La temporada de publicación de los beneficios del tercer trimestre de 2015, actualmente en marcha, tiene su importancia porque debería proporcionar a los inversores alguna clave sobre cómo les ha ido, desde el punto de vista financiero, a las empresas durante los inestables meses veraniegos. Las turbulencias en los mercados emergentes, las fluctuaciones cambiarias y la incertidumbre general acerca de los mercados y la economía se contaron entre los factores que configuraron el paisaje durante el trimestre.
A primera vista, los expertos de NN Investment Partners estiman que la campaña de presentación de los beneficios del tercer trimestre parece la típica campaña en la que las empresas superan, de media, las estimaciones por un escaso margen. De las compañías del índice S&P 500 que habían presentado sus beneficios a mediados de la pasada semana, el 74% batió las expectativas de beneficios y el 44% rebasó las previsiones de ventas, según los datos recopilados por Bloomberg. Más de 100 de las empresas del S&P 500 habían publicado sus beneficios a finales de la semana. A tenor de las estimaciones de los analistas, en general se preveía una caída de los beneficios de las empresas del S&P 500 del 6,1% en el tercer trimestre.
Sin embargo, si se compara con los descensos de 2001 y 2009, la caída de beneficios de este trimestre es relativamente suave, siendo más parecida a la que presenciamos en 1998. “Esto se explica porque no estamos en una recesión económica. El retroceso de los beneficios se debe a un número reducido de sectores relacionados con mercados emergentes y materias primas. Los sectores internos están aguantando mejor porque no se ven perjudicados por la apreciación del dólar estadounidense y se benefician de la fortaleza interna. Si la temporada discurre como anteriores períodos de presentación de resultados, la tasa de crecimiento de los beneficios mejorará gradualmente y probablemente cerrará el trimestre en niveles comprendidos entre el -3% y -4%. Esto ya queda patente en los datos semanales sobre dinámica de crecimiento (momentum) de los beneficios, que ponen de manifiesto cierta mejoría respecto a los bajísimos niveles de la semana anterior”, explican desde la firma y añaden que continúan manteniendo la estimación para todo el año 2015 de un descenso de los beneficios en EE.UU. del 2% con respecto a 2014.
Las recompras de acciones se volverán más minoritarias
Uno de los grandes interrogantes es si las empresas seguirán recomprando sus propias acciones con tanto entusiasmo como antes. La confluencia de unos mayores diferenciales de solvencia y de unas cotizaciones bursátiles más altas hace que el argumento de que esta práctica compensa sea menos convincente. El alza del ratio de apalancamiento financiero y la caída del ratio de cobertura de intereses también pueden limitar la actividad de recompra de acciones propias.
El argumento más convincente en contra de las recompras de acciones propias, apuntan desde NN Investment Partners, puede ser la observación de que las empresas que han realizado recompras no han batido en lo que va de este año al mercado en general. A finales de la semana pasada, la caída del índice S&P500 buyback index este año era del 2,4% mientras que el mercado en su conjunto había subido un 0,8% (véase el gráfico). Esto puede actuar como un incentivo mayor para que las empresas reduzcan sus planes de recompra de acciones propias. A este respecto, también es digno de mención que la encuesta de octubre a gestores de fondos realizada por Bank of America/Merrill Lynch muestra que, por vez primera desde 2010, es mayor el número de inversores que opina que las empresas deberían utilizar la tesorería para fortalecer sus balances en lugar de repartirla entre los accionistas.
Presión sobre los márgenes de beneficio en los sectores no financieros
En este contexto, NN IP recuerda que las empresas no financieras están sintiendo cierta presión sobre sus márgenes con un triple origen. El primero es el aumento de los costes sin incidencia en la tesorería, principalmente las amortizaciones y provisiones, que pasan del 5% en 2013 al 5,5% actual. Esto está ligado al incremento de las inversiones desde un 6% de la facturación en 2011 hasta el 7,6% actual, aumento que arroja una luz diferente sobre la opinión de que las empresas no quieren invertir. En términos relativos, los sectores de telecomunicaciones y suministros públicos son los que más invierten; en cifras absolutas, el sector de la energía continúa siendo, de largo, el que realiza más inversiones, que suponen el 32% de la inversión total en el sector no financiero. Este porcentaje caerá habida cuenta del descenso de los precios del petróleo.
Otro de los orígenes que lastra los márgenes de beneficio en EE.UU. es el aumento de los gastos financieros representados por intereses, que suponen el 2% de las ventas, un dato 40 puntos básicos más alto que hace un año. Este incremento obedece a los mayores niveles de endeudamiento y al alza de los tipos de interés, sobre todo en las empresas con menores ratings. El tercer origen posiblemente sea la subida de los salarios. Este hecho realmente todavía no es visible, aunque están apareciendo pruebas que lo evidencian en las previsiones de resultados publicadas.
Crecimiento de los beneficios más vigoroso en la zona euro
“En general, prevemos para 2016 un incremento de los beneficios en EE.UU. del 5%, un dato menor que nuestra previsión del 8% para la zona euro, aunque su materialización dependerá, en gran medida, de las oscilaciones del dólar y de la fortaleza de la economía global. El sector financiero figurará entre los que más contribuyan al crecimiento de los beneficios en la zona euro en vista del giro en el ciclo de crédito y el ciclo de dotación de provisiones”, concluyen los expertos de NN IP.