Bitcoin, ether, ripple o litecoin son algunas de las criptomonedas que han despertado la curiosidad de los inversores a lo largo de este año. Como consecuencia, las gestoras reconocen que sus clientes comienzan a preguntar por cómo tener exposición a esta clase de activo, poniéndoles en la tesitura de no poder ignorar que un nuevo “tipo de moneda” ha llegado al mercado.
Durante la presentación de perspectivas de este mes, algunas gestoras se han detenido a comentar el fenómeno de las criptomendas, destacando que se trata solo de la punta del iceberg. Pese a su previsible crecimiento, advierten de que aún falta una regulación clara que les permita abordar con garantías y transparencia esta clase de activo. En este sentido, hay dos tendencias claras: gestoras que apuestan por buscar exposición a la tecnología que está detrás de estas criptomonedas, es decir, al blockchain; y firmas que se han centrado en lanzar fondos, principalmente ETFs, para ofrecer esa exposición.
“A medida que la criptodivisa se generaliza, los gestores de activos tendrán que entender esta clase de activos emergentes y decidir si deben desarrollar su experiencia y ofrecer productos”, advierten desde Cerulli Associates. La firma de asesoramiento reconoce que los recientes avances en el espacio de la criptomoneda provocan que aumente su atractivo y participación en todo este ecosistema. Sin embargo, avisa de que las criptomonedas no son necesariamente apropiadas para todos los inversores o asesores “con ganas de probar algo nuevo”, ya que no es fácil de entender.
Según sus estimaciones, cerca del 70% de los asesores no esperan utilizar criptodivisas al crear carteras, pero cerca del 30% lo ha hecho o prevé dar este salto. “Es ciertamente posible que una amplia gama de gestores de activos encuentre su nicho y su capacidad para ofrecer la experiencia necesaria en la gestión de productos de criptodivisas. La criptomoneda puede ofrecer a los gestores activos la oportunidad de aportar su valor a través de su experiencia en un segmento de mercado opaco en el que los inversores buscan ayuda, especialmente teniendo en cuenta los retos a los que se enfrentan para superar a sus índices de referencia”, afirma Daniil Shapiro, director asociado de Cerulli Associates.
Balance 2021 y perspectivas para 2022
A finales de noviembre, el valor total del mercado mundial de criptomonedas alcanzó por primera vez la marca de los 3 billones de dólares, impulsado por las fuertes ganancias de las principales monedas. Sipho Arntzen, analista de Investigación de Next Generation en Julius Baer, considera que ese hito es un indicio más del sentimiento positivo y el impulso en torno a los activos digitales, tanto de los inversionistas minoristas como de los institucionales.
“Las ganancias anteriores en el mercado de las criptomonedas se han centrado en gran medida en dos monedas dominantes: bitcoin y ethereum, mientras que otras monedas más pequeñas se han quedado algo rezagadas en cuanto a su atractivo para los inversionistas. Por el contrario, las fuertes ganancias vistas en noviembre se han distribuido entre una serie de monedas líderes, en particular activos como solana y binance coin, lo que creemos que es indicativo de la ampliación del atractivo de los cripto que antes eran de nicho para la base de inversionistas”, añade Arntzen.
2021 ha sido un año relevante para el universo de las criptomonedas y de los activos digitales, y, según Benjamin Dean, director de activos digitales de WisdomTree, 2022 también lo será gracias a los avances tecnológicos y a su mayor uso. Ahora bien, ¿dónde podría crecer este espacio en el futuro y qué oportunidades podría generar? Según Dean hay algunas áreas claras como, por ejemplo, los pagos en las redes de activos digitales. “El desarrollo más importante de este caso de uso es la integración de las redes de activos digitales -y su funcionalidad de pago- en las plataformas de Internet existentes y en las aplicaciones de pagos móviles del día a día. Por ejemplo, el Twitter de Jack Dorsey ha comenzado a asignar billeteras Bitcoin Lightning a los perfiles de los usuarios, lo que permite que las personas se den propinas entre sí de forma económica, rápida y sin problemas a cambio de contenido”, explica.
El experto de WisdomTree suma dos áreas más de crecimiento de cara al próximo año.En primer lugar los tokens no fungibles (NFT), conocidos como coleccionables digitales, que han sido una de las partes emergentes del ecosistema de activos digitales en 2021. “Han atraído nuevos usuarios, particularmente de las industrias del entretenimiento y las artes, y han impulsado una inmensa actividad a través de plataformas como OpenSea. Es probable que las primeras iteraciones de modelos de negocio que se vean en este espacio durante 2021 evolucionen en un futuro próximo. Cuando se juntan desarrolladores con mentalidad técnica con creativos del arte, la música y los juegos, se genera una combinación ecléctica”, apunta Dean.
