La tecnología y la inteligencia artificial están cambiando el panorama inversor. Pero en esta ocasión, William Adams, CIO de la división de renta fija global en MFS Investment Management, se centra en el sentido literal de la palabra digital, es decir de combinación binaria de unos y ceros, explicado de forma simple. La información enviada de forma binaria como una serie de unos y ceros, lo contrario a lo analógico, es el mecanismo que impulsa correos electrónicos, imágenes, música y tweets a través de internet a una velocidad incomprensible.
Hay un proceso de pensamiento análogo que se muestra cada vez más en el mundo de la inversión: los inversores están actuando precipitadamente con una mentalidad binaria y cortoplacista. La beta del mercado es barata y puede ser negociada rápidamente con la tecnología disponible en la actualidad. Con estas brillantes nuevas opciones, la industria de inversión parece haber perdido el interés en el enfoque de inversión fundamental con rigor y en los procesos de gestión integrada del riesgo.
Así, Adams comparte un reciente ejemplo con un gran cliente de MFS IM, que decidió reducir su asignación en deuda emergente a cero, vendiendo todos sus activos. Como la gestora proporciona liquidez diaria en sus fondos mutuos, el cliente puede hacerlo pues es un servicio que la firma ofrece. Cabe destacar que Adams no cree que el cliente decidiera desinvertir por el rendimiento del producto, pues la estrategia con mandato de deuda emergente es bastante competitiva. Tampoco cree que MFS perdiera la relación con el cliente, pues sigue siendo un socio estratégico que permanece invertido en otras muchas estrategias de MFS. Además, se trata de un buen cliente, que por lo general tiene un horizonte de inversión a largo plazo que encaja con el estilo de inversión de MFS.
Dicho esto, Adams se sorprendió por el proceso de toma de decisiones del cliente y la conclusión a la que llegó. El cliente informó que estaba retirando su asignación en la deuda emergente como clase de activo y moviéndose hacia una exposición nula a través de todos sus gestores. Para Adams, no hay manera posible de confirmar este movimiento, pero tampoco existe ninguna razón por la que dudar de la veracidad de la comunicación. La asignación de cero activos es la que hizo saltar la referencia digital de Adams. La decisión del cliente recuerda al juego de cartas “Texas hold ‘em: todo o nada”; es decir a una asignación digital. Tener exposición a la clase de activo o no tenerla. Desde el punto de vista de Adams, la decisión del cliente fue impulsada por su creencia en la absoluta certeza de su timing del mercado. No debería sorprender que en MFS IM no defiendan ningún tipo de asignación digital de este tipo.
La evidencia académica suele afirmar que llegar tiempo al mercado es un factor que impulsa el rendimiento de la inversión. Sin embargo, la misma investigación académica suele recordar los desafíos que el proceso de timing del mercado implica. Décadas de experiencia en inversiones hace que en MFS IM tengamos una opinión más sólida: nadie es capaz de predecir con exactitud. Conseguir un timing correcto del mercado es difícil, muy difícil, en el mejor de los casos, una posición especulativa al 50/50. Pero algunos inversores siguen apostando, todo o nada.
En MFS abogan por un estilo diferente de inversión. Invierten pensando en el largo plazo, con un proceso de research dinámico basado en los fundamentales. No es perfecto, pero en MFS creen firmemente que incrementa las oportunidades de éxito de los clientes por encima del resultado binario del 50/50.