Los países de la Unión Europea (UE) más afectados por el coronavirus, como España e Italia, celebran la propuesta anunciada por el eje fraco-alemán de crear un fondo de recuperación europeo de 500.000 millones de euros basado en subvenciones destinados a los más castigados por el COVID-19. Ahora bien, hay una puntualización relevante: «No se trataría de créditos sino de gastos presupuestarios destinados a los sectores y regiones más golpeados por la pandemia», explicó Angela Merkel.
Los primeros análisis señalan que esta medida representa un progreso muy significativo dentro de la UE. “Hasta hace pocos días, esto era un tabú. Esta propuesta de emisión conjunta de 500.000 millones de euros de deuda de la UE a través de un fondo de recuperación equivale al 4% del PIB de la región. La asignación de los fondos, es decir la clave del gasto, estará en función de la gravedad del shock pandémico. Hasta ahora, ha habido una estrecha relación entre el choque de la salud pública, la gravedad de los cierres y el choque del PIB. Por lo tanto, Italia podría ser un receptor neto, hasta el equivalente al 2% de su PIB. Alemania ha tenido menos casos de COVID-19 y ha experimentado una menor contracción del PIB en el primer trimestre. Por consiguiente, el país debería recibir mucho menos y convertirse en un contribuyente importante. Esta es, por lo tanto, una oferta bastante generosa de Alemania”, explica Samy Chaar, economista jefe de Lombard Odier.
Este fondo, que funcionaría a través de transferencias no reembolsables, suponen nuevos estímulos dentro de la zona euro. Según explican los analistas de BancaMarch, de acuerdo con la propuesta, “el fondo se sufragaría a través de la emisión de deuda europea por parte de la Comisión Europea”, y los fondos captados en los mercados se trasferirían a los estados miembros a través del presupuesto de la UE. La propuesta pone énfasis en el refuerzo de la soberanía sanitaria europea, en un aumento de la capacidad de investigación y en el desarrollo de vacunas y de una metodología armonizada en el tratamiento de los datos.
Desde Monex Europe, destacan que el acceso a los fondos bajo un esquema de garantías en lugar de préstamos permitirá a estos países cubrir sus necesidades de financiamiento tras la crisis en el corto plazo, sin que ello implique un incremento de las primas de riesgo y un deterioro de la situación de la deuda pública doméstica. Según los detalles iniciales del plan, el repago de estos préstamos al mercado de capitales se haría bajo las reglas de contribución establecidas en el presupuesto europeo. Eso se traduce en que, países como Alemania y otros grandes contribuyentes al presupuesto comunitario estarían prácticamente comprometidos a asumir la mayor porción de deuda de países afectados como Italia y España.
Primeras reacciones
En opinión de Mohammed Kazmi, estratega macro y gestor de carteras de renta fija en UBP, este fondo de recuperación es sin duda una “sorpresa positiva” para los partícipes del mercado y está «apoyando los diferenciales periféricos esta mañana». “Significativamente, la propuesta pone sobre la mesa la idea de la mutualización de la deuda para la región, en la que los fondos se proporcionarían como subvenciones, en lugar de préstamos. Aunque todavía no ha sido acordada por los 27 miembros de la Unión Europea, es probable que esto suceda dado que Alemania y Francia la han puesto sobre la mesa e incluye detalles que los países periféricos también estarían a favor”, señala en su análisis.
En opinión de Kazmi, si se consigue finalmente un acuerdo sobre ello, “lo más importante es que el BCE dejará de ser el único que respalda a los mercados, lo que debería dar a los inversores un poco más de comodidad a la hora de volver a comprometerse con el riesgo europeo y no temer tanto el aumento de las emisiones que vamos a recibir de los países periféricos”.
