Las autoridades regulatorias están recomendando a las empresas cotizadas recortar o suspender el reparto de dividendos a los accionistas, con el objetivo de no poner en peligro su viabilidad futura. Esta decisión, que podría llegar a tomar el 80% de las firmas cotizadas, según los análisis más negativos, abre una gran pregunta para los gestores: ¿Qué futuro le espera a las carteras que invierten en compañías de dividendos?
En el último mes, ya hemos visto cómo algunos bancos europeos han decidido tomar este camino. “El recorte en los dividendos, apoyado públicamente por grandes compañías, se prevé que sea de un 25% menos en 2020 en comparación con 2019 en Estados Unidos y cerca de un 50% menos en el caso de Europa”, explican desde Tikehau Capital.
En este sentido, la decisión de recortar o eliminar los dividendos ha sido una consecuencia del COVID-19. Según Rory Bateman, responsable de Renta Variable de Schroders, “en Europa se ha desarrollado una cultura de dividendos. Las rentabilidades de los dividendos en el viejo continente pueden tardar mucho tiempo en volver al nivel del año pasado, ya que es probable que las empresas se vuelvan más conservadoras estructuralmente a la hora de establecer sus políticas de dividendos”.
En opinión de Tom Dorner, director de inversiones de Aberdeen Standard Investments, es probable que la reducción de los dividendos sea un fenómeno mundial, especialmente si la recesión que se avecina se mantiene durante algún tiempo. “En esa medida se podría argumentar que las empresas europeas han tratado de adelantarse a la debilidad económica. Es crucial que las medidas de contención del virus en Europa hayan empezado a mostrar algunos resultados prometedores y la recuperación de los niveles de actividad en China es alentadora”, defiende.
Impacto en el mercado
Las gestoras saben que este recorte de dividendos tendrá consecuencias para el mercado. En opinión de Tikehau Capital, afectará el mercado de renta variable pero también a los emisores que dependen del pago de dividendos. “En algunos países habrá umbrales para asegurarse de que estos recortes impacten exclusivamente en grandes compañías y que las empresas medianas puedan continuar beneficiándose del capital de private equity como una fuente de financiación. Pero en el caso de las grandes sociedades de capital riesgo, especialmente aquellas que tienen altos niveles de apalancamiento, el recorte de los dividendos podría suponer un problema. El recorte en los dividendos también podría tener impacto en los bonos cupón híbridos corporativos ya que algunos de estos cupones tendrán que dejar de ser emitidos si tiene lugar un recorte de dividendos”, explica la gestora.
Según la visión Schroders, como el rendimiento actual del mercado no refleja los dividendos que las empresas podrán pagar, es probable que empiece a caer en los próximos meses. La pregunta es ¿cuánto? Según apunta Bateman, con tanta incertidumbre, es difícil predecir lo que vendrá después. “Dependiendo del curso de la crisis podríamos ver desde una recuperación en forma de V hasta una depresión global. La crisis financiera mundial de 2008 a 2009 podría proporcionar una guía aproximada de lo que se puede esperar. Por ejemplo, los ingresos por dividendos cayeron un 18% a nivel mundial en dólares”, añade.
El equipo de Allianz European Equity Dividend comprende la medida, pero también considera que la presión política y social sobre los dividendos es mayor en comparación con la última crisis, pese a que consideran que los balances, en general, están “en mejor forma”.
Según su opinión habría que tener una mirada más amplia sobre este fenómeno. “En los Estados Unidos, las empresas están más comprometidas con los programas de recompra de acciones, y menos con los dividendos. Sin embargo, las recompras de acciones son aún más fáciles de cancelar que los dividendos, hay menos publicidad, ya que suelen ser decisiones menos vinculantes. Es de esperar que la recompra de acciones también se cancele de forma general. En el caso de compañías europeas, muchas tienen ambos compromisos, la recompra y el pago de dividendos, pero es de esperar que atiendan primero a su promesa de pagar los dividendos”, señalan.
En opinión de Bateman, “es posible que comencemos a ver cómo más empresas en todo el mundo adoptan políticas de dividendos más conservadoras, como las empresas asiáticas. Sin embargo, las secuelas de crisis pasadas sugieren que, si bien las empresas pueden cambiar su comportamiento durante un par de años, a menudo vuelven a los usos y costumbres anteriores”.
Y en las carteras
Estimar el impacto del recorte de dividendos en el mercado es solo la mitad de la tarea que tienen las gestoras por delante, la otra parte de su trabajo es valorar qué hacer con las estrategias centradas en dividendos. Lo que más llama la atención de esta situación es que justamente los inversores que han querido correr menos riesgos han optado por este tipo de estrategias porque, tal como explica Richard Carlyle, director de inversiones de Capital Group, los dividendos son normalmente menos vulnerables que los beneficios de las compañías, pero en la crisis actual hay algunos factores adicionales.
“En muchos casos, los gobiernos han impedido a las compañías pagar incluso los dividendos previamente declarados. Por ejemplo, Francia está exigiendo a las firmas que reciben asistencia gubernamental que los cancelen. El BCE ha pedido a todos los bancos de la Unión Europea que no los pongan en marcha y el Reino Unido ha seguido su ejemplo. En la mayoría de los casos, las compañías afectadas fueron capaces de repartir beneficios incluso en las circunstancias actuales. En toda Europa, los bancos representan alrededor del 15% de los dividendos, por lo que esto tendrá un impacto importante”, señala Carlyle como ejemplo.
