Los mercados de inversión están agitados por factores como la victoria de Trump, el Brexit, los rendimientos negativos en los bonos y las dudas sobre la economía china. En un entorno en el que cada vez es más difícil obtener rentabilidades, muchas personas están volviendo su atención hacia los dividendos para obtener algo tangible de sus inversiones. Sin embargo, la coyuntura también afecta a los fondos orientados a dividendos. Dan Roberts, gestor del FF Global Dividend Fund de Fidelity, explica cómo maneja la situación para ofrecer buenas expectativas a los partícipes de la estrategia que gestiona.
“En mi opinión, ha habido un factor determinante para las rentabilidades de los activos durante los últimos cuatro o cinco años: la política de tipos de interés. Si descomponemos la rentabilidad de mercado durante este periodo en tres elementos, dividendo, cambio de valoración o expansión de múltiplos y avance de los beneficios, se puede ver lo poco que han contribuido los beneficios a las rentabilidades. De hecho, los beneficios han empeorado, lo que demuestra la escasa mejoría de los fundamentales empresariales en el cómputo general”, explica Roberts.
En lugar de eso, añade, “el mercado en su conjunto se ha movido por las revisiones al alza de las valoraciones, o la expansión de los múltiplos, para reflejar el efecto de los tipos de interés cero”. Como consecuencia, el gestor de Fidelity cree que los inversores están alejándose de las clases de activos que ofrecen rentabilidades reducidas y riesgos ostensiblemente más bajos, como los activos monetarios y la deuda pública, y están subiendo por el espectro de riesgos en busca de mejores rentabilidades.
A pesar de la denominada ‘búsqueda de rendimientos’ por parte de los inversores, los factores distintos de la rentabilidad por dividendo han sido los grandes dominadores de las bolsas durante los últimos cuatro o cinco años, si bien también han influido en las rentabilidades diversos factores de estilo. El siguiente gráfico muestra que las carteras orientadas hacia factores como beta baja, beneficios estables, calidad y volatilidad baja han batido al conjunto del mercado, a diferencia de las que simplemente hacían hincapié en la rentabilidad por dividendo.
Para Roberts esto es importante porque demuestra que limitarse a seleccionar valores atendiendo simplemente a la rentabilidad por dividendo no ha conseguido batir a otros estilos durante los últimos años. Por otro lado, también explica por qué se pueden obtener buenos resultados con un enfoque de selección de valores por fundamentales.
“El énfasis tradicional del mercado en los indicadores de calidad y baja volatilidad (hasta hace relativamente poco tiempo) provocó que algunos inversores plantearan dudas sobre las valoraciones de las acciones de calidad que pagan dividendos. Sin embargo, no creo que los valores defensivos estén necesariamente sobrevalorados. Si tomamos el consumo básico como ejemplo, vemos que el sector tiene un PER más alto que el del índice, pero esta prima no es anómala desde el punto de vista histórico. Además, dada la estabilidad y resistencia de los beneficios de estas empresas, me atrevería a decir que el sector se merece esta prima”, concluye el portfolio manager del FF Global Dividend Fund.