Después de un primer semestre que logró un crecimiento de 3,6% para la economía peruana, la expectativa de BCP es que la segunda mitad del año traiga consigo una desaceleración, llegando a una expansión de sólo 1,6%. Esto, señalan de la firma local, debido a una combinación de factores externos e internos.
El gerente del Área de Estudios Económicos de la firma, Carlos Prieto, señaló que los riesgos externos –como la desaceleración de los socios comerciales de Perú–, la probable recesión en Estados Unidos y la caída del precio del cobre, así como la incertidumbre local apuntan, a un menor crecimiento de la economía local.
Además, según precisó el ejecutivo a través de un comunicado, un lento crecimiento del PIB en el cuarto trimestre de este año puede marcar la pauta de un 2023 más débil que el 2022. Mientras que la economía crecería entre 2,5% y 3% este año, el próximo traería una expansión de entre 2% y 2,5%.
“Un crecimiento tan bajo es insuficiente para generar un proceso virtuoso de expansión de la clase media y mayor movilidad social”, indicó el profesional en la nota de prensa.
A esto se suma el componente inflacionario. “La inflación se ubica en niveles no vistos en 25 años, lo que erosiona los márgenes mayoristas y la billetera del consumidor”, indicó Prieto, agregando que tanto este indicador como la tasa de referencia del Banco Central del Reserva (BCRP) cerrarían el año en torno del 6,5%, pero con riesgos al alza.
El Reporte Trimestral Macroeconómico del BCP señala que, en 2023, la inflación se podría ubicar nuevamente fuera del rango meta y cerraría en torno al 3,5%, debido a que la escasez de fertilizantes afectará la oferta agrícola. Eso sí, la firma especificó que todavía no hay certeza de cuándo el BCRP podría empezar a recortar su tasa de interés.