Además de una prolongada disputa comercial con China, el gobierno de Trump está abriendo otras batallas, eliminando a India de un programa de comercio privilegiado e impulsando aranceles en México a menos de que «arregle» la situación migratoria.
El presidente estadounidense volvió a sorprender anunciando un incremento progresivo de aranceles contra los productos mexicanos empezando el próximo 10 de junio con un 5%, hasta llegar al 25% a partir del 1 de octubre, si no controla la inmigración ilegal. Lo anterior, justo el día en que comenzó el proceso legislativo para ratificar el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que sustituiría al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Las reacciones políticas y de mercado no se hicieron esperar, borrando las ganancias del día anterior y creando un cierre negativo para el mes. El oro subió a 1.300 dólares la onza mientras temores sobre una posible recesión mundial acosaban a los inversores. El mantener con la retórica durante el fin de semana tampoco ayudó, la renta variable estadounidense continúa a la baja luego de la venta mas fuerte en mayo en nueve años, mientras que los bonos siguen repuntando.
El presidente de México ha respondido que no desea confrontación y envió a Washington, para iniciar un diálogo, al secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, quién en el aeropuerto tomó una selfie con un anuncio de Huawei causando polémica, y años antes escribió twitts pidiendo detener a Trump en su camino a la Casa Blanca. Al respecto, Trump escribió: «México está enviando una gran delegación para hablar sobre la frontera. El problema es que han estado ‘hablando’ durante 25 años, queremos acción, no hablar. De lo contrario, nuestras empresas y empleos regresarán a los Estados Unidos».
De acuerdo con Olivia Álvarez, analista de MONEX EUROPE, esta situación presionará a la divisa mexicana: «Si los pronósticos para el peso mexicano este año no eran del todo halagadores, las nuevas presiones arancelarias de su principal socio comercial acaban de dar el toque de gracia… La medida agudiza los riesgos al crecimiento económico mexicano, que figura como la principal preocupación en el balance de riesgos de Banxico. La economía mexicana concentra alrededor del 80% de sus exportaciones en el mercado norteamericano, por lo que los aranceles podrían deteriorar el pronóstico de crecimiento, recientemente revisado a la baja al rango de 0,8%-1,8%».
Hasta la notificación de las tarifas, el peso mexicano destacaba como la segunda moneda emergente con mayores ganancias frente al dólar durante el 2019, solo superada por el rublo ruso.
Además, los aranceles renuevan temores sobre las perspectivas de ratificación del acuerdo comercial USMCA, del cual depende en gran medida la estabilidad de los mercados financieros mexicanos. El representante comercial mexicano para las relaciones con norteamérica, Jesús Seade, anunció que México no procederá con represalias antes de negociar con el gobierno norteamericano. Sin embargo, dado que la inmigración ilegal es uno de los temas medulares en la agenda reelectoral de Donald Trump, Álvarez considera que «podríamos estar observando el inicio de una contienda comercial entre ambos países. El efecto inflacionario de potenciales aranceles a las importaciones norteamericanas añade presiones sobre posibles ajustes monetarios que podrían profundizar el ciclo recesivo de la economía. En adición, el escalamiento de tensiones comerciales a nivel global, unido a los riesgos idiosincráticos del país, invitan a una masiva inestabilidad de los flujos financieros que soportan la economía mexicana. Aunque estas medidas proteccionistas pudieran ser improcedentes bajo las reglas de comercio internacional, marcan el inicio de un nuevo período de incertidumbre para el país latinoamericano».
En cuanto al billete verde, la analista considera que pese a los deseos de Trump de devaluar la moneda, las acciones erráticas del presidente pueden traer más flujos de refugio a los mercados norteamericanos, lo que fortalecerá al dólar. En su opinión, «las políticas exteriores y comerciales de la Casa Blanca continúan pareciendo caprichosas y, a menudo, parecen estar más motivadas por un deseo de complacer a la base de votantes que por fundamentos económicos sólidos de largo plazo. Esto indica que podrían esperarse más movimientos inesperados de la Oficina Oval, ya que Trump comienza lentamente su calentamiento para las elecciones presidenciales de noviembre de 2020».
De acuerdo con Alejandra Marcos de Intercam, «es probable que se logre un acuerdo pronto que evite el escalamiento». En su opinión, ambos países tienen claros incentivos para evitar la imposición de aranceles, pues sus consecuencias serían sensibles tanto para la economía mexicana como para la estadounidense. Actualmente las exportaciones mexicanas a EE.UU. suman 346.000 millones de dólares al año, un arancel de 5% implicaría un impacto de 17.300 millones; si el arancel es de 25%, estaríamos hablando de 86.500 millones. Este último es mayor al impacto de los aranceles que en vigor para productos chinos (del 25% que equivalen a 50.000 millones en costos por aranceles) y 64% del costo que tendrían aranceles a la totalidad de productos chinos (que sería de 134.870 millones).
Para Estados Unidos, el impacto sería en la inflación y en el consumo. Se ha comprobado que los aranceles impuestos por EE.UU. en el último año se han traducido en mayores costos para los importadores y consumidores estadounidenses, no para los exportadores. Las importaciones totales son cerca del 12,35% del PIB de EE.UU., y tan sólo las importaciones mexicanas y chinas representan el 4,32% del PIB estadounidense.
«La mayor factura será pagada por las empresas norteamericanas y las importadoras, donde, en una economía en desaceleración, es poco probable que se incrementen los precios a los productos finales, impactando así los márgenes. El efecto en los precios sería cada vez mayor en EE.UU. a medida que escale el arancel. En el mediano plazo, a medida que los precios suban y los márgenes de las empresas se reduzcan, podría haber un impacto negativo en las expectativas de resultados de las empresas que afecte la confianza de los mercados y eventualmente de consumidores… Para México, pudiera acabar por frenar el crecimiento de la economía dado que el 80% de las exportaciones son hacia Estados Unidos y las exportaciones representan el 28% de la economía. El consumo interno y las exportaciones han sido los factores que han contribuido al modesto avance en la misma en los últimos dos trimestres… Consideramos que el gobierno de México reaccionará para frenar la imposición, por lo que nuestro escenario base es que haya una solución al conflicto, aunque posiblemente no se logre en el corto plazo», concluye Marcos.
Mientras tanto, las conversaciones para evitar la imposición de aranceles a la totalidad de los productos mexicanos exportados a EE.UU. comenzarán este lunes con la reunión entre la Secretaria de Economía, Graciela Marquez, y el Secretario de Comercio, Wilbur Ross. El miércoles, se espera que Ebrard se reuna con el Secretario de Estado, Mike Pompeo.