Según el informe Financiero del mercado asegurador correspondiente al primer semestre del ejercicio 2018 publicado por la CMF, las ventas de las compañías aseguradoras de vida registraron un aumento del 3,5% con respecto al primer semestre del año anterior pero su resultado experimentó una caída del 36,3%.
En concreto, el segmento de vida alcanzó un volumen de ventas de 4.636 millones de dólares durante los seis primeros meses del año, de los cuales, el 46,2% correspondieron a rentas vitalicias. Le siguen por volumen de ventas los seguros banca seguros y retail (14,9%) y los seguros individuales (12,8%).
Dentro de los productos de rentas vitalicias, los destinados a la vejez han sido los más vendidos representando un 35,5% de las ventas del periodo. Los otros dos tipos de renta, invalidez y supervivencia, representan el 7,7% y 3% respectivamente.
Si comparamos estas cifras con el mismo periodo del año anterior, las rentas vitalicias han sido el producto que mayor aumento ha experimentado, del 16,3%, seguidos por los seguros de salud que han crecido en un 10%. Este incremento de las rentas vitalicias ha sido uno de los principales motivos que explican la disminución del resultado dado que este tipo de producto conllevan mayores provisiones que afectan directamente a la cuenta de pérdidas y ganancias. El resultado de las compañías de seguros de vida alcanzó 312,2 millones de dólares durante los meses de enero a junio de 2018 lo que supone una disminución del 36,3% con respecto a los 6 primeros meses del año anterior.
Desempeño de la cartera de inversiones
Pero el resultado no solo se ha visto afectado por los mayores costes derivados de las rentas vitalicias, sino que el desempeño de la cartera de inversiones también ha jugado un papel importante.
La cartera de inversiones de las aseguradoras de vida chilenas, que superaba los 61.000 millones de dólares a 30 de junio de 2018, estaba compuesta en un 58,3% por activos de renta fija, 15,3% por inversiones inmobiliarias, 15,1% por inversiones en el exterior, 8,1% por activos renta variable y el 3,2% restante en otras inversiones. En relación con la variación de la cartera desde junio 2017, se produjo una disminución de 2,3% en instrumentos de renta fija, un aumento de 1,5% en las inversiones en el exterior, 0,4% en las inversiones en renta variable, 0,2% en otras inversiones y 0,2% en inversiones inmobiliarias.
Así pues, el incremento de la exposición a activos de renta variable unido el menor desempeño bursátil durante el primer semestre, se ha traducido en una bajada de la rentabilidad de las inversiones de enero a junio al 4,2% frente al 6,2% del mismo periodo del año anterior.