Desde el voto a favor del Brexit en junio de 2016 y hasta febrero de 2017, entre las principales clasificaciones Lipper globales que están registradas para la venta en el Reino Unido, los fondos con los mayores flujos positivos fueron aquellos del mercado monetario en libras, que recibieron 16.780 millones de euros en esos nueve meses, seguidos de aquellos denominados en dólares con 8.170 millones y los productos que invierten en bonos de corto plazo denominados en euros, los cuales recibieron 4.980 millones de euros.
Del otro lado de la moneda, los fondos que tuvieron menor atractivo en los nueve meses después del referéndum fueron aquellos de renta variable europea, con salidas por 6.440 millones de euros, seguidos de renta variable estadounidense con flujos negativos de 6.190 billones y los de renta variable del Reino Unido, que perdieron 4.120 millones en esos nueve meses.
De acuerdo con Jake Moeller, director de Lipper UKI Research en Thomson Reuters Lipper, «desde el voto del Brexit ha habido un cambio marcado en la aversión al riesgo con los flujos netos estimados que demuestran claramente que los inversores se mueven lejos de la renta variable y hacia fondos monetarios y de deuda a corto plazo. Vale la pena señalar que ambos -Money Market GBP y Money Market USD- han sido dominados por fondos institucionales». Ocho de los 10 sectores con mayores salidas se encuentran en las clasificaciones de renta variable, mientras que siete de los sectores más populares han sido clasificaciones de efectivo o bonos.
El directivo añadió que «es difícil atribuir estos flujos únicamente a un efecto Brexit. Por ejemplo, las salidas de acciones europeas podrían ser impulsadas por el Brexit, pero también por otras cuestiones geopolíticas europeas. Además, ha habido un aumento de la volatilidad en torno a las elecciones presidenciales de Estados Unidos que sin duda han asustado a los inversores a nivel mundial».