“Por su parte, la Comisión Europea ha recibido la propuesta con los brazos abiertos y la presidenta del organismo, Úrsula von der Leyen, señaló que la propuesta franco-alemana está muy alineada con el plan de recuperación en el que trabaja el Ejecutivo europeo y que se espera sea presentado el próximo 27 de mayo. Como suele ser habitual en la Unión Europea, esta noticia de un acuerdo entre las dos principales potencias de la región se puede considerar como un empuje definitivo hacia la adopción de nuevos estímulos y una mayor coordinación en la respuesta a la actual crisis sanitaria”, matizan desde BancaMarch.
Desde Bank of America consideran que este anuncio es relevante por dos motivos: hay una señal clara de que Alemania está dispuesta a cruzar algunas líneas rojas y a hacer concesiones y, en segundo lugar, es también un signo que la apuesta es crear “más Europa”.
“La reacción del mercado a la propuesta fue inmediata y muy positiva. De hecho, la iniciativa de Macron y Merkel ha llegado en un momento crucial, tras el fallo de la Corte Constitucional Alemana. Necesitamos el fondo de recuperación lo antes posible y, lo que es más importante, necesitamos el fondo para desplegar esos recursos en un corto período de tiempo. 500.000 millones de euros es poco, pero podría parecer diminuto si tenemos que esperar mucho tiempo para que se despliegue o si el dinero se gasta a lo largo de varios años. Y todavía necesitamos un respaldo para las muy importantes necesidades de financiación que van a surgir a lo largo de 2020-2021. Aún corremos el riesgo de que incluso una respuesta política decente desde la perspectiva actual podría en última instancia ser en vano si llega cuando el daño económico ya es irreparable”, apunta Bank of America en su último análisis.
¿Hay letra pequeña?
El proceso de toma de decisiones para finalizar la creación del fondo sólo comenzará una vez que se presente la propuesta de la Comisión Europea a finales de mayo, y requerirá el voto unánime de los 27 estados miembros de la UE. “Alemania ostentará la Presidencia del Consejo durante el segundo semestre de 2020, por lo que le tocará finalizar las negociaciones sobre el fondo de recuperación en el contexto de unos presupuestos de la UE significativamente revisados para 2021-27. Veremos si existe la voluntad política de poner en marcha un fondo de importancia macroeconómica como éste”, explica Alvise Lennkh, subdirector de finanzas públicas de Scope, sobre cuáles será el próximo escenario.
“La noticia tiene un impacto especialmente simbólico, después de varios meses de desacuerdos sobre la emisión de los llamados coronabonos. El hecho de que Alemania acepte este compromiso es en sí mismo tan prometedor como inesperado. Sin embargo, el diablo está en los detalles. Aunque aún no se conocen con exactitud todos los particulares asociados a esta iniciativa, es probable que existan requisitos asociados a estos fondos en materia de mínimos tributarios, impuestos a los servicios digitales, entre otros”, advierten los analistas de Monex Europe en su análisis diario.
A esta reflexión sobre posibles compromisos fiscales también se ha referido Chaar, quien recuerda que aún está pendiente el compromiso de los estados miembros por lanzar medidas fiscales que ayuden a aliviar la situación actual, al posterior crisis y una futura recuperación. “Frente a una crisis de esta magnitud, la Unión Europea podría diseñar una respuesta fiscal común financiada por la deuda de la emisión de un activo seguro en euros elegible tanto para el Programa de Compras del Sector Público (PSPP) como para el Programa de Compras de Emergencia en caso de Pandemia (PEPP) del Banco Central Europeo”, añade.
Lo que no quita para que, en general, este programa es un gran avance. Chaar espera que tenga suficiente impulso para que los llamados “cuatro frugales”, es decir, Países Bajos, Austria, Dinamarca y Suecia, no lo bloqueen. “La clave también estará obviamente en los detalles, especialmente en la cuestión de cómo asignar los fondos. Por ahora, estamos esperando más detalles sobre el acuerdo, pero potencialmente esto representa un gran paso adelante para Europa”, matiza.