Según el Estudio Global de Inversión 2017 elaborado por Schroders, la inversión sostenible está en auge en todo el mundo. Esta es la principal conclusión a la que ha llegado este informe, para el que se han realizado 22.000 encuestas a inversores de 30 países. Son los inversores asiáticos y americanos los que muestran mayor convencimiento a la hora de afirmar que la inversión sostenible es más importante para ellos ahora que hace cinco años.
A escala global, los inversores consideran que la inversión sostenible es una forma de impulsar no solo avances en los planos social, empresarial y medioambiental, sino también los beneficios. Un compromiso que el inversor se aplica a sus propios hábitos, puesto que, de media, el 72% de los encuestados reconoce que a menudo reduce o recicla sus residuos domésticos. Sin embargo, a la hora de invertir, tan solo el 42% de los consultados prefiere invertir en fondos sostenibles que en otro tipo de fondos.
“La inversión sostenible es un ámbito que reviste cada vez más importancia para los inversores a escala global; el 78% de los encuestados afirmó que es más importante para ellos ahora que hace cinco años, el 32% respondió que es notablemente más importante y el 46% que es algo más importante”, apunta el estudio en sus conclusiones.
El hecho de que el inversor le dé importancia a este tipo de inversión, ha provocado que tenga, cada vez, más interés por este campo. De hecho, la encuesta reflejó que la inversión sostenible fue la temática de inversión sobre la que más gente desearía mejorar sus conocimientos, por encima de otros asuntos como las diferentes clases de activos y el efecto cumulativo.
Por último, el estudio señalada que, además, los inversores están aumentando sus asignaciones a la inversión sostenible. Por ejemplo, el 58% de los europeos afirmó haber incrementado su inversión en fondos sostenibles en los últimos cinco años, aunque son los suizos quienes más han aumentado su inversión.