Para Dorner una clave importante será qué empresas están en la cartera. Según explica es importante distinguir entre las empresas que han reducido los pagos debido a la debilidad de sus balances y entre aquellas que acaban de aplazar los pagos por una cuestión de prudencia, como ha ocurrido, por ejemplo, con varias compañías de seguros europeas. El sector bancario europeo ha sido el más afectado y por eso la gestora, Aberdeen Standard Investments, se ha mantenido deliberadamente infravalorando este sector durante algún tiempo debido a su preocupación por la viabilidad de los modelos empresariales en un entorno de bajos tipos de interés, así como por la sostenibilidad de los dividendos
“Los mercados débiles han afectado a todo el mundo, pero gracias a nuestro enfoque en el análisis bottom-up y a nuestra preferencia por las empresas de mayor calidad, el rendimiento de nuestros fondos se ha mantenido bien durante los mercados difíciles. Creemos que las preocupaciones sobre los dividendos y los precios de los activos en alguna parte del mercado han sido excesivamente descontados. Por ejemplo, vemos atractivo el sector de los seguros europeos, ya que muchas empresas acaban de aplazar los dividendos y las posiciones de capital son muy resistentes a esta crisis”, apunta Dorner sobre sus posiciones de cartera.
Búsqueda de la calidad
El equipo de Allianz European Equity Dividend reconoce que han vendido algunas posiciones en las que el caso de la inversión inicial se construyó en torno a la recuperación. “El posicionamiento de nuestro fondo Allianz European Equity Dividend continúa guiándose por la sostenibilidad de los pagos de dividendos. Como siempre, el aspecto de la calidad de una compañía invertida se refiere a la capacidad y la voluntad de pagar un dividendo significativo de forma continua. Esta evaluación es el punto central en tiempos de baja visibilidad y de deterioro del entorno macroeconómico. Históricamente, un rendimiento de dividendos alto y seguro ha proporcionado un punto de anclaje significativo para los inversores. Estamos convencidos de que después del primer susto del mercado, los inversores empezarán a apreciar los dividendos estables. La fiabilidad y la visibilidad serán claves y se verán recompensadas en tiempos de incertidumbre”, defienden. Por último, en su opinión, en este contexto estamos viendo un gran solapamiento entre las estrategias de dividendos y las estrategias de valor en general.
En esta misma línea se mueve Amundi, quien señala que es importante diferenciar entre las compañías que no pueden pagar dividendos debido al deterioro de los fundamentales, y las compañías que deciden no pagar dividendos debido a la crisis actual, a pesar de su capacidad de pago. Por eso Kasper Elmgreen, director global de renta variable de Amundi, reconoce que no ha hecho cambios en su proceso de inversión y mantiene las carteras en una posición defensiva.
“Nos enfocamos incansablemente en nuestro análisis fundamental impulsado por un proceso bottom up. La volatilidad actual ofrece oportunidades para los inversores activos, ya que el valor intrínseco fundamental de las compañías no es tan volátil como el precio de las acciones. Nos centramos en empresas con balances sólidos y buenos modelos de negocio. En este entorno, hay un riesgo que debe evitarse especialmente: empresas con modelos comerciales débiles y con un alto apalancamiento financiero. En términos de posicionamiento, tenemos un posicionamiento defensivo en nuestro fondo global de dividendos, estando sobreponderados en utilities and telecomunicaciones, sectores con beneficios relativamente buenos y resiliencia en los dividendos. Hemos reducido nuestra exposición al sector energético, que históricamente ha sido un buen sector de dividendos, pero donde sentimos que la dinámica de la industria se enfrenta a importantes desafíos y riesgo – beneficio asumido no es lo suficientemente atractivo”, apunta Elmgreen.
Dorian Carrell, gestor del Schroder ISF Global Multi-Asset Income Fund, explica que dentro de la cartera del fondo Schroder ISF Global Multi-Asset Income las empresas han empezado a recortar, cancelar o suspender el pago de dividendos, y los mercados del Reino Unido y Europa se han visto especialmente afectados.
“En el caso del fondo Schroder ISF Global Multi-Asset Income, nuestra exposición a renta variable mantiene un sesgo hacia las empresas de alta calidad con modelos de negocio robustos, una fuerte dinámica de flujo de caja y una limitada interferencia gubernamental o reguladora. Esperamos que los dividendos de estas empresas sean más resistentes. Los sectores europeos que se han visto más directamente afectados por las suspensiones de dividendos hasta la fecha son los bancos y las compañías de seguros. El fondo sigue una estrategia multiactivo que le permite invertir también en renta fija. Dentro de los bancos, por ejemplo, el fondo tiene una inclinación hacia el crédito, favoreciendo la antigüedad o seniority y el pago de cupones fijos en lugar de depender del pago discrecional de dividendos”, explica. Según concluye Carrell, todo este fenómeno será mucho más problemático para los fondos de una sola clase de activos, específicamente para los fondos de renta variable.