En la opinión de Andrea Iannelli, director de inversiones en renta fija de Fidelity International, el BCE ha sido ligeramente más agresivo de lo que esperaban los mercados. Pero esto no ha sido en realidad una gran sorpresa, dado el consenso bajista sobre el crecimiento europeo y la preocupación derivada del impacto de la guerra comercial.
Más bien al contrario: la continuidad del estímulo chino y una política monetaria global más laxa impulsada por la Reserva Federal podrían estabilizar la demanda externa de Europa, algo que podría incluso permitir (en combinación con un estímulo fiscal interno moderado) que la zona euro se recupere más sólidamente hacia fines de año. Con valentía, el presidente Draghi incluso ha proclamado en la rueda de prensa que «no hay probabilidad de deflación» y «muy baja probabilidad de recesión».
Aun así, ha mantenido todas las opciones abiertas, particularmente en el caso de un mayor deterioro de las perspectivas. En particular, ha reiterado varias veces que el Consejo de Gobierno no ignora la posibilidad de ampliar el balance una vez más si las condiciones lo justifican. El BCE ha extendido su «orientación a futuro» sobre los tipos de interés. Ahora los ve en sus «niveles actuales al menos hasta la primera mitad de 2020», en comparación con el final de 2019 anterior. Sin embargo, aunque el período de tipos bajos se prolongue aún más, algunos analistas se han sorprendido de que el BCE no haya indicado que los tipos podrían reducirse también en los próximos trimestres. De hecho, las expectativas de crecimiento e inflación del BCE para este año se han revisado ligeramente al alza, aunque se hayan reducido en general para los años posteriores.
Por último, el BCE ha dado más detalles de la nueva ronda de operaciones de recompra a largo plazo (TLTRO III), más o menos en línea con las expectativas. Los bancos podrán acceder a la financiación a largo plazo del BCE a tipos de interés de entre el -0,3% y +0,1% (por lo tanto, 10 puntos básicos más «caro» que el TLTRO II). La tasa real dependerá nuevamente de cuánto expandan los bancos los préstamos netos a la economía real, incentivándoles así a expandir el crédito. Estos tipos efectivamente «flotarán», subiendo o bajando con los tipos clave de referencia del BCE.
Con estas muy bajas rentabilidades hay margen para que los bonos gubernamentales centrales de la Eurozona tengan un desempeño inferior al de otros mercados, particularmente con respecto a los bonos del Tesoro de Estados Unidos. Sin embargo, con la inflación aún muy débil y los riesgos derivados de las tensiones del comercio mundial, el BCE está dispuesto a actuar en los mercados de bonos europeos y tiene mucho margen para hacerlo. Por lo tanto, la hipótesis de base de Fidelity International sigue siendo “más bajos durante más tiempo”.