Las tendencias macroeconómicas han sido estables en lo que va de año, en especial en términos de expectativas de crecimiento. Además se ha reducido la incertidumbre política y los mercados emergentes han obteniendo un rendimiento superior a los mercados desarrollados. Más recientemente, las expectativas de inflación y las llamadas “Trump trades” se han desinflado consistentemente. ¿Cuánto más durará el ciclo actual? Desde Goldman Sachs Asset Management creen que la ampliación del ciclo expansivo se mantiene en línea con sus perspectivas.
Durante este año, uno de sus temas principales ha sido que el ciclo expansivo continuaría propagándose a un conjunto mayor de países que en cualquier otro punto desde 2010. El tema está ahora bien en curso y en la gestora esperan que continúe, pero los riesgos en torno a los datos de crecimiento se muestran moderadamente a la baja.
Después de un flujo constante de sorpresas positivas en los datos, esperan que el riesgo gire moderadamente hacia el lado negativo. En cualquier caso, esperan que el crecimiento global se mantenga por encima del crecimiento del año anterior y que no se descarrile la expansión, siendo un giro significativo en relación con la estabilidad de las sorpresas positivas en la primera parte del año.
La inflación en Estados Unidos
Mientras que las expectativas de crecimiento han sido revisadas al alza, las expectativas de inflación han sido revisadas a la baja: en concreto, los últimos datos del índice de precios al consumo en Estados Unidos sorprendieron a la baja. Estos datos se perciben como un indicador de los vientos en contra subyacentes, los cuales pueden tardar en perder fuerza. Sin embargo, no creen que se esté cambiando el camino en el medio plazo hacia una inflación más firme, a medida que se absorbe la capacidad sobrante. Algunas de las debilidades de la inflación reflejan los efectos indirectos de la holgura en los mercados laborales mundiales.
Desde 2003, se han sucedido tres episodios en los que el índice de precios al consumo subyacente, medido año a año, cayó bruscamente. Los tres coincidieron con una rápida bajada en el crecimiento del precio del crudo, medido también año a año. Esto sugiere que existe algo de contaminación en el dato del índice de precios al consumo básico. Además, el crecimiento de los salarios reales de Estados Unidos ajustado por su productividad se ha situado en máximos no alcanzados desde 1950. Si bien alguna de las ganancias salariales reales fueron involuntarias y debidas a una baja inflación imprevista, podrían haber creado un exceso en el futuro crecimiento de los salarios. Es importante destacar que en Goldman Sachs AM creen que estos vientos en contra son temporales y que creen que la inflación se mantendrá firme en algún momento en la segunda mitad del año.
Los riesgos políticos permanecerán silenciados
La incertidumbre política ha disminuido fuertemente en la primera mitad del año. El resultado de las elecciones presidenciales francesas y una menor probabilidad de elecciones en Italia antes del próximo año han disminuido considerablemente los riesgos en Europa. En Estados Unidos, las expectativas del mercado acerca de los cambios favorables al crecimiento que el presidente Trump prometió implementar se han convertido en más realistas, a medida que las limitaciones económicas y políticas se han aclarado. Es por ello que desde Goldman Sachs esperan que el riesgo político tenga una menor influencia en los mercados durante el segundo semestre. Si acaso, ven algo de riesgo positivo con relación a las bajas expectativas por las políticas de crecimiento en Estados Unidos. En el lado negativo, los riesgos geopolíticos podrían aumentar su escalada de tensión en Corea del Norte y Catar.
Entonces, ¿durará o no durará el ciclo actual?
Desde una perspectiva económica, creen que lo hará con una segunda mitad del año muy parecida a la primera mitad del año: una amplia expansión con unos mercados laborales más restrictivos y una paulatina presión sobre la inflación, con una reconocida incertidumbre sobre cuando las presiones comenzarán a dominar temporalmente los vientos en contra de la inflación.
La principal diferencia es que tanto el consenso de las expectativas como los precios del mercado han restablecido sustancialmente. Esto podría dar lugar a grandes diferencias en los mercados. En renta variable, un crecimiento más sólido y unos mejores beneficios empresariales han sido descontados en los precios, por lo que se esperan unos rendimientos más moderados a partir de ahora.
Desde Goldman Sachs AM favorecen un enfoque más dinámico para gestionar el riesgo de moderación en el impulso del crecimiento desde niveles más elevados. En renta fija, los riesgos de la inflación han sido revaluados a la baja. Incluso aunque se reconoce que existe incertidumbre sobre cuando el giro en la inflación ocurrirá, se ven unos riesgos hacia unas mayores tasas y un punto de equilibrio mayor para la inflación. Dadas las expectativas actuales, creen que incluso un moderado giro en la inflación actual podría tener un enorme impacto en el mercado. Ven un riesgo significativo de que ocurra una rápida venta en el mercado de bonos, siendo el ajuste a los programas de relajamiento cuantitativo un posible catalizador. Por último, esperan que los mercados emergentes continúen obteniendo rendimientos superiores a los de los mercados desarrollados en el medio plazo. Sin embargo, este rendimiento tendrá más altibajos de ahora en adelante, debido a los riesgos relacionados con el impulso del crecimiento y de un rápido incremento en tasas de interés.