“En una unión monetaria, en ocasiones los mercados financieros pueden estar ciegos ante los riesgos de impago que conlleva cada país”, explican el profesor Bodo Herzog y Johannes Müller en el último documento técnico del Global Financial Institute de Deutsche Asset & Wealth Management (DeAWM). “Como consecuencia, los mercados de bonos son más susceptibles a las crisis de liquidez y solvencia que en otros países fuera de la unión monetaria. Esta circunstancia puede conducir a inestabilidad macroeconómica y a la formación de burbujas.”
En su último estudio, Herzog, profesor de Economía en la ESB Business School de la Universidad de Reutlingen, y Müller, responsable de inversiones y gestión de patrimonio en DeAWM Alemania, investigan el rendimiento de los bonos soberanos en una zona euro en tensión. Juntos, elaboran una nueva teoría que explica los precios anormales y el aumento de los diferenciales de deuda durante la última turbulencia del mercado.
Bonos soberanos frente a sus fundamentales
En el marco de su investigación, Herzog y Müller detectan que el rendimiento de los bonos soberanos de la zona euro es independiente de los datos fundamentales de los mercados de bonos subyacentes. Ello indica un mayor riesgo de ajustes incorrectos de precios dentro de una unión monetaria. Esto se debe al hecho de que los estados miembros no tienen soberanía monetaria; es decir, no pueden garantizar el reembolso de los bonos soberanos en cualquier situación.
La unión monetaria europea disminuye también la disciplina en el mantenimiento de presupuestos sostenibles, a pesar del pacto de estabilidad y crecimiento y de las cláusulas de no corresponsabilidad financiera. Como consecuencia, se produce una disparidad entre los datos fundamentales del mercado de bonos y los tipos de interés del mercado.
En el estallido de la crisis financiera, no hubo evidencia alguna de reciprocidad disciplinaria entre la deuda soberana y los diferenciales de deuda: los mercados financieros no presionaron a los países para que redujeran la carga de su deuda. Esta situación cambió cuando la crisis financiera se desencadenó de forma que los diferenciales sufrieron una reacción exagerada, según Herzog y Müller.
El impacto de los “espíritus animales”
El motivo de que el ajuste del precio de los bonos difiera tanto entre fases normales del mercado y momentos de tensión se encuentra en la información asimétrica y la reputación política, en opinión de Herzog y Müller. Ambos factores pueden provocar un deterioro repentino de la confianza y modificar radicalmente las expectativas del mercado. Este efecto se ve aumentado por los llamados «espíritus animales»; el sentimiento humano que determina la confianza del consumidor, que puede generar un comportamiento gregario y la formación de burbujas en constante crecimiento. Como consecuencia, la demanda puede cambiar enormemente, lo que tiene un impacto significativo en la rentabilidad de los bonos.
La búsqueda de una solución
Herzog y Müller señalan que la solución pasa por que los gobiernos recobren la confianza perdida de los inversores a través de reformas estructurales, de medidas de ahorro, de una mayor transparencia y de un compromiso claro con una actividad económica sostenible. Al mismo tiempo, los bancos centrales deben garantizar una liquidez suficiente. Con independencia de ello, los autores de este documento técnico piden a los países con problemas de solvencia que no reciban una ayuda extrema de acuerdo con las reglas de Maastricht. De lo contrario, se reducirá la presión para emprender reformas y se debilitarán las reglas básicas de la unión monetaria europea.
Lo primero y más importante es que se deben afrontar inmediatamente los cambios institucionales necesarios. En caso contrario, será solo cuestión de tiempo que se produzca otra crisis en la zona euro.