El crecimiento económico mundial seguirá su tendencia de moderación hasta una tasa promedio del 3,1% este año. No obstante, gracias a las políticas proactivas en materia monetaria y fiscal implementadas de forma más o menos generalizada a nivel global, la economía retomará una senda alcista hasta situarse cerca del potencial global del 3,4% en 2021. Así lo apuntan los economistas de Mapfre en último informe: “Panorama económico y sectorial 2020”.
“Las economías emergentes seguirán contribuyendo de forma más relevante a la actividad global que las desarrolladas”, asegura el informe que avecina un crecimiento estable en promedio cerca del 4,5% durante los próximos años, gracias a unas condiciones financieras más benignas, una mejora en los términos de intercambio para los países productores de materias primas agrícolas, la recuperación de algunas economías en recesión (Turquía) y la salida de la atonía de economías relevantes que se desaceleraron durante 2019 (Brasil, México, India y Rusia).
La incertidumbre sobre el Brexit
Los economistas ven positivo que se haya eliminado cierta incertidumbre sobre el Brexit en Reino Unido, que se realizará al gusto del partido conservador, y los acuerdos comerciales alcanzados entre EE.UU. y China, que permiten frenar la adición de tensiones geopolíticas, según han incluido en el informe. Sin embargo, se mantiene la expansión de corrientes proteccionistas y una discordancia social creciente (a las persistentes en Hong Kong, se suman oleadas de protestas en Irak, Líbano, Irán o la India, al tiempo que la inconformidad social continúa propagándose en América Latina) que amenazan afectar el crecimiento global. Además, advierten de que la tensión entre EE.UU. e Irán a partir del ataque del 3 de enero tendrá “efectos políticos y geo-estratégicos que se trasladarán al desempeño de la economía global”.
En el caso concreto de la economía española, mantienen la previsión de crecimiento del 1,7% para este año, pero consideran que esa ralentización proseguirá durante 2021, año en que prevén un incremento del PIB del 1,5%. Aseguran que la constitución del nuevo Gobierno supone un avance en términos de estabilidad y superación del bloqueo político existente. Sin embargo, advierten de que “es pronto para analizar el impacto de sus políticas, ya que no se han concretado y existe incertidumbre en torno al diseño e implementación de la política económica que podría pasar factura en términos de la confianza de los consumidores e inversores y, en última instancia, en el desempeño futuro de la economía española”.
Alemania consigue esquivar la recesión
Por otro lado, las condiciones financieras laxas producidas por el mantenimiento de la política monetaria expansionista del Banco Central Europeo y signos positivos en algunos socios de la Unión Europea, especialmente en Alemania, evitarán que esa desaceleración sea mayor. En este aspecto, el informe determina que Alemania ha logrado esquivar la recesión con un crecimiento esperado del 0,6% en 2020 pero con margen para una posible revisión al alza en próximos trimestres.
Para el conjunto de la eurozona, una vez que se da por descontada la salida de Reino Unido de la Unión Europea, los riesgos para el crecimiento que contemplan los economistas se centran en la ausencia de reformas que impulsen el nivel de actividad económica, así como las tensiones presupuestarias y de solvencia de los países miembros, principalmente de Italia. Además, destacan que los instrumentos de política monetaria de los que dispone en la actualidad el Banco Central Europeo estén claramente más limitados que en el mandato anterior. “La fatiga monetaria está sirviendo para que la política económica cíclica y estructural se vea obligada a ser replanteada”, concluyen.
Impacto en el sector seguros
La dinámica de la economía global sigue afectando el desarrollo del sector seguros, en particular, el de los segmentos de no vida y vida riesgo, que, de acuerdo con los datos de Mapfre, se están ralentizando. La aplicación generalizada de políticas monetarias acomodaticias está ayudando a frenar esta tendencia y podría contribuir a revertir la situación, pero ha dejado anclados los tipos de interés en niveles bajos. Esta situación, junto con la desaceleración del crecimiento económico, limita el desarrollo de los negocios de vida ahorro y rentas vitalicias tradicionales. Sin embargo, “el buen comportamiento de los mercados de valores constituye un estímulo para los productos de seguros de vida en los que el tomador asume riesgo de inversión”, subrayan.
En España, el crecimiento económico continúa por encima del resto de las grandes economías de la Eurozona, pero está en proceso de desaceleración, lo que se traslada al mercado asegurador. Además, el negocio de vida ahorro y rentas vitalicias tradicionales sigue lastrado por el entorno de bajos tipos que afecta a toda la Eurozona y está sufriendo retrocesos en primas “sin que esta situación vaya a mejorar en un futuro previsible”.
Para las economías emergentes, en general, las perspectivas empiezan a ser más favorables. En Brasil y México, la situación económica mejora, lo que se está trasladando a sus respectivos mercados aseguradores, destacan los economistas.