El dólar subió fuertemente la semana pasada frente a todas las demás divisas del G10, seguido por el yen japonés y el franco suizo. Las monedas particularmente ligadas al ciclo económico, como la corona sueca y el dólar australiano y neozelandés, tuvieron un desempeño particularmente pobre. Según los analistas de Ebury, institución financiera especializada en pagos internacionales e intercambio de divisas, la debilidad de la zona euro y la falta de progreso en las negociaciones comerciales han llevado a dólar a recuperarse.
“La ausencia de buenas noticias en las negociaciones comerciales entre EE.UU. y China contribuyó a asustar a los inversores y a enviarlos hacia refugios seguros, al igual que una serie de débiles datos en los países europeos. Mientras tanto, tampoco hay progreso en las negociaciones de Brexit a medida que se inicia la cuenta atrás, aunque la libra logró mantenerse a la par del euro”, señalan en el último análisis de Ebury.
Esta semana, el mercado estará atento a la evolución de los acontecimientos políticos, en particular al Brexit y a las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China. “El Banco de Inglaterra se reunió el jueves pasado y emitió una evaluación bastante moderada del estado de la economía. Sin embargo, la incertidumbre que rodea al Brexit y la posibilidad de un resultado sin acuerdo sigue centrando la atención de los mercados de divisas. La ausencia de noticias al respecto hizo que la libra siguiera muy de cerca al euro frente a todas las demás monedas principales. Pese a que este semana se vaya a conocer el PIB del cuarto trimestre y la inflación, los mayores movimientos del mercado se esperan el jueves, ya que el Parlamento británico votará sobre varias enmiendas relativas a las negociaciones del Brexit”, explican los analistas de Ebury.
Respecto al dólar, la semana pasada, cuando los rendimientos alemanes a 10 años volvieron a cero, el euro no pudo mantenerse en los niveles de 1,14 frente al dólar y cayó a mínimos de 2019, alrededor del 1,13 frente al dólar estadounidense. “Con o sin conversaciones comerciales, actualmente todo parece positivo para el dólar. El dólar entró en terreno positivo la semana pasada y dejó atrás a todas las divisas del G10. El índice DXY ha vuelto a sus máximos de 2019 y esta mañana está prolongando su débil tendencia alcista”, señalan desde Monex Europe.
Por último, Frank Dixmier, director global de renta fija de Allianz Global Investors, recuerda que gran parte de la posición de las divisas, principalmente del dólar y el euro, depende de las decisiones que están tomando los bancos centrales. “La decisión de la Fed de colocarse detrás de la curva y detener la normalización de su política monetaria claramente obstaculiza al Banco Central Europeo. Cualquier aumento de tipos por parte del BCE en un momento en que la Fed reduce sus tipos supondría un aumento en la cotización del euro frente al dólar y otras monedas, lo que contribuiría a un endurecimiento aún mayor de las condiciones monetarias y afectaría las exportaciones de la zona euro”, explica Dixmier.