El último informe del Centro de Estudios de la Nueva Economía (CENE) de la Universidad de Belgrano destaca que el control de cambios vino para quedarse por un largo tiempo, debido a la escasez de divisas. La medida adoptada recientemente por el gobierno argentino redujo la volatilidad, pero también provocó el surgimiento de un mercado paralelo.
“En la presente coyuntura, el Banco Central cuenta con más de 50.000 millones de dólares en reservas. Sin embargo, sólo entre 15.000 y 20.000 millones estaban disponibles para volcar al mercado cuando se decidió el control de cambios. El control de cambios debería asegurar que ese monto de libre disponibilidad fuera suficiente para abastecer al mercado de cambios, al menos hasta el próximo 10 de diciembre”, sostiene al respecto Víctor Beker, director del CENE.
El economista también aseguró que la medida “permitió reducir la volatilidad del tipo de cambio en el mercado oficial, aunque implicó el surgimiento de un mercado paralelo al que se vuelca la demanda que tiene vedado el acceso al primero”. Pero señaló que, “en la medida que todas las operaciones de comercio exterior se canalicen por el mercado oficial, el tipo de cambio paralelo no debería tener incidencia en los precios internos”.
Cabe señalar que el tipo de cambio real calculado por el CENE aumentó un 34% en agosto en comparación con julio y un 9,1% respecto de igual mes de 2018, tras la devaluación experimentada luego de las elecciones primarias. Dicho tipo de cambio real se calcula tomando como base el valor del dólar en diciembre de 2015 luego del levantamiento del cepo cambiario. Se estima su evolución, se le agrega la inflación en Estados Unidos medida por el índice de precios al productor y se divide por la evolución del Índice de Precios al Consumidor para el rubro servicios.
“Toda vez que, en un mercado, la cantidad demandada excede a la ofrecida debe entrar en funcionamiento algún mecanismo que permita igualar una con la otra. Normalmente, tal mecanismo es el precio. Pero cuando no se quiere utilizarlo como mecanismo de racionamiento, la alternativa es operar directamente sobre las cantidades demandadas y ofrecidas. En tal caso, se restringe el acceso al bien en cuestión por parte de la demanda y se fuerza a los oferentes a desprenderse del mismo”, completa Beker.