Mario Draghi ha sacado hoy gran parte de su artillería, adoptando varias medidas: ha bajado los tipos de interés del 0,05% al 0%, ha elevado el volumen del QE de 60.000 a 80.000 millones mensuales –a partir de abril- y ha incluido la compra de deuda corporativa en su plan de compra de activos -comprará bonos denominados en euros con grado de inversión emitidos por las sociedades no bancarias establecidas en la zona del euro, unas operaciones que se realizarán alrededor de finales del segundo trimestre–. Además, el QE se mantendrá hasta marzo de 2017 o más tiempo si es necesario y se amplía del 33% al 50% la compra de papel de organismos supranacionales.
El BCE también ha penalizado aún más la facilidad de depósito, al elevarla del -0,3% al -0,4% (el nivel más bajo de su historia), para presionar a los bancos a que presten dinero, y ha recortado la facilidad marginal de crédito, a la que presta el dinero a un día,al 0,25%desde del 0,30%. Además, habrá una nueva serie de LTRO (préstamos de liquidez a la banca a muy largo plazo), cada uno con una duración de cuatro años, a partir dejunio de este año. El interés de estos créditos podrá reducirse hasta un mínimo del -0,4% y el último de ellos tendrá lugar en marzo de 2017.
Medidas todas ellas que, a diferencia de diciembre, han complacido a los mercados -aunque de forma temporal, porque horas más tarde del anuncio los efectos positivos se diluían- y a los gestores. “Y se mantiene la puerta abierta a ampliar las medidas tomadas en el futuro. Naturalmente, siempre que sea necesario. El propio Draghi dice que no se puede anticipar si serán precisas más medidas. Pero las actuales estarán durante largo tiempo”, dice José Luis Martínez Campuzano desde Citi en España. “Esperamos que el programa QE se extienda más allá de marzo de 2017, al menos seis meses”, dice Maxime Alimi, del equipo de Research y Estrategia de Inversión de AXA IM. Además, cree que podrían añadirse más activos a este programa QE, como REITS o incluso acciones.
Entre las medidas adoptadas esta tarde, los expertos señalan el TLTRO II y las compras de deuda privada no financiera como las más llamativas e importantes. “El paquete de medidas de Draghi intenta por todos los medios hacer frente al problema. El nuevo programa TLTRO II es probable que vaya a tener mayor impacto porque puede incentivar realmente a los bancos a conceder financiación más barata de lo que ellos la obtienen del banco central. La decisión de comprar bonos corporativos no financieros podría ser una medida interesante, pero no sabemos exactamente qué es lo que comprarán y qué cantidad. El riesgo es que el BCE decida comprar menos de los que el mercado espera actualmente”, explica Patrick O’Donnell, gestor de Aberdeen Asset Management.
“El BCE ha bajado el tipo de depósito y ha incrementado el volumen de compra de activos, como ya se esperaba pero ha introducido dos novedades importantes: la primera es la inclusión de los bonos corporativos no bancarios entre los activos elegibles para la compra; y la segunda, a nuestro juicio la más relevante, es el anuncio de un nuevo programa de TLTRO. Esta novedad (que los bancos cobren del BCE por pedirle dinero en lugar de pagárselo) es muy importante, no solo desde el punto de vista del aumento de rentabilidad, sino también porque les asegura la disponibilidad de financiación abundante y, como mínimo, gratuita, para los próximos cuatro años, de tal forma que no tengan ningún problema de liquidez ante los futuros vencimientos de bonos. Ello debería redundar en una mayor concesión de préstamos por parte de la banca al sector privado, con sus consecuencias positivas para la economía, y a despejar las dudas sobre su salud financiera, que debería tener su reflejo en un aumento de las cotizaciones bursátiles del sector, ahora extremadamente deprimidas”, añade Josep Prats, gestor del fondo Abante European Quality en Abante Asesores.
