Los mercados sufrieron en el segundo trimestre del año, y sobre todo ante el Brexit decidido por los británicos el pasado 23 de junio, que provocó la mayor caída de la historia en la bolsa española (de un 12,35%). Pero en Magallanes Value Investors están logrando sortear este entorno con éxito y proteger el capital de los inversores, con el Magallanes Iberian Equity subiendo más de un 5% desde su inicio. En su última carta trimestral, correspondiente a finales de junio, su director de Inversiones, Iván Martín, explica sus secretos: la buena evolución de gran parte de las compañías en cartera, ausencia total de bancos y niveles de liquidez.
“La liquidez en cartera cobra un valor especial en momentos de alta incertidumbre ya que nos da la flexibilidad de poder comprar empresas penalizadas de una forma rápida y efectiva”, dice. Así ocurrió por ejemplo durante la sesión posterior al día del Brexit, pues gracias a tener liquidez en cartera, alrededor del 10%, pudieron comprar algunos valores que cayeron de forma significativa.
Con respecto a la banca, Martín asegura que les gustaría ser más positivos, “pero la realidad al respecto sigue siendo dura. Las razones históricas que nos llevaron a evitarlo siguen vigentes: tipos de interés bajos, ausencia de crecimiento del crédito y balances con un nivel de bonos de gobierno muy superior a la cifra de fondos propios. Todo esto retroalimenta el mal crónico de la banca, falta de generación de beneficios saludable y mala capitalización. Cabría añadir el riesgo implícito no reconocido al tratar desde el punto de vista regulatorio los bonos de gobierno en balance como riesgo cero, algo difícil de creer”, añade.
Además, explica que su inquietud por el sector bancario va más allá de la situación actual. “El sector, como modelo de negocio tradicional, está en claro riesgo de disrupción por la transformación de negocio que nuevos jugadores de mercado están llevando a cabo. Hoy, gracias en gran medida al avance de la tecnología y a la liberalización del sector, es posible entre otras cosas, realizar pagos con dispositivos móviles, comprar fondos de inversión o contratar seguros de vida fuera del circuito tradicional de la banca. La actual estructura sobredimensionada de la mayoría de bancos nos hace tener una visión cuanto menos cauta y escéptica sobre su capacidad de adaptación a futuro”, añade.
Razones para invertir en bolsa
En su carta, Martín ofrece razones para invertir en bolsa a pesar de la volatilidad: “La política monetaria de tipos bajos promovida por los principales bancos centrales ha ocasionado la existencia de más de 13 billones de dólares en bonos con rentabilidad negativa a nivel global, algo más de 10 veces el tamaño de la economía española. Una situación como la actual es ciertamente compleja, hasta cierto punto irracional, haciendo muy difícil intentar averiguar cuáles serán las consecuencias a futuro”, advierte. Y lo considera “considerablemente preocupante” si lo combinamos con un nivel todavía alto de deuda de los principales países desarrollados, una crisis crediticia en China, el auge de corrientes populistas en el mundo y el posible debilitamiento institucional de Europa después del Brexit.
En la gestora, a diferencia de otras entidades que centran centra sus esfuerzos en vaticinar cuál será el desenlace, más o menos desastroso, de una situación singular como la actual, optan por buscar buenas compañías, con la paciencia, el largo plazo y el análisis detallado como consignas. “Esta complejidad actual del mundo invita a ser, más que nunca si cabe, moderados, racionales y templados. Siempre con el foco puesto en la búsqueda de empresas cuya apreciación en valor a largo plazo dependa de sus propios fundamentales. Afortunadamente el éxito en el proceso de inversión de Magallanes no se basa en el grado de acierto de eventualidades a futuro, sino en la habilidad de comprar buenos negocios a buenos precios independientemente del momento actual de mercado”, dice Martín.
Este entorno, dice, genera oportunidades para inversores como Magallanes: “La fuerte volatilidad e incertidumbre actuales está transformando estos atributos en ansiedad, cortoplacismo y superficialidad para la mayoría de integrantes de mercado. Esta divergencia genera oportunidades únicas para inversores como nosotros. Hemos aprovechado las fuertes oscilaciones en precios para comprar y vender algunas empresas en cartera”, comenta.
Movimientos en las carteras
Entre esos movimientos, explica que en junio vendieron la posición total en EMMI AG, dueña de las marcas Kaiku y Caffè-Latte al alcanzar su valoración objetivo. Compraron Savencia SA, grupo alimentario internacional perteneciente a la familia Bongrain -líder mundial en la transformación de leche, segundo mayor productor de queso en Francia y quinto a nivel global-, al combinar una palestra de productos de primer nivel junto con una valoración muy atractiva de la compañía en su conjunto, que comparada con empresas tipo Nestlé, Danone o la propia EMMI podría alcanzar una revalorización de más del doble de la cotización actual. En el fondo ibérico compraron Meliá Hotels.
“Invertir en empresas cuyos productos son deseados por sus clientes es un aspecto distintivo del proceso de inversión de Magallanes. Descubrimos EMMI AG por la calidad de sus productos sin lactosa, Savencia por la oferta variada y el buen sabor de su queso fresco y Meliá por lo placentero de pasar unas buenas vacaciones en alguno de sus hoteles del Caribe”, explica Martín.