A tres meses de terminar 2020, los analistas siguen haciendo balance de lo que ha supuesto la crisis económica desatada por el COVID-19. Según la última actualización de las previsiones del FMI, el organismo ha realizado una estimación al alza del crecimiento global para este año, pero advierte de que la recuperación será larga y asimétrica.
El FMI espera que el PIB mundial caiga un 4,4% en 2020 (frente al 4,9% que señaló en junio), gracias al mejor comportamiento de China, la única que crecerá en 2020 con 1,9% previsto, y algunas economías desarrolladas. Por el contrario rebaja ligeramente el crecimiento esperado en 2021 hasta el 5,2% versus al 5,4% previo. El organismo espera que el distanciamiento social continúe en 2021 y no será hasta finales de 2022 cuando la transmisión del virus a nivel local se vea reducida.
Este comportamiento asimétrico que señala el FMI también se ha manifestado en el impacto de la crisis del COVID-19 en las economías, en particular en aquellas de países emergentes. La gran pregunta es: ¿Cuáles son las más resilientes? Desde Bank Of America advierten que el PIB real de los países emergentes se contrajo por primera vez en 30 años.
Se trata de un dato histórico que afecta a todos los países emergentes menos a uno. China es el único país que crece, un 2% aproximadamente, aunque es Taiwán quien encabeza el índice de economías emergentes realizado por Bank of America, siendo la más resiliente de las 71 analizadas. Venezuela, Líbano, Bahrein, Omán e Irak son “los países más vulnerables” de los analizados “debido a su dependencia de los precios del crudo, entre otros factores”, apunta el análisis de la entidad financiera.
Si solo se tienen en cuenta las 10 economías emergentes de mayor tamaño del mundo, Corea del Sur es la más fuerte en este 2020, ya que “cuenta con las mejores cifras fiscales, de cuenta corriente y liquidez externa”. Rusia, por su parte, se coloca en el segundo puesto del listado. Según explican los expertos de Bank of America, el país “mantiene el superávit en cuenta corriente y tiene un déficit fiscal pequeño en un contexto marcado por unos precios de petróleo mucho más bajos, debido a las grandes reservas”.
Siguiendo este Top 10 de los mayores países emergentes, los más vulnerables son Sudáfrica, con su deuda pública como principal foco de preocupación, y Turquía, con la inflación y la deuda externa como mayores problemas. Brasil se sitúa como el tercer país más vulnerable de los 10 más grandes, debido a su gran déficit público y a su deuda.