Diez años después de la histórica quiebra de Lehman Brothers se puede afirmar que los bancos europeos han logrado recuperar la confianza de los inversores, que han aumentado sus valoraciones globales. Sin embargo, los bancos en Europa están por detrás de sus homólogos estadounidenses en lo que respecta a la transformación de su modelo de negocio.
Según el informe 2018 Health Check of the Banking System de la consultora Bain & Company el sector bancario europeo permanece “bajo presión”. Más de una cuarta parte de los bancos se encuentra en una situación delicada y deben tomar medidas urgentes para garantizar su supervivencia, mientras que los grandes bancos han perdido terreno tanto en rentabilidad como en posición de balance en relación con el sector en general.
“Diez años después de la crisis, los bancos europeos siguen enfrentándose a retos relacionados con la debilidad de los balances y la obsolescencia de sus modelos de negocio”, afirma João Soares, socio de Bain & Company y creador de la metodología Health Check. «Los grandes bancos están luchando y perdiendo terreno ante competidores más pequeños», añade Soares.
El Health Check combina datos de los balances y las cuentas de resultados y calcula una puntuación para cada banco, clasificándolos en cuatro categorías. El 32% de los bancos analizados alcanzan la categoría de ganadores que se corresponden con bancos escandinavos, holandeses y belgas, que siguen teniendo un rendimiento superior en prácticamente todos los indicadores financieros.
El 23% de los bancos entran en la categoría de modelo de negocio débil y son principalmente bancos de Reino Unido y Alemania, cuyos modelos comerciales continúan teniendo dificultades.
Alrededor del 19% de los bancos tienen como prioridad corregir los balances débiles. A lo largo de los años, estos bancos han mostrado una situación de vulnerabilidad que aún no se han reflejado plenamente en sus cuentas de resultados. Los bancos españoles representan una gran parte de esta categoría, con posiciones de capital mucho más débiles que la media de los bancos europeos.
Del total de los bancos analizados, el 26% de los bancos muestra “señales de alto riesgo”. Los bancos del sur de Europa -incluidos más de la mitad de los bancos de Italia, Grecia, Portugal y Chipre- han registrado niveles ajustados de rentabilidad y calidad de los activos.
Los grandes bancos pierden terreno
Existe un mayor motivo de preocupación en relación con los grandes bancos. De los 10 mayores bancos por activos, solo uno mejoró su posición general durante el año; todos los demás sufrieron pérdidas y mostraron un nivel bajo de capacidad de resistencia en relación con el sector. Si los 10 bancos principales fueran una sola institución, estarían todos los años en la categoría “modelo de negocio débil” desde 2013.
La mayor diferencia de puntos porcentuales entre los grandes bancos y el resto se produce en la relación coste-beneficio, en la que la media de los 10 bancos principales es del 69%, en comparación con el 60% de los demás bancos.