Moody’s ha reducido sus perspectivas sobre la emisión de bonos sostenibles para este año después del fuerte impacto que ha causado la crisis sanitaria del coronavirus en las economías de todo el mundo. Según su último análisis, la pandemia ha reducido los volúmenes de bonos verdes durante el primer trimestre de 2020, sin embargo no ha ocurrido así con los bonos sociales, que han aumentando hasta cifras récord.
“Para este año, ahora esperamos un volumen de bonos verdes de entre 175.000 y 225.000 millones de dólares, lo que supone una cifra menor de los 300.000 millones de dólares que estimábamos antes de esta crisis. Sin embargo, mantenemos nuestro cálculo estima de 100.000 millones de dólares para los bonos sociales y sostenibles, dado la mayor atención y esfuerzos que se han puesto en responder al coronavirus”, explica Matthew Kuchtyak, analista AVP de Moody’s.
Según las cifras que publica Moody’s, la emisión total de bonos sostenibles llegó a 59.300 millones de dólares durante el primer trimestre de 2020, un 32% menos de lo que primeramente se había estimado. En caso de la emisión de bonos verdes este porcentaje es mucho mayor, de un 49%. Aún así, la emisión de bonos sociales alcanzó los 11.900 millones de dólares, más del doble del récord trimestral anterior. Según explica la firma, el auge de los bonos sociales y de sostenibilidad ha estado encabezado, principalmente, por los bancos, que han recurrido cada vez más a estos instrumentos para financiar su respuesta al coronavirus.
«El mayor énfasis en la financiación social y el desarrollo sostenible será probablemente una de las consecuencias a largo plazo de la crisis del coronavirus», afirma Kuchtyak tras analizar estas cifras. Según el análisis de Moody’s, en el primer trimestre de 2020, se produjo un aumento de los préstamos de liquidez por parte de las empresas calificadas como investment grade con el objetivo de fortalecer sus balances en previsión de una desaceleración económica. Esto fue especialmente evidente en las dos últimas semanas de marzo, cuando un aumento de los préstamos contribuyó a un récord en la emisión de nuevos bonos de compañías investment grade de Estados Unidos. “Estos préstamos, a menudo, se comercializan rápidamente con ingresos no vinculados a proyectos específicos, dos características que, potencialmente, explican la caída de los bonos sostenibles”, matizan.
Según Moody’s, sigue existiendo elementos que apoyan el crecimiento de los bonos sostenibles a largo plazo: la demanda de los inversores, los esfuerzos gubernamentales en la lucha contra el cambio climático y el desarrollo sostenible, la sostenibilidad ambiental del sistema financiero y el mayor interés por parte de los emisores por este tipo de bonos.