneda local tiene una menor exposición a los países deficitarios como Turquía y Argentina y una mayor exposición a Asia.
«Seguimos creyendo que la baja duración y la composición monetaria más favorable del índice en moneda local le permitirán continuar superando a los bonos locales en los próximos trimestres. La sensibilidad del riesgo de duración de las monedas desarrolladas y bonos locales al alza de las tasas se ha incrementado significativamente en los últimos meses a medida que se han reducido los diferenciales de las tasas de interés con los bonos del Tesoro de los EE.UU. Con las sorpresas de inflación al alza en los datos europeos, es solo cuestión de tiempo antes de que el BCE empiece a detener su programa de QE, lo que apuntalará una tendencia al alza en los rendimientos de los mercados desarrollados. Con una calificación promedio estimada de A-, un gran superávit de cuenta corriente ponderado de referencia, un fuerte crecimiento y un conjunto de bancos centrales que generalmente buscan elevar las tasas, creemos que la composición del índice de monedas emergentes generará fuertes rendimientos para los inversores en los próximos trimestres sin la necesidad tomar el riesgo de duración», concluye Wood.