Las materias primas han ofrecido rentabilidades negativas en los últimos tres años pero su historia empieza a ganar de nuevo atractivo. Así, tras unos años difíciles en los que el mercado se ha ajustado a la desaceleración del crecimiento en China y ha puesto en precio “agresivas previsiones” en cuanto a la oferta, la situación ha empezado a cambiar. En primer lugar porque los ajustes del Gobierno chino para equilibrar y sanear el crecimiento podrían haber llegado a su fin, lo que junto a la recuperación en Estados Unidos mantendrá el crecimiento de la demanda, pero además porque la oferta de materias primas no es tan fuerte como se prevé.
“El mercado de materias primas está muy infravalorado tras acusar en los últimos tres años el ajuste económico chino y las perspectivas de alta oferta. Pero el mercado es cíclico y la recuperación en Estados Unidos será un factor clave para la economía global que también apoyará a las materias primas”, comenta Nicholas Brooks, responsable de Análisis y Estrategia de Inversión en ETF Securities. Si EE.UU. despega y China mantiene su relativamente buena salud económica, las materias primas se verán beneficiadas, razón por la que el experto ve “oportunidades” en un activo que “ya está empezando a batir a la renta variable”.
De hecho, un entorno económico dominado por un crecimiento y una inflación bajos, que a priori podría derivar en menores retornos para la renta variable y la deuda que en el pasado, afectaría menos a las commodities. “El mercado está más dirigido por las dinámicas entre oferta y demanda”, dice, que por aquellas que determinarán menores retornos para las acciones y la deuda, y ambas apuntan a una revalorización del activo.
Brooks ve muchas oportunidades en el segmento de materias primas, si bien es especialmente positivo con el platino y el paladio, materiales muy cíclicos y que cuentan con déficit en su oferta (desde 2012, y empeorado en 2014 con las huelgas mineras en Suráfrica) que podrían beneficiarse de un entorno de acelerado crecimiento económico. “Tienen un potencial de crecimiento en precio robusto”, dice Brooks. También es positivo con el cobre, por razones muy similares.
Pero si sus previsiones resultan erróneas, por ejemplo si el crecimiento no acompaña en EE.UU., o si se desatan mayores problemas ante crisis como la de Ucrania, consideran que el oro es un metal precioso que mantiene intacta su capacidad de actuar como valor refugio y no creen que pueda caer más desde sus precios actuales, de entorno a 1.200 dólares la onza.
Brooks recuerda además que, frente a la inversión en renta variable de compañías relacionadas con las materias primas, que tienen una alta correlación con el comportamiento bursátil, la inversión en materias primas a través de productos cotizados (ETP) ofrece un mejor y más directo acceso al activo y aún está “en sus estadios iniciales”, pues la inversión en ETP requiere de conocimiento y educación. Entre sus ventajas, ofrece diversificación real (con una correlación baja con respecto a otras clases de activos) y ayuda a incrementar la frontera de eficiencia de la cartera (es decir, la rentabilidad con el mismo nivel de riesgo).
Más allá de las materias primas para un crecimiento global
Además de su negocio de ETP sobre materias primas, ETF Securities planea expandir su negocio a través de productos cotizados sobre el mercado de divisas y también sobre mercados nicho de renta variable. Con respecto a las divisas, Brooks se muestra relativamente cauto pues está convencido de que, si no se puede ir contra la Fed, tampoco se puede luchar contra las políticas del Banco Central Europeo o el Banco de Inglaterra, interesados en debilitar el euro y al libra esterlina, mientras Japón también se mantendrá en modo acomodaticio, con similares implicaciones para el yen.
Con respecto a su expansión de productos cotizados a ETF de renta variable en mercados nicho, la compañía acaba de lanzar un ETF sobre acciones chinas y también otro con exposición a instrumentos híbridos de compañías energéticas en EE.UU. “Llegamos a tener 30.000 millones de euros en activos y ahora tenemos en torno a 21.000 millones, cifra que queremos expandir con este tipo de productos”, comentaba Juan José Sanchís, nuevo responsable para Iberia de la firma. La idea es aumentar el volumen con nuevos productos y con el crecimiento en mercados como Europa, Asia, Oriente Medio y también EE.UU. y, a través de ese mercado, Latinoamérica, algo para lo que quieren fidelizar y educar al cliente.
En la Península Ibérica, sus activos gestionados están en torno a 1.500 millones de dólares y la idea es duplicarlos a través de ETP sobre materias primas, divisas y renta variable nicho, trabajando con todo tipo de entidades, desde grandes bancos a EAFI.
Ese plan de “diversificación inteligente” puesto en marcha hace un año, según explica Matt Johnson, responsable de distribución para EMEA, les hace ser optimistas con el futuro, gracias al crecimiento en términos de productos y la diversificación de clientes que busca la compañía. En Asia, donde su peso es aún bajo, buscan socios estratégicos con los que asociarse para lograrlo, mientras en EE.UU. se están centrando en construir la infraestructura necesaria para operar; y desde ahí, también se buscará el crecimiento en Latinoamérica.
Mejores perspectivas en China
Una de las razones por las que han lanzado su nuevo ETF sobre bolsa china son las mejores perspectivas para el país. Tras unos años en los que la desaceleración de crecimiento en el país ha pesado sobre las materias primas y el mundo emergente (al pasar de crecimientos de en torno al 10%-12% hasta el 7%-8% debido al interés del Gobierno en reducir los excesos en áreas poco productivas), Brooks considera que la mayoría de los ajustes han llegado a su fin. El Gobierno ha acabado con esas ineficiencias y necesita de nuevo el crecimiento porque su prioridad es la estabilidad social, algo que requiere crecimientos del 7%, necesarios para mantener el pleno empleo. Brooks señala además la vuelta a la inversión en infraestructuras, las políticas monetarias acomodaticias y su necesidad de seguir consumiendo materias primas. “A pesar de que su modelo ha pasado de las exportaciones al consumo interno, es un país en desarrollo que necesita de materias primas”, explica. También en positivo, destaca la continuación de la política de liberalización de la divisa.
Con respecto al shadow banking, muestra su preocupación pero considera que las autoridades son plenamente conscientes del problema y cree que, aunque vendrán en los próximos meses más quiebras e historias de default de entidades financieras, éstas serán necesarias para dar forma a un sistema financiero “racional”, que permita un mejor reflejo de los tipos de interés y una apropiada asignación de los capitales. “Hoy hay muchos inversores que tienen su capital en depósitos que ofrecen altas rentabilidades y no financian proyectos empresariales, con lo que la asignación de capital no es buena”, explica. El Gobierno, dice, cuenta con una buena posición fiscal (deuda sobre el PIB) y altas reservas de divisas que le permitirán controlar la situación si es necesario y rescatar tanto a gobiernos locales en problemas como a instituciones financieras si lo considera necesario. “China superará esta situación intacta y no creará una crisis financiera sistémica”, apostilla Brooks.