El rally de la deuda de mercados emergentes se mantuvo en el segundo trimestre, aunque las ganancias se moderaron ligeramente con respecto a la fuerza mostrada en los tres primeros meses del año. Para los expertos de Eaton Vance, el repunte parece estar impulsado más por los factores técnicos que por los fundamentales, conforme los inversores continúan su búsqueda de rentabilidad .
La deuda soberana en moneda local tuvo un rendimiento total del 3,6%, impulsada principalmente por la fortaleza del euro frente al dólar y de los beneficios del carry obtenidos por las bajas tasa de interés y las inversiones en activos que proporcionan mayores rendimientos.
La deuda soberana externa denominada en dólares avanzó un 2,2%, gracias al estrechamiento de los diferenciales frente a los bonos del Tesoro de Estados Unidos, así como al repunte de los propios bonos. Los mismos factores ayudaron también a la deuda corporativa denominada en dólares 2,0%, y también se benefició de la compresión del spread frente a la deuda soberana.
Una señal clara de la fuerza técnica del rally se puede ver en los eventos negativos sucedidos a lo largo del trimestre y que los inversores lograron ignorar. Entre ellos se encuentran las renovadas tensiones políticas en Brasil, el embargo regional sobre Qatar, el deterioro de las relaciones entre Estados Unidos y Rusia, y la caída de los precios del petróleo.
El mercado, en máximos
Al mismo tiempo, el equipo de Gobal Income de Eaton Vance, señala una serie de transacciones llevadas a cabo en el segundo trimestre que la firma ve como señales de que el mercado está tocando ya su punto más alto. Lo primero de la lista sería la reciente colocación de deuda a 100 años de Argentina. En el entorno actual de escasez, la oferta recibió una demanda tres veces superior, con un rendimiento del 7,9%. Otros signos, serían las subastas de deuda de Maldivas, Nigeria y Bielorrusia.
De cara al futuro, Eaton Vance estima que la deuda corporativa continúa ofreciendo un pobre valor en general ya que los niveles de spread entre empresas y deuda soberana no proporcionan una compensación suficiente para el riesgo.
“El panorama en la renta fija de los mercados emergentes sigue siendo un desafío, ya que es el mercado más expuesto a las tres grandes incertidumbres: China, el petróleo y la Fed. El margen de ganancias adicionales por el endurecimiento del spread del crédito soberano es limitado, mientras que los factores fundamentales en los países emergentes son cada vez más preocupantes, particularmente en África”, apuntan desde la gestora.
“Con los diferenciales de los tipos de interés entre los mercados emergentes y los desarrollados cerca de diferencia más amplia en 10 años, las tasas de los emergentes siguen siendo el factor de riesgo más atractivo a pesar de la posibilidad de que los rendimientos globales suban”, concluyen.
Después de una fuerte primera mitad de 2017, la búsqueda de valor en la deuda de los emergentes requerirá un cuidadoso análisis fundamental debido a que el riesgo de una oleada de ventas está aumentando.