El descenso en el precio del petróleo en los últimos días ha sorprendido a los inversores, pese a que existen razones que justifican este movimiento. Vontobel AM considera que estas caídas se han producido fundamentalmente por el aumento de la producción, que ha provocado un fuerte aumento de las reservas.
“En la caída del precio también ha influido el temor de los mercados a una posible desaceleración económica que podría deprimir la demanda en los próximos meses”, señala Jon Anderson, el jefe de Commodities de la compañía de gestión de activos. Su escenario base es que los precios se muevan en el rango de 65-85 dólares el barril en los próximos meses.
Sin embargo, advierte de que, si se dan algunas circunstancias, podríamos volver a ver cómo el barril de Brent alcanza de nuevo la cota de 100 dólares, un precio que, según Anderson, muchos actores del mercado habían descartado como posibilidad para el futuro en los momentos en los que el barril llegó a bajar de los 20 dólares hace unos años.
En concreto, Vontobel AM establece seis circunstancias que podrían hacer que el Brent se sitúe por encima de ese umbral. La primera de ellas es que las refinerías están incrementando la producción después de un periodo de un mantenimiento intenso en los últimos meses, lo que incrementa la demanda de petróleo.
La segunda es que, ahora que se han terminado las elecciones de mitad de mandato en Estados Unidos, es probable que el presidente Donald Trump ya no esté interesado en presionar a la OPEP para que produzca a la máxima capacidad y tratar de que baje el precio de la gasolina. “En cambio, podría adoptar una postura más dura sobre las sanciones a la exportación de Irán y restringir las exenciones temporales que obligarían a China, India y la UE a reducir significativamente las importaciones iraníes en los próximos 180 días”, apunta Anderson. En este escenario, las exportaciones de crudo iraní caerían en aproximadamente 1,5 millones de barriles al día, lo que reduciría la oferta mundial.
Por otro lado, Vontobel AM apunta que, con la reciente corrección de precios y el debilitamiento de la presión para frenar esta evolución del petróleo, la OPEP podría comenzar a discutir las cuotas nuevamente en su próxima reunión del 6 de diciembre.
Además, señala otro posible factor: aunque los datos de creación de empleo no agrícola superaron las expectativas en noviembre y las ganancias promedio por hora en Estados Unidos aumentaron en un 3,1% interanual, la Fed podría ver cómo la concurrencia de varios factores (un dólar más fuerte, el debilitando del crecimiento mundial y los precios del petróleo) se convierten en motivos convincentes para modificar su política monetaria y hacerla más agresiva. Un escenario de subidas de tipos menos pronunciadas es negativo para el dólar y, por lo tanto, positivo para los productos básicos denominados en dólares, como el petróleo.
Anderson también afirma que una posible solución a la disputa comercial entre Estados Unidos y China en la reunión del G20 a finales de noviembre en Buenos Aires, así como la implementación de medidas anticíclicas por parte del Gobierno chino para impulsar la economía del país podrían ser positivos para la demanda y los precios del petróleo crudo.
El sexto y último factor al que apunta es que, a nivel global, hemos alcanzado mínimos históricos en la capacidad de reserva de crudo, lo que hace que sus precios sean muy sensibles a las interrupciones.
Con todo, según los análisis de Vontobel, el barril de Brent podría alcanzar los 100 dólares durante 2019. Eso sí, a su juicio, esto solo ocurriría si se produce una interrupción de entre 0,5-1 millones de barriles del suministro global, ya que la capacidad de reserva mínima no podría compensar esta brecha.