UBP considera que las pequeñas y medianas empresas son una opción interesante de inversión dadas las señales que manda el mercado. Se prevé que la economía mundial crezca un 3,5% en 2017 según el FMI. Además, en lo que va de año, los mercados han obtenido unas altas tasas de crecimiento. Desde principios de 2017, con unas rentabilidades por acción en torno al 13%, en comparación con el 2% de 2016, los mercados mundiales están dando síntomas de rebote.
En este contexto positivo, las pequeñas y medianas empresas son una inversión a tener en cuenta, según UBP. En opinión de Cédric Le Berre, especialista de producto de la entidad, “las empresas de pequeña y mediana capitalización han demostrado un potencial de crecimiento muy elevado y sus resultados así lo avalan. Además, tienen un componente importante que las distingue de muchas grandes empresas: la innovación. Los analistas tienden a cubrir menos este segmento, pero existen oportunidades interesantes en este universo de inversión”.
Los motivos por los que el experto de UBP recomienda invertir en este tipo de empresas son cuatro:
- Son indispensables en una estrategia de inversión equilibrada. Si analizamos las rentabilidades de las pequeñas y medianas empresas europeas desde el año 2000 y las comparamos con las del índice MSCI Europe, éstas han sido superiores. “Estas compañías demuestran un gran potencial de crecimiento que vale la pena aprovechar con una estrategia de inversión equilibrada y bien definida. El sólido crecimiento de los beneficios de las pequeñas y medianas empresas en relación con las de mayor tamaño es bastante alentador. Por este motivo recomendamos invertir en este tipo de empresas y creemos que es una muy buena opción incluirlas en las carteras”, comenta Cédric Le Berre.
- La innovación, clave de su éxito. Varias empresas de pequeña y mediana capitalización ponen su foco en la innovación, mucho más que las empresas de mayor tamaño, lo que en cierto modo garantiza unas altas tasas de crecimiento. Para Le Berre, “una empresa que está en constante cambio se adapta más fácilmente a los vaivenes del mercado, hecho que permite obtener unas rentabilidades interesantes”. A medida que los mercados emergentes maduran y empiezan a repuntar en sectores como la tecnología y la automoción, las pequeñas y medianas empresas adquieren un papel que va más allá del de las empresas de infraestructuras.
- La baja del impuesto de sociedades en Estados Unidos. La economía norteamericana creció durante el segundo trimestre del año con la esperanza de un repunte de la industria manufacturera y un rebote del consumo interno. En opinión de este experto, esto podría tener un impacto positivo a largo plazo en las empresas norteamericanas y favorecer a aquellas que obtienen la mayoría de sus ganancias de actividades dentro del país. En este contexto hay algunos puntos clave para las empresas de pequeña capitalización: una bajada del impuesto de sociedades del 15% debería ser especialmente beneficioso para las pequeñas y medianas empresas ya que, actualmente, pagan más impuestos que las grandes compañías. “Este es un aspecto que hay que tener en cuenta para valorar la inversión en algunas pequeñas y medianas empresas del país porque estas empresas tienden a crecer orgánicamente junto al mercado interno dada su mayor sensibilidad al ciclo económico. Así, es muy probable que muestren una correlación positiva con el desarrollo económico de Estados Unidos. Estamos convencidos que continuarán demostrando su potencial, especialmente en sectores más cíclicos y financieros” afirma Le Berre.
- El alto retorno de la inversión. Tras un breve respiro durante la crisis financiera, las empresas de pequeña y mediana capitalización han recuperado sus rentabilidades anteriores a 2008 y han vuelto a superar a las de las grandes compañías. Cédric Le Berre asegura que “los datos demuestran que este tipo de compañías continuará creciendo de manera más rápida que las grandes empresas. Asimismo, el hecho de que cuenten con una mentalidad emprendedora permite que el capital permanezca en manos de familiares y que las inversiones estén alineadas con el espíritu del fundador. Esto asegura cierta continuidad en la empresa y unos retornos dignos de ser tenidos en cuenta”.