Mikko Ripatti, gestor sénior de carteras de clientes en DNB Asset Management, explica cómo la integración de la sostenibilidad influye en la rentabilidad y demuestra por qué los países nórdicos han podido gestionar mejor hasta ahora la crisis del coronavirus.
¿En qué se diferencian las economías del norte de Europa de sus homólogas del resto del continente?
El factor diferencial de la región nórdica reside en el hecho de que Noruega, Suecia, Dinamarca y Finlandia cuentan con economías fuertes y cuentas públicas saneadas, lo que convierte al conjunto de la región en una de las más avanzadas del mundo en todas las categorías del Banco Mundial y la OCDE. Dinamarca, que ha sido el país con mejor trayectoria económica en Europa durante los últimos diez años, encabeza la lista. El país se caracteriza por una sólida tasa de crecimiento y alberga algunas de las mejores empresas de consumo y sanitarias de Europa.
En esta coyuntura, ¿cómo se comportaron los países nórdicos durante la crisis del coronavirus?
Hasta ahora, la región ha lidiado mejor con la pandemia que otros países europeos. En Noruega y Finlandia las cifras de infectados son bastante inferiores a las de Alemania. Además, la particular forma en que Suecia está abordando la crisis no ha tenido impacto económico hasta ahora. La economía ha evolucionado de forma similar a la de otros países de la región.
¿Cómo ha sido la reacción de los mercados financieros?
El índice MSCI Nordic Contries, formado por las 74 empresas más grandes de las bolsas de Oslo, Estocolmo, Copenhague y Helsinki, ha subido un 8,6% desde comienzos de año. Por el contrario, el índice MSCI Europe ha perdido el 8,3% en el mismo periodo, mientras que el índice Dax alemán ha caído un 4,8%. El hecho de que las bolsas del norte de Europa estén registrando un mejor comportamiento que las del resto del continente no es novedoso: desde 2010 el MSCI Europe únicamente ha avanzado un 11% y el Dax ha ganado un 50%, mientras que el MSCI Nordic Countries ha duplicado su valor.
¿Cuáles son los principales factores que explican este fenómeno?
Los mercados nórdicos se caracterizan por una buena liquidez, incluso en los episodios más críticos, como durante la crisis financiera mundial de 2008 o ahora, durante la pandemia. En estos periodos, se pudo seguir operando y el volumen de contratación diario en cualquier momento ascendió a varios miles de millones de euros. Otra razón importante para este mejor comportamiento reside en la especial composición de los índices y la marcada diversificación sectorial. Por ejemplo, los valores industriales están más ampliamente representados en el norte, mientras que los valores de consumo están teniendo un peso ligeramente menor.
Entonces, ¿por qué los mercados nórdicos siguen sin tener la relevancia que merecen dentro de las asignaciones de activos en renta variable europea?
La razón es la falta de conocimiento: los inversores se centran principalmente en la exposición a la renta variable europea, mundial o estadounidense y no consideran las inversiones en los países nórdicos como una opción. Sin embargo, la región ofrece lo que ahora más importa: empresas fuertes con presencia internacional, capacidad de resistencia, diversificación y un elevado nivel de cumplimiento de los criterios ESG. El norte de Europa acoge un gran número de empresas sostenibles, especialmente empresas presentes en el sector de las energías renovables. Las acciones de estas empresas disfrutan de una aceptación cada vez mayor entre los inversores, que han entendido que los factores ESG deberían evaluarse como otro parámetro de riesgo para mejorar el binomio riesgo-rentabilidad de una inversión.
¿Qué puede aportar DNB Asset Management para mejorar el perfil de las asignaciones de activos en Europa?
DNB es un proveedor líder de servicios financieros en Noruega y uno de los mayores bancos de los países nórdicos por capitalización bursátil. Además, gestionamos todos los activos y mandatos de clientes desde Noruega, mientras que la venta y comercialización de los fondos para clientes internacionales se realiza en Luxemburgo. Contamos con una trayectoria muy competitiva y constante, un equipo de inversión especializado y experimentado y una posición de liderazgo en ESG.
¿Qué criterios ESG forman parte de su filosofía de inversión?
Los criterios ESG están integrados en todas nuestras estrategias y también ofrecemos estrategias temáticas. Lanzamos el primer fondo de renta variable con consideraciones ecológicas en 1989 y ese mismo año presentamos la primera estrategia de inversión en tecnologías de bajas emisiones. Nuestro compromiso con la aplicación de la filosofía ESG a nuestras inversiones nos llevó a suscribir los Principios para la Inversión Responsable de la ONU en 2006 y a participar en el Código de Transparencia de Eurosif en 2018. Este año, el fondo de energías renovables de DNB recibió el sello FNG. Con el fin de concretar nuestro compromiso en hechos, llevamos a cabo un estudio en colaboración con el instituto independiente ISS-ESG que por primera vez demuestra en detalle cuántas emisiones se evitan a través de una inversión de 1 millón de euros. De acuerdo con este informe, el DNB Fund – Renewable Energy, un fondo que se centra empresas con productos y servicios que se caracterizan por unas emisiones más bajas que las fuentes tradicionales o que permiten a sus clientes reducir las emisiones, ha generado un ahorro de emisiones de 2.838 millones de toneladas de CO2 por cada millón de euros.