El domingo 25 de octubre se celebró en Chile un plebiscito histórico donde 78,27% del electorado votó a favor de una nueva Constitución y 78,99% eligió una asamblea constituyente como el organismo a cargo de la redacción del texto. El proceso se desarrolló a lo largo de una jornada pacífica, marcada por las medidas sanitarias, con un récord histórico de participación (50,9%), la más alta desde que el voto es voluntario en Chile. Así, lo han valorado desde BCI Estudios destacando además como la crisis social iniciada en 2019 “se ha ido encauzando a través de la institucionalidad”.
Arturo Frei, gerente general de Renta 4 Chile, señala que el resultado del plebiscito no cuestiona la continuidad del modelo económico chileno, que junto al ambiente pacifico en que se desarrollaron las votaciones, han acotado la reacción de los mercados el día después.
“Lo que se aprobó ayer es redactar una nueva constitución que sea legítima desde el punto de vista de la sociedad, más allá de que se este planeando derrumbar el modelo”, declara Frei a Funds Society.
Desde el Credicorp Capital también reafirman su convencimiento de que el modelo económico chileno no está en riesgo. «En todo caso, reafirmamos nuestra visión de que el modelo económico de Chile no está amenazado y las instituciones económicas se mantendrán fuertes ya que esperamos que prevalezcan políticas públicas orientadas al progreso colectivo, reglas y regulaciones claras», declaran en un informe elaborado por su equipo de research.
Desde la entidad de origen peruano destacan, además, la alta participación a pesar de las limitaciones derivadas de la pandemia y en este sentido comparan los datos con los de las últimas elecciones presidenciales.
«Durante la última elección presidencial en 2017 (Piñera vs Guillier) hubo aproximadamente 14,4 millones de votantes de los cuales no más de 7 millones participaron del proceso, equivalente a una tasa de participación del 49%. Para el plebiscito, pudieron votar 14,8 millones de personas de las cuales votaron más de 7,6 millones, lo que equivale a una participación cercana al 51%. En general, esta es una nota positiva considerando que mayores tasas de participación fortalecen y validan los procesos democráticos. Aunque es difícil de predecir, sería positivo que esta tendencia se mantuviera hacia adelante tanto para la elección presidencial como durante la votación de los delegados constituyentes», afirman desde Credicorp.
Se inicia un largo proceso de 18 meses
Chile inicia ahora un largo proceso de 18 meses que culminará con un nuevo plebiscito que deberá aprobar el nuevo texto, donde, para Compass Group, la nominación y elección de los miembros de quienes elaborarán el texto, serán aspectos “clave para la economía y mercados de Chile”. El próximo paso es la elección de los miembros de la asamblea en abril 2021, que coincide con elecciones locales.
Para Frei, de Renta 4, “lo importante ahora es saber cuáles son los puntos fundamentales y quienes van a discutir esos puntos fundamentales, porque tampoco pienso que las fuerzas que apoyen el modelo de libre mercado chileno sean un 20%, que fue el rechazo de ayer. Hay mucha gente que esta de acuerdo con el modelo chileno, que le haría algunos cambios pero que necesitaban validar la constitución por un tema político más simbólico”, afirma.
Sin embargo, desde BBVA Corporate & Investment Banking, en su informe «Chileans vote for change: the constitutional process has begun», destacan que el amplio margen merece un análisis detallado ya que sugiere “un fuerte impuso hacia un cambio y un centro-izquierda potencialmente más fuerte antes de la próxima ronda de votación para elegir a los miembros de la asamblea”.
No obstante, el informe recuerda que hay dos elementos fundamentales que hay que tener en cuenta. “La primera es que es probable que Chile migre hacia una constitución de estado de bienestar en la que el gobierno garantice el acceso a servicios públicos clave, como la educación, la atención médica y las pensiones, además de proporcionar mecanismos para obtener tales derechos si es necesario (lo que implica mayores y gastos públicos más rígidos). En segundo lugar, la aprobación de cualquier artículo de la nueva constitución requerirá el apoyo de al menos dos tercios de la asamblea, lo que también limita las posibilidades de que se acaben incluidas propuestas más radicales o extravagantes. De hecho, el riesgo puede ser que la nueva constitución no logre definir los detalles del nuevo marco porque no hay consenso”.
Mayor pendiente en los activos de renta fija y posibles oportunidades de entrada en renta variable
Todos los expertos afirman que la victoria del apruebo ya estaba descontado en los precios, y Frei, de Renta 4, destaca el bajo volumen de los mercados de renta fija y renta variable de los últimos días que han sido debidos “más que por la incertidumbre, porque los inversionistas saben que más gasto, más endeudamiento, pueden redundar en menor inversión”.
En esta línea desde Credicorp Capital detallan que : «Antes del plebiscito, el peso se apreció en torno al 2,3% con respecto a la semana anterior, una apreciación mayor a la exhibida por otras monedas latinoamericanas. El IPSA, ganó un 4,6% con respecto a la semana anterior, lo que se compara con una caída del 0,9% del S&P durante el mismo tiempo. Finalmente, las tasas de interés a 5 y 10 años mostraron movimientos marginales. Por su parte, la incertidumbre de la política económica diaria en Chile, medida por el índice DEPUC (Becerra & Sagner 2020), continúa en niveles significativamente altos. Así, estimamos que una parte no menor del resultado del plebiscito ya estaba incluida en los precios de los activos financieros».
De cara al futuro, desde BBVA Corporate & Investment Banking, esperan “un tono cauteloso para los activos locales en las próximas semanas o meses, ya que abre un debate más amplio sobre las estructuras políticas y económicas del país y podría verse como un lastre fiscal mayor”, afirman.
De la misma opinón es el equipo de research de Credicorp Capital, que opina que «en el mediano plazo, pensamos que la incertidumbre podría continuar, ya que el país enfrentará la necesidad de realizar reformas orientadas a atender las crecientes demandas sociales. Creemos que los inversionistas ya esperan un ambiente ruidoso en los próximos trimestres en medio de una intensa agenda política que incluye una elección presidencial abierta, así como la votación de delegados constituyentes y el contenido de la nueva Constitución».
En cuanto al impacto en los mercados de renta fija, desde BBVA esperan una continuación en el incremento de la pendiente de la curva chilena iniciada en agosto de 2019 y este hecho unido al aumento del riesgo país “también puede ser un lastre permanente para el peso chileno”.
Con respecto a los mercados de renta variable chilenos, y en opinión de Frei, si se produjera alguna noticia negativa que se tradujera en una bajada del IPSA por debajo de los 3.000 puntos, sería una buena opción de entrada “ya que la mitad de las empresas del IPSA están por debajo del valor en libros”.