“Reñida”, “contenciosa” y “competitiva” no parecen ser palabras suficientes para describir la segunda vuelta de las elecciones presidenciales peruanas, que decidirán este domingo quién toma la posta del país andina entre la derechista Keiko Fujimori o el izquierdista Pedro Castillo. Para los inversionistas, ante un entorno en que adivinar el ganador es como tirar una moneda, esto se traduciría en un “efecto binario” en los activos peruanos en el corto plazo.
Como es propio de la incertidumbre, el tramo entre la primera votación y la segunda vuelta de esta semana ha estado plagado por turbulencias en los mercados peruanos. En la Bolsa de Lima, el índice S&P/BVL Peru Select zigzagueando entre los 570 y los 510 puntos desde la primera vuelta, celebrada el 11 de abril, mientras que el tipo de cambio ha pasado de los 3,62 soles por dólar a 3,86 en ese mismo período.
Las propuestas que ha mostrado Castillo en la campaña presidencial “apuntan de manera muy clara a un cambio importante del modelo económico”, explica el director ejecutivo de Research y economista jefe de Credicorp Capital, Daniel Velandia. Esto lo convierte en el candidato que provoca mayor incertidumbre entre los inversionistas.
Escenarios posibles
Actualmente las encuestas no arrojan luces de quién logrará imponerse en las urnas, con Fujimori estrechando la brecha inicial que la separaba de Castillo. La situación actual la describe la prensa local como un “empate técnico”.
Para el asesor financiero y académico de la Universidad Católica del Perú, Julio Villavicencio, mañana se podría ver algo de volatilidad, de la mano de la difusión de encuestas privadas. Esto, explica, es porque esta semana se prohíbe la publicación de encuestas, pero de todos modos el mercado está atento a los sondeos privados.
Ahora, sobre lo que pueda pasar en los mercados locales tras las elecciones, el consenso apunta a la volatilidad, con un rebote de las cotizaciones si se impone Fujimori y un mayor ajuste si es que triunfa Castillo.
Para Villavicencio, la victoria de la derechista “liberaría energía” en los mercados locales, considerando que se han visto presionados recientemente. Esto en el corto plazo, ya que la trayectoria de los activos locales de mediano plazo estarían influenciados por las características de los equipos con los que se rodee y cómo intenta conquistar a sus detractores, señala el asesor financiero.
Específicamente, en Credicorp Capital estiman que una victoria de Fujimori llevaría a los activos peruanos a converger a los niveles sugeridos por sus fundamentos, con un dólar que se ubicaría en torno a los 3,50 soles y una baja de entre 20 y 30 puntos base en los bonos gubernamentales a diez años.
Por el contrario, señala Velandia, el efecto de corto plazo sería negativo si gana Castillo, con un dólar que se empinaría sobre 3,90 soles –incluso con la opción de llegar en torno a 3,95 soles– y tasas de interés subiendo entre 20 y 30 puntos base.
A nivel de renta variable, la bolsa limeña tiene una participación importante de la minería, una de las industrias que Castillo ha mencionado en varias ocasiones, como parte de su discurso de nacionalización de recursos. Por lo mismo, su victoria podría impactar los precios de mercado de las mineras.
Eso sí, el economista de Credicorp destaca que esta presión vendedora sobre los mercados peruanos sería temporal, “hasta que haya más claridad” sobre cuál será la bajada práctica de sus promesas de campaña y, en particular, a quiénes elige como gabinete, como ministro de Finanzas y como presidente del Banco Central. “Dependiendo de esas posiciones, uno podría llegar a intuir hasta cuánto se puede moderar en sus apreciaciones”, indica.
El problema de la gobernabilidad
Este domingo se conocerá cuál de las dos alternativas se impone como la nueva cabeza del gobierno –el quinto presidente en menos de cuatro años–, pero eso no significa que sea el fin de la incertidumbre política. Y es que después de años de turbulencia política, el vencedor tomará las riendas de un país con un congreso particularmente dividido.
Por lo mismo, no sorprende que una de las grandes preocupaciones de los inversionistas sea la gobernabilidad, independiente de quién termine ganando en las urnas.
“Primero hay que pensar si cualquiera de los dos va a terminar su gobierno”, explica Villavicencio, de la Universidad Católica del Perú, agregando que, como ninguno de los dos candidatos lograría mayoría con su bloque, es posible que el próximo presidente de Perú opte por “tener alguna posición más autoritaria”.
“Va a ser una gobernabilidad bastante pobre en cualquiera de los dos casos, por lo tanto el riesgo es que quieran optar por alguna opción menos democrática para poder lograr continuar en el gobierno”, explica el asesor.
Por el contrario, Velandia asegura que esta fragmentación en el poder legislativo apunta a que ambos candidatos se verán obligados a migrar sus propuestas hacia el centro, para poder conseguir cierto nivel de consenso en lo que describe como “uno de los congresos más fragmentados en la historia del Perú”.
Eso sí, el economista advierte que para el próximo gobierno –independiente de quién lo encabece– se ven una serie de desafíos en el horizonte. “Es probable que sigamos manteniendo una relación tensa entre el Congreso y el Ejecutivo, como la hemos tenido en los últimos años, y que esa relación sea desafiante”, indica, aunque también hay una serie de “candados institucionales” que dificultan hacer cambios radicales al modelo económico.