Empezamos febrero con el foco puesto en un jugador que ha ganado relevancia en el mercado estos últimos días: la comunidad de inversores minoristas WallStreetBets. La historia arrancó la semana pasada cuando WallStreetBets, que aglutina a 1,8 millones de autodenominados “inversores degenerados” en torno a la plataforma Reddit, provocó una gran distorsión en la cotización de las acciones de Gamestop, AMC o Blackberry.
Básicamente, se produjo un enfrentamiento bastante fascinante en los mercados financieros. Los inversores minoristas aparentemente se unieron a través de las redes sociales, usando en un inicio la app Robinhood, para atacar las posiciones de venta en corto que tenían ciertos hedge funds. Estos últimos gritaron «basta» y tuvieron que revertir algunas de sus posiciones, creando una volatilidad que hizo retroceder a todo el mercado. La cuestión se ha saldado una subida del 1.800% de las acciones de Gamestop durante las últimas tres semanas y con pérdidas de 6.000 millones de dólares para los fondos bajistas tras liquidar sus posiciones en la compañía.
«Pero Gamestop no es la única, las acciones de otras compañías como AMC, Bed Bath Beyond, Nokia o Blackberry, también se han disparado como la espuma. Estos movimientos vienen motivados por las compras masivas de muchos nuevos inversores, la mayoría millennials, hartos de los movimientos especulativos de grandes actores de Wall Street, como algunos fondos de inversión con posiciones en corto que habían puesto contra las cuerdas a varias de sus empresas favoritas», explica la fintech española Ninety Nine.
Según los expertos, detrás de esta anécdota hay una reflexión mucho más profunda. “Este es un paso más en la democratización de la inversión. Una estrategia antes esotérica de los hedge funds para capitalizar una base de inversores vulnerables está al alcance de cualquiera con un ordenador. Aunque cueste creerlo, es un progreso real. Un millar de inversores actuando de forma coordinada, como un enjambre, tienen una enorme ventaja sobre cinco hedge funds que empujan una acción: el riesgo de que un solo inversor se quede largo es mucho menor. Esto cambia el cálculo y puede hacer que el precio se mueva sin estar atado a ninguna métrica económica”, explica Andrew Beer, socio-gestor de Dynamic Beta Investments y socio de iM Global Partner.
Para Beer detrás de todo esto hay una “ironía poética”, ya que algunos de los hedge funds atrapados en corto probablemente no dudaron en desplegar las mismas tácticas contra sus compañeros. “En la década de los 90, los hedge funds se dedicaban a las operaciones masivas, pero había que obtener clandestinamente informes de posición de los amigos de los corredores principales. Con la tecnología y la democratización de la inversión, hoy está a un clic”, apunta Beer.
En opinión de Yves Bonzon, CIO del banco privado suizo Julius Baer, el fenómeno de los “inversores Robinhood” ha crecido tanto que los observadores del mercado hablan de una burbuja comparable a la del cambio de siglo. “Muchos ven esto como una señal de que el implacable mercado alcista que comenzó en marzo de 2009 o en octubre de 2011 finalmente terminará entre sangre y lágrimas”, afirma.
Sin embargo, el experto matiza: “Una cosa es detectar los síntomas, pero entender las causas constituye una estrategia de inversión más eficaz”. Por lo que Bonzon no ve una burbuja bursátil. De hecho, sostiene que la valoración equilibrada para el S&P 500 se sitúa en unos 3.400 puntos. “En consecuencia, nos encontramos con una sobrevaloración de aproximadamente el 12%, lo cual es estadísticamente insignificante. Ciertamente no merece la pena adoptar una postura activamente defensiva en la asignación de activos ya que seguimos dentro del margen de error inherente a este complejo ejercicio que combina arte y ciencia llamado valoración”, resume Bonzon.
Sobre el conflicto de la semana pasada en Wall Street añade: “Las órdenes en traders como Robinhood han sido protagonistas en las noticias porque los inversores minoristas se coordinaron para ejecutar un short squeeze (cierre de posiciones en corto) sobre un valor que era ampliamente vendido en corto por inversores institucionales. Demostró ser un éxito notable ya que las acciones pasaron de 40 a 160 dólares en tres sesiones, lo que infligió pérdidas a los cortos que corrieron desesperadamente en busca de cobertura”.
En opinión de Duncan Lamont, responsable de investigación y análisis de Schroders, la guerra que se ha desatado entre los hedge funds y los inversores minoristas en torno a GameStop ha arrojado luz sobre la ética de los vendedores en corto. «En la práctica, la venta en corto consiste en tomar prestada una acción de un inversor y venderla inmediatamente, con la esperanza de que su precio baje y se pueda volver a comprar más tarde a un precio más barato. A primera vista, una estrategia de inversión diseñada específicamente para obtener beneficio cuando las empresas pierden valor podría no parecer especialmente responsable. La venta en corto se asocia a menudo con escabrosos titulares que predicen la quiebra de empresas, abusos del mercado y la preocupación de los responsables políticos de que esta práctica perjudique los mercados financieros. Sin embargo, una mirada más allá de los titulares revela una realidad más compleja», explica Lamont.
Para el experto de Schroders, la venta a corto plazo tiene una tiene una reputación injustamente mala. «En lugar de evitar esta práctica, los inversores, especialmente los que tienen una mentalidad más ética, deberían asegurarse de entender sus usos potenciales en una estrategia y cómo pretenden comportarse los que llevan a cabo esa práctica. Puede aportar importantes beneficios, tanto para la rentabilidad de las inversiones como para las normas de gobierno corporativo. Algunos vendedores en corto son poco éticos, pero la venta a corto plazo en sí no lo es», añade.
Consecuencias de WallStreetBets
Ahora bien, ¿cuáles son las características de los valores que son objeto de mayor interés por parte de estos intrépidos inversores? “Parecen ser bastante extremos en sus elecciones, ya que apuntan principalmente a acciones de alto crecimiento y gran impulso, así como tener un enfoque contrarian. Están interesados en todo lo que se mueve a lo grande y buscan acciones volátiles”, destaca Bonzon.
En opinión de Beer, este evento de GameStop tendrá consecuencias. “Los hedge funds serán mucho más cautelosos a la hora de tomar posiciones cortas. La perspectiva de perder un 500% en pocas semanas cambia el cálculo. Cualquier hedge funds con una posición larga de pequeña capitalización probablemente está husmeando en Reddit tratando de averiguar cómo conseguir que la mafia lo apoye. Además, cualquier inversor institucional en hedge funds debería reexaminar las estructuras de comisiones. Las pérdidas en algunos fondos destacados se han producido a las pocas semanas de haber pagado comisiones de rendimiento exorbitantes”, añade.
La otra pregunta que se hacen los inversores es si la SEC y las autoridades deberían tomar medidas. Sobre ello Beer reconoce que la respuesta no es fácil ni sencilla. “No está claro cuál debería ser la respuesta del regular. Si tres hedge funds se confabulan para hacer subir una acción, eso podría ser un problema regulatorio abordable en torno a la manipulación del mercado. Si 10.0000 inversores individuales están en el mismo lado de un frenesí comercial, no es obvio que la SEC deba hacer nada. Sospecho que se investigará enérgicamente y, si se identifican casos claros de conducta ilegal, se castigará a los individuos. El mercado actuará mucho más rápido: los hedge funds no se pondrán en la misma situación de vulnerabilidad, por lo que a medida que se vayan deshaciendo los cortos, se irá soltando el aire del globo”, concluye Beer.