También para Robeco, las medidas adoptadas hoy por el BCE son un “movimiento inteligente para impulsar el préstamo bancario” que restaura la confianza en Draghi. Léon Cornelissen, economista jefe, escribe en el blog de la firma: «Está claroque el BCE quería sorprender al alza. La vieja tasa de crédito TLTRO estaba en el 0%, pero la nueva estará tan baja como el tipo de los depósitos, del -0,4%”, que es un movimiento interesante porque, ante las críticas a los tipos negativos porque socavan el modelo de negocio de los bancos, el esquema TLTRO negativo consigue compensar: “Se obtiene dinero si prestas dinero. Si los bancos piden prestado al BCE con el fin de prestarlo, lo que consiguen básicamente es que se les pague. De esta manera, se subvenciona a los bancos que prestan dinero. Es un movimiento inteligente», concluye el experto de Robeco.
“La decisión del BCE de incrementar el QE de 60.000 a 80.000 millones y de impulsar el tipo de facilidad de depósito un 0,1% más hacia el terreno negativo excede en cierta medida las expectativas del mercado. Los tipos de interés negativos probablemente arrastren la rentabilidad de la banca europea. Pero la nueva serie de TLTROs compensan para proveer a los bancos de oportunidades excepcionales de financiación barata. De hecho, en teoría, los bancos podrían recibir pagos de dinero por el BCE para prestar, aunque las modalidades de las operaciones todavía no están claras”, coincide en el análisis Toby Nangle, director de estrategia multiactivos en Europa para Columbia Threadneedle Investment.
Compras de crédito: el impacto
Para Francisco Sainz, director de Gestión de Imantia Capital, lo más relevante es la ampliación del ritmo de compras hasta 80.000 millones mensuales y, sobre todo, la inclusión de deuda corporativa a partir de junio. “El objetivo, de nuevo, es incentivar el crecimiento de crédito para impulsar la inflación a medio plazo. La reacción del mercado muestra dudas sobre su efectividad, con las bolsas moderando sus subidas iniciales, el euro apreciándose después de su fuerte depreciación inicial y los bonos periféricos retrocediendo tras el tirón en el precio tras el anuncio. Si estamos más cerca o no de los límites de las políticas monetarias, lo veremos en las próximas semanas”.
En general, los expertos consideran que todas estas medidas ayudarán a los mercados. En Pioneer Investmentes ven el anuncio de hoy como algo positivo para los mercados de renta rija en Europa, también para los periféricos y posiciones de aplanamiento de la curva, según comenta Tanguy Le Saout, responsable de Renta Fija Europea. “El mercado de renta fija ha tenido un rally en 2016, debido a las expectativas de futuras medidas que serían anunciadas por el BCE, y hoy Mario Draghi ha dado más información de la que el mercado esperaba. Los vencimientos a más largo plazo se han comportado bien, con los mercados periféricos teniendo unos resultados superiores. La duración de este comportamiento es discutible, y nuestra visión bajista sobre Italia no ha cambiado con el anuncio de hoy”, advierte. Pero son positivos para el crédito con las medidas anunciadas: “Las perspectivas para el crédito europeo son sin lugar a dudas más positivas ahora que antes de la rueda de prensa. Aunque no tengamos detalles sobre la cuantía de la adquisición de crédito no financiero (se especula que aproximadamente 5.000 millones de euros por mes), el hecho de que haya adquisiciones de bonos corporativos cada mes apoyará los diferenciales. Esperamos ver un incremento en la emisión, pero la demanda creciente puede llegar a superar esta oferta”, añade.
También en Columbia Threadneedle creen que es lo más positivo: “El aspecto más importante de la decisión tomada por el BCE parece haber sido incluir los bonos corporativos no financieros en la lista de activos elegibles para el QE. Esta decisión otorga al BCE la posibilidad de convertirse en el actor más importante del mercado de bonos corporativos. Mientras que las medidas del BCE tienen pocas posibilidades de transformar el panorama económico, éstas están en consonancia con la intención de la institución europea de abaratar los costes de financiación para las empresas que buscan invertir, y reducir así los incentivos para el ahorro. Por esto, la reacción positiva del mercado se ve totalmente justificada”.
“La decisión de hoy es positiva para los spreads de crédito, tanto de firmas financieras como no financieras, neutral para la deuda pública europea core, más positiva para la periférica y algo negativa para la divisa europea”, comentan desde Muzinich. “En Europa, nos sigue gustando la deuda pública periférica europea y las medidas anunciadas apoyan esta visión”, comenta Marilyn Watson, responsable de estrategia mundial de productos de renta fija sin limitaciones de BlackRock.
