El regreso de la inflación ha convertido a los activos reales (madera, tierras, recursos básicos…) en una opción atractiva para las carteras. Entre esos activos reales está el agua y cabe fijarse en los fondos de inversión temáticos que tienen a la industria del agua en el centro de su estrategia. El potencial es enorme, como explica Marc Olivier Buffle, especialista de Pictet AM durante un encuentro informativo.
Y es que el mercado global del agua solo llega aún a los 600.000 millones de dólares, pero crece a un ritmo del 6% anual. “Hay que tener cuenta que gran parte de las infraestructuras del agua siguen siendo propiedad de los municipios: en 2015 el 85% de la población mundial, 6.222 millones de personas, recibían suministro de agua de municipios y 15% de empresas mixtas público privadas, pero la estimación es que para 2030 el 22% de la población mundial reciba suministro de agua de empresas mixtas público-privadas. En Europa, el 31% de la población ya tiene servicio de empresas mixtas y el crecimiento previsto es menor, pues ya ha habido un intenso proceso de privatización de la operación de infraestructuras en Francia e Inglaterra -donde las concesiones son por cien años-. Sin embargo, en Norteamérica el crecimiento esperado de la población servida por empresas es casi del 50% y en Asia de casi el 100%”, explica.
En este contexto, la necesidad global de inversión en infraestructuras relacionadas con el agua alcanza el billón de dólares anual hasta 2030. Mientras en Europa y EE.UU. se trata sobre todo de mantenimiento, en Asia y otras regiones emergentes hablamos de construcción de nuevas infraestructuras. Buffle hace hincapié en el grave problema de calidad del agua en China, donde básicamente la mitad de sus siete mayores ríos se encuentra por debajo del nivel adecuado para ser utilizable.
La industria del agua cuenta, además, con otro factor a su favor y es el poder que posee a la hora de imponer precios y los flujos de caja sostenibles en el tiempo. “Otras industrias tienen que negociar contratos como productores independientes de energía, energía renovable o almacenamiento de agua, mientras que en otras como las mineras su activo va decreciendo con el tiempo y en algunos casos deben aceptar los precios de los mercados”.
En su opinión, el agua es “una parte muy pequeña de los ingresos disponibles de los ciudadanos, por lo que es posible aumentar las tarifas para reflejar los costes de las correspondientes infraestructuras sin que afecte demasiado a las economías familiares”. De hecho, el crecimiento de las tarifas del agua es mayor y bastante más estable que el petróleo.
Los fondos temáticos sobre agua, como Pictet Water, no sólo invierten en empresas cotizadas que proveen del servicio sino también en compañías de tecnología y componentes que proporcionan productos a las infraestructuras. Un ejemplo de ello, explica el experto, es el proceso por el que se está tratando el agua de Nueva York con rayos ultravioletas para evitar que determinados microorganismos se reproduzcan. Un proceso para el que son necesarias miles de bombillas proporcionadas por la empresa norteamericana Danaher.
Exposición a mercados emergentes y pequeñas compañías
En el caso de Pictet Water básicamente la mitad de la cartera está invertida en compañías directamente relacionadas con infraestructuras, segmento conservador y defensivo y la otra mitad en empresas que proporcionan tecnología o componentes para infraestructuras, más cíclico y de mayor crecimiento. Para que una empresa entre en la cartera al menos el 20% de sus ventas tienen que estar relacionadas con el tema. “Ello excluye compañías de alimentación como Nestlé o Danone, donde es la marca lo que proporciona el valor”.
A juicio de Buffle, el mayor riesgo de este tipo de inversión es el riesgo de mercado y no la regulación o la normativa, que “es muy variada en cada región del mundo”. El experto reconoce, no obstante, que la privatización de las infraestructuras del agua es un tema sensible y suele asociarse con recorte de derechos humanos, pero en su opinión, se trata “de ser parte de la solución al problema del acceso al agua a un precio razonable, no gratis”.