Invertir es un arte, pero invertir en arte lo es aún más. Según la experiencia de Ilaria Cavazzana, directora de Arte de ArtsGain, gestora especializada en esta clase de activos y registrada en la CNMV, “conocer el mercado desde dentro es lo que marca la diferencia entre invertir en arte e invertir bien en arte”.
Durante un webinar organizado por Aseafi, la firma, que pronto lanzará diversos fondos para invertir en arte, antigüedades y objetos de coleccionistas disponibles para asesores profesionales, explicó por qué el arte es una alternativa para las carteras de los inversores en el contexto actual. “Esta clase de activo aporta diversificación, descorrelación y una rentabilidad a las carteras incluso en momentos de gran volatilidad en el mercado. Y, además, ofrece algo que ningún otro activo financiero tiene: el disfrute estético del activo”, señaló Xavier Olivella, CEO de ArtsGain, quien recordó que este no es un mercado al uso.
Según explicó Olivella, en este mercado la producción se basa en el contexto histórico y cultural, donde existe una estrecha relación entre la producción artística y la demanda. Es un activo refugio, ya que su revalorización no se lastra ante las turbulencias del mercado, sino que depende de la producción, del autor de la obra o del movimiento artístico al que pertenezca. En este sentido, indica que si te centras en los top tienes más posibilidades de rendimiento y explica que la rentabilidad en top 100 de artistas entre el año 2000 y 2018 fue del 13,4% anual, con una acumulada del 954%.
“Estamos ante un mercado donde el 50% se concentra en las transacciones del artista a la galería y al coleccionista, y otro 50% está en las casas de subastas, y luego existe un porcentaje residual que de venta de arte online. Durante esta pandemia, hemos visto cómo esa venta online ha crecido, y se ha pasado de vender obras de menos de 20.000 euros a transacciones de 500.000 euros”, añadió Cavazzana.
La crisis generada por esta pandemia ha tenido, según explicaron, un impacto diferente según la calidad del activo del mercado de arte. Pero en general, ha sido un mercado bastante estable en los últimos años y donde el 84% se concentra en EE.UU., Reino Unido y China. En Europa, Francia está recogiendo parte del mercado que está dejando Reino Unido a causa del Brexit y París está tomando fuerza, con respecto a Londres, señaló el CEO de ArtsGain.
Su compañera Cavazzana completó esta imagen del mercado explicando quiénes son los compradores: “Normalmente, se trata de grandes patrimonios a los que les gusta el arte y lo compran para disfrutarlo, además de verlo como inversión. En concreto, las colecciones privadas suponen el 70% de las compras. De media, cada coleccionista tiene unas 27 obras de arte y vemos algunas curiosidades como que el 34% de las mejores se gastaron más de un millón de dólares en dos años comprando arte y que el 30% de las obras se almacenan. El tipo de objeto artístico que se compra varía según la región geográfica”.
¿Cómo invertir en arte?
Además, Cavazzana insistía en que conocer el funcionamiento de estos circuitos de ventas, la generación de precios, los artistas y la propia historia del arte son fundamentales para saber seleccionar las piezas de arte, colección y antigüedades en las que se invierte.
“Los inicios en la inversión del arte se remontan a 1904, cuando el marchante André Level reunió en París a 113 inversores comprando obras de arte. Diez años después hicieron una subasta vendieron las obras, recuperando lo invertido, logrando un importante beneficio y dejando un 20% para volver a invertir en nuevos artistas. Su éxito residió en que compró obras como La Familia de Saltimbanquis de Picasso o Estudio de matisse en collioure de Henri Matisse. El primer fondo de inversión como tal data de 1974 y se trata del Fondo de Pensiones del Ferrocarril Británico. En aquel momento hubo una gran inflación por la crisis del petróleo y el fondo decidió invertir el 3% en comprar 2.400 obras incluyendo porcelana china, arte africano, grandes maestros y 25 obras impresionistas que se vendieron entre 1987 y 1999. Finalmente, lograron un rendimiento del 11,3% por encima de la inflación”, explicaba Cavazzana como principales ejemplos.
La experiencia de ambos en este campo les ha mostrado que invertir de forma individual es muy complejo y supone un gran riesgo. “Creemos que hacerlo a través de un fondo convierte la inversión en arte en algo más accesible. Además de fondos de inversión en arte, también ofrecen diversificación al contar con estilos y obras que sean distintas y puedan tener un largo recorrido que permitan obtener alta rentabilidad. Eso sí, con transparencia y preocupación por el inversor”, apuntó Olivella.
Por último, destacó que están trabajando para lanzar diversos fondos de arte. Cada uno contará con su propia estrategia y Olivella señaló algunos de los criterios que se pueden tener en cuenta: aprovechar el momento, la rentabilidad futura (Buy&Hold o Flipping), una diversificación coherente, una fiscalidad adecuada y que los activos sean revalorizables, con el objeto de minimizar el riesgo.
Desde la gestora aclararon que se trata de inversión regulada por la CNMV, que ofrece grandes oportunidades de inversión, con profesionales expertos, que las propias obras son garantía de inversión y, además, porque cuentan con una rentabilidad a 2-7 años vista muy interesante para las carteras. Además, Olivella matizó que ellos apuestan por obras importantes por encima de 100.000 euros por el potencial de revalorización que ofrecen.