“La promesa de dividendos elevados puede ser una señal errónea para los inversores y llevarnos hasta empresas que muestran síntomas de tensiones”, explica Dan Roberts, manager del Fidelity Global Dividend Fund, que en los últimos años ha batido holgadamente su índice.
Roberts recuerda que la tentanción de entrar en empresas que ofrecen un alto reparto a sus accionistas ha tenido como referente en los últimos años a los sectores de servicios financieros y telecomunicaciones, que en cierta medida no cumplieron con las expectativas del mercado. “Cuando una rentabilidad por dividendo prevista alcanza el 6-8%, aumentan las probabilidades de que esta rentabilidad no se materialice totalmente. Así pues, cuando buscamos acciones que ofrezcan dividendos en torno al 5-7%, analizamos con detalle la sostenibilidad de este dividendo y si existen probabilidades de que se vaya a recortar”, explica el manager de Fidelity.
Algunos mercados con acciones que pagan dividendos están sujetos a grandes niveles de concentración. De esta forma, cuenta, sólo ocho valores del FTSE 100 acaparan el 50% de todos los dividendos. Dos valores del mismo sector, BP y Royal Dutch Shell, suman el 10% de los dividendos totales del Reino Unido. Fiar la rentabilidad de nuestra cartera a este reducido número de compañías contradice el principio de diversificación.
“Por el contrario, la mitad del rendimiento del Fidelity Funds Global Dividend Fund proviene de 18 valores. También tenemos un reparto más equitativo entre valores europeos y norteamericanos que el índice, donde más de la mitad de su valor corresponde a Norteamérica”, dice.
La propuesta de este gestor a la hora de buscar empresas con un dividendo alto y estable se resume en tres puntos:
- Generar rentabilidades superiores a lo largo de los ciclos mediante un enfoque sin restricciones, con un elevado porcentaje de dinero gestionado activamente.
- Ofrecer un perfil de riesgo más bajo que otros fondos. Defino el riesgo como la posibilidad de perder el dinero de mis clientes, en lugar de desviarme del índice de referencia.
- Un equilibrio entre rendimiento y crecimiento: Roberts pone como ejemplo el enfoque selectivo utilizado en su estrategia que tiene en cuenta el potencial de crecimiento del dividendo, así como la tasa de rentabilidad. “Podría dejar de lado los dividendos elevados actuales para encontrar negocios que pueden incrementar sus dividendos durante 10 años consecutivos”.