En segundo lugar, señala: “Los juegos son otra área en la que se impulsa la funcionalidad de los contratos inteligentes. Las redes de activos digitales brindan la infraestructura para respaldar tokens y economías en el juego, que sustentan muchos de estos mundos virtuales. A medida que las líneas entre el espacio de la carne y el ciberespacio continúan difuminándose, prepárese para ver cambios en la forma en que las personas interactúan financieramente, en donde un ejemplo de ello ya son los metaversos denominados actualmente por algunos”.
Eso sí, Dean reconoce que pensar más allá en el futuro del ecosistema de activos digitales es difícil debido a la imprevisibilidad de las comunidades de desarrolladores de código abierto, así como del proceso iterativo de prueba y error que caracteriza al motor empresarial. “Sin embargo, esto no es exclusivo de los activos digitales, ya que es una dinámica esencial que las nuevas tecnologías experimentan a lo largo de su desarrollo, comercialización y difusión. La última década tuvo varios altibajos en el ecosistema de activos digitales, los cuales todos han llevado al lugar donde se encuentra el espacio hoy en día. Asimismo, esto continuará a medida que se desarrolle una nueva funcionalidad técnica y los individuos den con nuevos problemas para los cuales la funcionalidad de las redes de activos digitales proporciona soluciones novedosas”, añade Dean.
Fondos de criptomonedas
En Estados Unidos, por ejemplo, los fondos de criptomonedas están en una etapa muy temprana. “Si bien la capacidad de comprar criptomonedas directamente ya existe, la disponibilidad de los fondos en criptomonedas está empezando a surgir, proporcionando a los inversionistas acceso a la clase de activo sin los obstáculos típicamente asociados con la inversión directa en criptomonedas”, explica Nicholas J. Elward, jefe de Productos Institucionales y ETF’s de Natixis IM.
Elward reconoce que los fondos en criptomonedas están ganando interés también fuera de EE.UU., a medida que los ETFs en bitcoins lanzados en Canadá a principios del 2021, seguidos poco después por ETFs en ethereum. “Los primeros ETFs de futuros en bitcoin en EE.UU. se lanzaron en octubre de 2021. Con una ganancia de 550 millones de dólares, este ETF registró uno de los primeros días de récords entre los ETFs. Desde entonces, otros ETFs similares se han lanzado también. Varias firmas de gestión de activos se han registrado en la SEC de EE.UU. con requerimientos de lanzar ETFs en bitcoin, no basados en futuros, y que podrían brindar mejore rastreo de los precios reales del bitcoin. Al igual que los ETFs de futuros de bitcoin, estos vehículos estarían más ampliamente disponibles que solo para inversionistas certificados”, añade.
Eso sí, el jefe de Productos Institucionales y ETF’s de Natixis IM advierte de que si bien el futuro podría ser brillante, los inversionistas deberían proceder con cautela: “Debido a que las criptomonedas son relativamente nuevas y no tienen flujo de efectivo, ganancias o una entidad de gobernanza, los inversionistas potenciales deberán ejercer cautela. Primero y lo más importante, deberán asegurarse que sus portafolios están bien diversificados y son capaces de soportar todas las condiciones del mercado. Deberán también calcular con cuidado su tolerancia al riesgo y garantizar que se sienten cómodos comprando un activo volátil, y una vez que se sientan listos, incursionar gradualmente en el terreno de las criptomonedas”.
El debate
Mientras este universo y los diferentes productos de inversión se siguen desarrollando, el debate sobre las criptomonedas continuará el próximo año. “El bitcoin y las demás criptodivisas privadas suponen actualmente un dolor de cabeza para los bancos centrales, una competencia indeseada que pone en jaque el monopolio estatal del dinero que administran. Si las criptomonedas privadas sustituyeran poco a poco al dinero actual, los bancos centrales ya no podrían utilizar la emisión monetaria para controlar la economía y financiar al Estado”, apuntan desde Flossbach von Storch.
Por este motivo, desde la gestora prevén que los bancos centrales seguirán trabajando en sus proyectos de monedas digitales, como es el caso de la Unión Europea y su euro digital. “La creación monetaria mediante un algoritmo pretendía evitar las burbujas y las crisis de crédito desencadenadas por la generación de dinero crediticio. En cambio, lo único que se pretende con el euro digital es añadir una nueva variante a ese tipo de dinero. Si el euro digital fuera un coche, podríamos decir que tendría el aspecto de un coche eléctrico moderno, pero bajo el capó seguiría habiendo un motor de combustión, que es precisamente la creación de dinero mediante préstamos bancarios”, concluyen.