A finales de agosto el índice norteamericano S&P500 consiguió alcanzar la tendencia alcista más larga de su historia, dejando atrás la anterior tendencia más longeva alcanzada entre 1990 y 2000.
Para el equipo de Fidentiis Gestión, la situación en España es muy diferente. Puesto que la definición de un mercado alcista es cualquier periodo en el que el índice de referencia no registre una caída superior a un 20%, el Ibex-35 estaría muy cerca de entrar en territorio bajista.
Desde los máximos alcanzados a principios de mayo de 2017 y hasta el viernes 7 de septiembre, el Ibex-35 ha cedido un 17,6% y la gestora destaca que, en ese mismo periodo, el fondo Tordesillas Iberia Long Only ha experimentado una revalorización en términos absolutos del 7,1%.
En opinión de los expertos de Fidentiis, son varias las razones que explican un comportamiento tan dispar frente al principal índice de referencia:
En primer lugar, destacan el profundo conocimiento de su universo de inversión.
La estrategia cuenta con un equipo de cinco analistas para un universo de inversión de aproximadamente 100 valores. Por un lado, dicen, “al estar tan cerca de las compañías podemos identificar aquellas con dinámicas operativas y financieras más potentes y por otro, el extenso estudio del entorno donde operan nos permite anticipar en cuáles de las mismas los múltiplos de valoración están bien soportados o en fase de expansión”.
“Gracias a este análisis constante”, añaden, “podemos mantener una cartera concentrada de compañías en las que tenemos un alto grado de convicción, minimizando accidentes en la selección de valores, lo que acaba traduciéndose en unos retornos satisfactorios. Esto es muy importante, puesto que suele suceder que un 20% de las posiciones contribuyen con un 80% a la rentabilidad”.
En segundo lugar, no todo el “mercado” está en fase bajista.
Los índices españoles están fuertemente sesgados hacia una serie de compañías que han tenido un rendimiento muy pobre en los últimos tiempos. El sector bancario, Inditex y Telefónica suponen cerca del 50% del selectivo, con lo que “una gestión pasiva en España significa estar apostando activamente al selectivo bancario junto con algún valor más. Sin embargo, la exposición a los pesos pesados del Ibex-35 ha sido residual, sobreponderando marcadamente nombres con peso reducido en los índices”, afirman.
En tercer lugar, la flexibilidad marca la diferencia.
“En contra de lo que implica apostar por la gestión pasiva, nosotros estamos recurrentemente hablando con las compañías, estudiando competidores y actualizando nuestras tesis de inversión. Este trabajo se traduce en una continua toma de decisiones sobre si vender, comprar más, o simplemente no invertir. Somos los primeros que estamos constantemente contrastando nuestras propias ideas y desde luego no nos tiembla la mano si la realidad se empieza a desviar de la tesis que hemos construido inicialmente para cada valor”, explican.
En definitiva, el equipo Fidentiis Gestion defiende el valor de la gestión activa frente a los trackers de los índices, donde si se es mínimamente selectivo con los productos que se eligen, los mayores costes de inversión están generosamente justificados.
“Creemos firmemente que con un buen análisis y aprovechando la cercanía y control que ofrece invertir en un mercado relativamente pequeño como el Ibérico, podemos obtener rentabilidades interesantes incluso en entornos de mercado complicados”, concluyen.