The Boston Consulting Group (BCG) considera que la industria de capital privado no ha alcanzado su punto máximo. Tradicionalmente, las empresas cotizadas han eclipsado a las empresas no cotizadas, pero eso no quita para que éstas hayan registrado un crecimiento continuo entre los inversores y hayan arrojado rendimientos muy competitivos.
“Los fundamentos del capital privado son fuertes, sin embargo, y creemos que la industria resistirá cualquier interrupción potencial y surgirá más fuerte que nunca», explican.
«Sin embargo, la empresa exitosa del futuro no tendrá el mismo aspecto que hoy en día. Los fondos deben replantearse cómo se organizan a sí mismos y encontrar el equilibrio adecuado entre la limitada experiencia en un sector o región determinada y los enfoques temáticos. También deben aplicar la tecnología digital a su propio modelo operativo y a las compañías en sus portafolios, y deben poner el talento adecuado en su lugar. Estas iniciativas requieren que las firmas inviertan en el futuro y se mantienen optimistas de que los mejores años de la industria están más avanzados que retrasados”, afirma el BCG.
Según la consultora, la industria continúa creciendo extremadamente rápido. “Los múltiplos de oferta promedio en Estados Unidos aumentaron drásticamente en 2017, a aproximadamente 12,5 veces el ebitda”, según PitchBook Data. Eso es más alto que los máximos históricos anteriores, que se alcanzaron antes de la crisis financiera. Las razones de apalancamiento, de cinco a seis veces el ebitda, también son preocupantes, ya que indican que hay un gran aumento en el número de inversores que buscan rendimientos.
“De hecho, los buenos retornos para la industria han atraído a nuevos participantes, que compiten por acuerdos y aumentan sus múltiplos, lo que hace que sea mucho más difícil mantener altos rendimientos en el futuro. A partir de enero de 2018, un récord de 2.296 fondos de capital privado se activaron en el mercado, buscando recaudar un total de 744.000 millones de dólares en capital, un aumento del 25% en comparación con enero de 2017. Al mismo tiempo, la cantidad de polvo seco entre las empresas de compra sigue en niveles récord: 628.000 millones de dólares a partir de finales de 2017”, afirman desde BCG.
A medida que continúe llegando dinero de los inversores institucionales, las empresas tendrán más dificultades para encontrar ofertas que cumplan con sus criterios de rendimiento. Muchos de ellos dependerán aún más de adquisiciones secundarias, lo que tiene el efecto de ralentizar el crecimiento de la penetración y hacer que la creación de valor sea aún más difícil.
Negocios innovadores
Lo que sí destacan desde BCG es que no cualquier tipo de empresa será capaz de atraer inversión privada, sino que este tipo de firmas tiene que reconsiderar sus modelos de negocio para acomodar su crecimiento a las nuevas tendencias de una economía global digitalizada y baja en carbono.
“Muchas empresas han realizado algunos cambios, pero la mayoría no han avanzado lo suficiente en la adaptación de sus modelos operativos internos. Esto está creando ineficiencias en su organización y tensiones entre sus rangos más altos. En cambio, las empresas deberán abordar tres aspectos del diseño de la organización: organizarse con el equilibrio adecuado, mejorar los procesos internos y adaptar los derechos de toma de decisiones y determinar las responsabilidades en toda la empresa”, señalan desde la consultora.