Más allá de la política monetaria…
Coincide Stefan Isaacs, director adjunto del equipo de renta fija de M&G Investments, en que las expectativas se han superado: “El punto más sorprendente del anuncio ha sido la ampliación del programa de compra de activos en 20.000 millones de euros al mes, hasta los 80.000 millones de euros, y la inclusión en el mismo de bonos con calificación de grado de inversión denominados en euros emitidos por entidades no bancarias establecidas en la zona del euro. La sorpresa ha sido grande teniendo en cuenta las sensibilidades políticas, el anterior desacuerdo entre defensores y detractores de las políticas acomodaticias en su Consejo de Gobierno y el debate en torno a la legalidad de la compra de deuda corporativa. Como era de esperar, la acogida en los mercados de deuda ha sido positiva y los diferenciales se han estrechado como consecuencia de ello”, explica. “Al superar las expectativas del mercado, las medidas del BCE deberían apuntalar la confianza, contribuir a un incremento de la concesión de préstamos y a aumentar las perspectivas de inflación. Si bien Mario Draghi no lo reconocerá públicamente, el BCE tendría que ser consciente de que está llegando al límite efectivo de lo que puede hacer para respaldar la economía. También es necesaria la aplicación de reformas estructurales y medidas presupuestarias”, advierte.
Henderson cree que aunque la expansióndel QE del BCE ayudará a los activos financieros, es la anémica demanda de crédito, en lugar de los costes de la deuda, lo que está creando el entorno de baja inflación en Europa. “Esperamos que estas medidas puedan aumentar la confianza, pero dudamos de que la política monetaria por sí sola pueda poner en marcha la economía europea de forma más amplia”, explica Ian Tabberer, cogestor del World Select Strategy de la firma. Es por eso que Tabberer recuerda que aunque las nuevas medidas de Dragui consigan debilitar al euro, “en un contexto mundial este es un juego de suma cero. Rebajar la presión en una región puede crear presiones en otras. No hay soluciones fáciles y es probable que los efectos a largo plazo de esta decisión resulten ser bastante complejos”.
Entre los pesimismistas está Philippe Waechter, economista jefe de Natixis Asset Management: “Los bancos centrales han de hacer todo el trabajo en la zona euro porque no hay una política fiscal proactive. Es una necesidad evitar una ruptura pero no es seguro que esto cree un impulso en la actividad económica. El BCE parece ser la única institución que realmente quiere moverse y cambiar el escenario”.
También en clave negativa, los expertos de Legg Mason hablaban de «otro día decepcionante para el BCE, a pesar de los recortes de tipos y otras medidas de flexibilización, pues los rendimientos de los bonos subieron y el euro se apreció. Las acciones se desplomaron, justo lo contrario que quería la institución”. “Al sugerir que no habrá más bajadas de tipos –a pesar de sugerir que el crecimiento sigue siendo bajo-, asustó al mercado. Dado la precisión de previas perspectivas del BCE, creemos que esta reacción es exagerada”, dice Andrew Belshaw, responsable de Inversiones de WesternAsset (Legg Mason). “El BCE sorprendió a los mercados pero política monetaria no es la bala de plata”, añade Regina Borromeo, gestora de Brandywine Global.
“Esto no cambia nuestra postura actual de que la visibilidad ha empeorado. Observaremos con atención los credit spreads en el sector bancario, así como las revisiones de ingresos y cualquier mejora en el sector de commodities. Desde febrero hemos ido reduciendo riesgos tras empezar el año demasiado confiados en los activos de riesgo. La última jugada del BCE no altera demasiado nuestra visión, porque demuestra que la confianza es baja, y que se necesitan medicinas cada vez más fuertes para tratar de restaurarla. Preferiríamos ver acciones para impulsar la inversión y la innovación a través de medidas presupuestarias. Nuestra conclusión es que los riesgos siguen inclinándose a la baja (crecimiento e inflación). El diablo está en los detalles- si los canales de transmisión funcionarán mejor bajo este nuevo régimen, no podemos asegurarlo todavía”, dice Jean-Sylvain Perrig, director de Inversiones de Union Bancaire Privée – UBP.